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Álvaro Castillo Granada: un librero por vocación

Este domingo Entre Líneas se pierde en las historias detrás de los libros de San Librario, una librería de viejo, de libros usados, ubicada en Bogotá

Este domingo, Entre Líneas se pierde en las historias detrás de los libros de San Librario, una librería de viejo, de libros usados, ubicada en Bogotá y que es reconocida como una de las más importantes de Colombia. Este recorrido lo haremos de la mano de Álvaro Castillo Granada, uno de los socios fundadores del establecimiento y conocido por muchos como el librero que puede conseguir todo lo que se le pida.

Foto: Sandro Sánchez.

La historia de Álvaro Castillo Granada encontrando libros empezó muy joven en los ficheros de la biblioteca de su colegio, el San Bartolomé la Merced, en Bogotá. Allí pasaba horas abriendo gavetas, yendo de una ficha a otra, de unas “palabras claves” a otras y, así, de un libro a otro. De ese modo, poco a poco, con la paciencia que sólo podía tener quien más adelante sería el encargado de conseguirle libros y datos a Gabriel García Márquez, encontraba un autor y lo exploraba hasta leerlo todo.

Foto: Sandro Sánchez.

Esta curiosidad por los libros lo llevó, en 1988, a ver en la venta de libros una posibilidad de trabajo. Por eso el 30 de noviembre de ese año es una fecha muy importante para él. Ese día, luego de visitar una librería y de que lo invitaran a trabajar allí, empezó a ser librero. Aunque, según cuenta Álvaro, muchos de los que lo conocen desde pequeño dicen que, cuando se le preguntaba qué quería ser de grande, él respondía, sin dudarlo, que librero. De este modo empieza la historia de un hombre que vive entre torres de libros (no sólo en San Librario sino también en su casa), que pasa lentamente la mirada por las bibliotecas privadas que lo invitan a revisar para ver si le interesa comprar algo, que puede durar horas hablando con un cliente para lograr descubrir cuál es el libro que le hace falta en la vida, o que sabe guardar respetuoso silencio hasta que le dicen: “Buenos días, estoy buscando la primera edición de…”.

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