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Las almas ancestrales de la Laguna de Ontibón

Indígenas de diferentes tribus se reunían a entregar parte de las cosechas a la laguna, ahora ellos se mantienen firmes en un cuerpo que no es suyo, son soldados frailejones.

Por: Ruth Johanna Gélvez Rodríguez.

Al sur del departamento de Norte de Santander, en un municipio llamado Cácota, existe una laguna conocida por ser 'un centro de ritual indígena', según comentan sus pobladores, el lago antes llamado Ontibón y que ahora es conocido como Cácota recibía las cosechas de varias comunidades indígenas.

"Por lo general cuando nosotros entramos acá pedimos permiso con mucho respeto y con el objetivo de ser bienvenidos. Por ser un sitio sagrado existen muchas leyendas y trascendencia espiritual” explicó Yesid Alfonso Araque, secretario de cultura de Cácota.


La laguna está escoltada por alrededor de 100 frailejones de cerca de cuatro metros, ellos se mantienen juntos, erguidos como si las almas de los indígenas reposaran en sus cuerpos vegetales, a unos metros del lago vigilan su tesoro hecho agua.

"Ella era centro ritual, está ubicada en una meseta media y el espejo de agua es de cuatro hectáreas aproximadamente. Al lado de los guardianes frailejones existe un corral de piedra, una construcción de 100 metros, trabajada por las comunidades para hacer de ese espacio centro de sus rituales. Ahora utilizamos el interior del corral para acampar" manifestó Araque.


Los indígenas fueron arrasados por los españoles en la época de la conquista, "se dice que en un periodo de siete años murieron cerca de 200.000 de ellos y al conquistador de esta región la Corona lo castigó pagando cuatro kilos de oro" agregó Alfonso Araque, mientras nos encontramos a mitad de un camino que fue hechos por los españoles, pero labrado por las manos de seres de estas tierras.

"Se tiene un estimado de que en el año 1.600 Chitagaes, Cácotas y otras tribus fueron sometidas para abrir el camino real que conducía de San José de Cúcuta a Santa Fé de Bogotá", Araque termina la narración dentro del circulo de rocas. Los habitantes del municipio hablan de una Laguna con vida, que, sin un corazón respetuoso para conocerla, ella llama la niebla para no ser encontrada.

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