Las letras colombianas lloran la muerte de Nicolás Suescún
Nicolás Suescún, quien nació en Bogotá el 5 de mayo de 1937, falleció el pasado viernes 14 de abril producto de una enfermedad que lo aquejó los últimos años. De él se recuerda, con gran agradecimiento para la cultura colombiana, su participación en la revista ECO, que dirigió entre 1967 y 1971. Esta revista, impulsada por la ya desaparecida librería Buchholz, fue durante un cuarto de siglo (de 1960 a 1984) un referente para cualquiera que quisiera saber qué estaba pasando en el movimiento cultural e intelectual del país.
Nicolás Suescún, quien en 2010 recibió el premio Vida y Obra que otorga la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá, será recordado como poeta por títulos como La voz de nadie, de 2000, y Jamás tantos muertos y otros poemas, publicado en 2008. Pero de él también quedaron libros de cuentos tan importantes como El extraño y otros cuentos, de 1980, y Oniromanía, de 1996.
Así mismo, lo recordaremos con gran cariño por la célebre “antinovela” Los cuadernos de N, publicada en 1994, y que fue muy apreciada por los jóvenes de la contracultura de los 90. En esta “antinovela”, compuesta por poderosos aforismo, Nicolás Suescún nos sumerge en la caída al abismo de un joven que camina las calles de Bogotá.
A él también le debemos un gran agradecimiento porque, con su trabajo como traductor, hizo que pudiéramos leer las obras de autores como Rimabud, Flaubert, Bierce, Yates, Blake y también la célebre novela El rio, de Wade Davis, libro que sirvió como base para la aclamada película El abrazo de la serpiente, de Ciro Guerra.
