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“La poesía es mi vida”: Jesús Peña Coral

Por: Janneth Jurado. “Mi primera poesía fue para una presentación en el colegio, fue el día de la mujer. Desde allí me empezó a gustar declamar, parece que lo hacía bien porque siempre me elegían para los programas e izadas de bandera”, comentó Omaira Bastidas, al recordar cómo nació en ella la inquietud por darle vida a un texto a través de la interpretación. Omaira nos regala en su voz, un aparte de ‘Brindis del bohemio´ un poema de Guillermo Aguirre Fierro.

Por: Janneth Jurado.

“Mi primera poesía fue para una presentación en el colegio, fue el día de la mujer. Desde allí me empezó a gustar declamar, parece que lo hacía bien porque siempre me elegían para los programas e izadas de bandera”, comentó Omaira Bastidas, al recordar cómo nació en ella la inquietud por darle vida a un texto a través de la interpretación. Omaira nos regala en su voz, un aparte de ‘Brindis del bohemio´ un poema de Guillermo Aguirre Fierro.

“A cada nueva libación, las penas hallábase más lejos del grupo y nueva inspiración llegaba a todos los cerebros, con el idilio roto que venía, en alas del recuerdo”: Omaira Bastidas, declamó.

La declamadora pastusa considera que en la actualidad ya no es tan común encontrar en las actividades escolares o familiares, a esas personas que son capaces de cautivar a otros, hacer que vibren con las palabras de un poema. Muchos ya ni siquiera tienen archivado en su memoria un texto para compartir con los demás. El arte de acentuar con el gesto, la mímica y el movimiento, aquellos versos o palabras, imprimirles sentimiento y emoción. Omaira considera que esta práctica está desapareciendo.

Para Jesús Peña Coral, quién empezó leyendo y declamando los poemas de otros, el tiempo despertó en él sus sentimientos y terminó convirtiéndose en poeta, considera que la poesía es su vida, y que siempre existirá un verso que identifique a dos o más seres humanos.

“Eso que se hace cuando uno declama o cuando uno lee un poema, de alguna manera siente que está purificando su alma, para volver a retomar energías”: Jesús Peña Coral, poeta.

Jesús le escribió a las situaciones que causan dolor, tituló su poema ‘Llanto de invierno’, una manifestación de empatía que refleja la sensibilidad y esperanza de cambio.

“Clandestinos ojos de guerra, imágenes parcas sin alma, en el umbral de un campo santo, donde suspiran los huesos de los muertos”: Jesús Peña Coral, poeta.

Jorge Ayala Rosero docente y rector de una institución en el sector rural de Pasto, realiza eventos en donde los niños, niñas y adolescentes puedan declamar sus poemas o aquellos que les gusten a los estudiantes y que sean de otros autores, para fomentar la poesía y la declamación. Nos contó que alguna vez, tratando de conquistar el corazón de una mujer, decidió hacerlo preguntándole ¿qué era lo que ella quería?

“Dime qué quieres, para querer a este perdido enamorado”: Jorge Ayala, docente.

Dayra Galeano, es una mujer que como maestra de primaria no solo se dedicó a escribir, buscó la forma de hacer un trabajo profesional de audio y de esa forma incentivó a sus estudiantes a declamar, a que ejerciten la memoria, la lectura y la interpretación, concentrando todo el arte en la voz y modulación. “No podemos permitir que esto desaparezca, en la declamación, tenemos la posibilidad de reír, de llorar, de vivir”, agregó Dayra.

“Cuando yo era pequeña, creía que las chalinas eran tan pesadas, que mi abuelita se cansaba cuando usaba una de ellas”: Dayra Galeano, docente y declamadora.

En las voces de estos hombres y mujeres, se destaca la importancia de una actividad que involucra compartir, ellos recordaron cuando en las fiestas no faltaba el niño que se ganaba el aplauso de familiares y amigos cuando daba vida a las letras de un poema. Recitales, centros literarios, tertulias y concursos, son las herramientas para que el arte de la declamación no se quede en la memoria de padres y abuelos.

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