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En Colombia se practica una vasectomía por cada 9 ligaduras de trompas

Aún prevalecen el desconocimiento y los mitos sobre este método de anticoncepción definitiva para los hombres.

Por: María Camila Sánchez

Aunque en el último año han sido al menos 16 mil vasectomías las que entidades como Profamilia han efectuado, aún prevalecen el desconocimiento y los mitos sobre este método de anticoncepción definitiva para los hombres.

La vasectomía es un método anticonceptivo permanente que consiste en una sencilla cirugía en la que se cortan los conductos deferentes (que son los que transportan los espermatozoides), y luego se atan o sellan para que los espermatozoides no entren en el semen y así impedir que haya un embarazo.

“Es un procedimiento mínimamente invasivo, dura aproximadamente 10 minutos y durante este se realiza un corte de menos de un centímetro en el escroto, que es la piel de los testículos. No necesita de puntos, la recuperación es rápida y requiere de entre 5 a 6 días de incapacidad”, explicó la doctora Diana Torres, uróloga de Profamilia.

En Colombia, según datos de la Asociación Probienestar de la Familia Colombiana Profamilia, actualmente se realiza una vasectomía por cada 9 ligaduras de trompas, lo que significa que aún prevalecen los métodos de anticoncepción definitiva en las mujeres. No obstante, la cifra es alentadora para los esfuerzos de concientización sobre este procedimiento ya que hace cerca de 20 años, la proporción era de una vasectomía por 20 ligaduras.

Según un informe sobre la división de la población mundial de las Naciones Unidas del 2015, Colombia ocupaba el quinto lugar con la prevalencia más alta de vasectomía, con un 3%. Los países de mayor práctica de estos procedimientos en la región son Canadá (22 %), Estados Unidos (11 %), Brasil (5 %) y Costa Rica (5 %).

Una investigación de Profamilia revela que en Estados Unidos se estima que se efectuaron 527.476 vasectomías en el 2015, mientras que en Colombia se han realizado un total de 274.332 vasectomías en un periodo de 46 años, comprendidos entre 1970 al 2016.

“La baja realización de estos procedimientos está relacionado, tal vez, a que los hombres han tenido poco acceso a programas de salud exclusivos para hombres y hay ignorancia; falta conocimiento y por eso tienden a creer cosas que no son reales”, indicó Torres.

Entre esos mitos que menciona Torres están algunas falsas creencias como por ejemplo, que la vasectomía causa impotencia, que afecta el deseo sexual o la eyaculación. “Es falso, realmente no sé de dónde viene ese mito. Es casi como un chisme porque no tiene fundamento científico”.

La planificación familiar no es un tema exclusivo de las mujeres. En la mayoría de casos, los métodos anticonceptivos son más frecuentados por las mujeres que los hombres, aun cuando la ligadura de trompas reviste tres veces más los riesgos para la salud si se compara con la vasectomía.

“La ligadura implica anestesia general, los órganos de las mujeres son internos así que implica una apertura más profunda del abdomen para llegar a las trompas. En cambio, en la vasectomía, el proceso es ambulatorio, dura 10 minutos y se recuperan mucho más fácil”, aclaró Torres.

Cualquier hombre mayor de 18 años puede practicarse una vasectomía siempre y cuando no tenga alguna enfermedad o condición que impida el procedimiento y sobre todo, que esté bien informado. No importa si ya es padre o definitivamente no quiere serlo, antes de someterse a la vasectomía, la doctora Torres recomienda resolver todas las dudas.

“Es importante que los hombres tomen conciencia de que la responsabilidad de la planeación de la familia no solo es de ellas. Hay que educarlos sobre este procedimiento y que se les aclaren todas las inquietudes y mitos”, puntualizó.

Un testimonio sobre este procedimiento

Pedro Montero es un hombre de 42 años que en el 2006 se sometió a la vasectomía tras indagar sobre el procedimiento, resolver ciertas dudas y estar plenamente convencido con su esposa de que no serían padres.

“No tomé esta decisión sólo, fue de común acuerdo con mi esposa. Nuestra decisión como pareja fue no tener hijos y cuando averiguamos sobre métodos definitivos de planificación, un médico nos explicó que el procedimiento más común en las mujeres es la ligadura de trompas y esta es una cirugía mayor que traía muchísimos más riesgos. Así que decidimos optar por este procedimiento”, explicó Montero.

Con plena naturalidad, tranquilidad y convencido de que fue la mejor decisión, Montero indicó que la cirugía no revistió ningún riesgo, que no hubo dolor y que en el quirófano no tardó más de 10 minutos.

“Fue un procedimiento expedito; me demoré 3 horas pero puedo decir que fueron 2 horas y 50 minutos en la preparación: mientras me alistaron, me pusieron la bata, y demás. A los 10 minutos de que me hicieran la cirugía ya estaba vestido y en la puerta de la clínica”.

Según Montero, en la sociedad colombiana pesan más las razones culturales y algunos tabúes que las verdaderas consecuencias de la vasectomía, pues luego de 13 años de haberse sometido a este procedimiento, no ha evidenciado ningún efecto contraproducente ni para su salud ni su vida sexual.

“Detrás de esto creo hay mucho machismo y varios asuntos culturales. Hay quienes creen que ‘se deja de ser hombre’ y cosas similares por hacerse este procedimiento pero es algo rutinario y no cambia en absoluto la vida sexual o íntima”, dijo Montero al insistir en que recomienda practicarse la vasectomía “sin ninguna duda”.

Este año Colombia es la sede anfitriona de la séptima versión del Día Mundial de la Vasectomía, designado por el movimiento World Vasectomy Day y Profamilia. Durante esta semana y con una amplia agenda académica, buscan promover la participación responsable y equitativa de la población masculina en la sexualidad y la anticoncepción.

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