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El equipo de microfútbol de Soacha que le ganó el partido a la violencia

Gregorio Vargas lidera este proyecto que le arrebató los niños a la violencia y la droga, para convertirse en un modelo a imitar.

Por: Thomas Beltrán Lozano

Es imposible esconder la problemática social de un municipio como Soacha (Cundinamarca) y así lo entendió Gregorio Vargas, un hombre amante del deporte y que sin ningún interés diferente al de ayudar, formó un club deportivo de formación en microfútbol en el barrio Compartir, donde la droga y la violencia hacen parte de la cotidianidad.

Preocupado por los más pequeños, junto a dos amigos comenzaron a formarlos no solo en lo deportivo sino en valores, para tratar de arrebatarlos a lo que ellos llaman los ‘malos pasos’.

“En el sector en el que vivo se ve mucho la drogadicción y entonces los chicos no podían jugar porque es muy complicado ese tema en el municipio de Soacha. Con dos amigos le dijimos a los niños que no volvieran a salir al parque donde ellos jugaban porque los viciosos no los dejaban divertirse. Nosotros los llevamos a un torneo, pero les iba mal porque no estaban preparados y los papás nos dieron la idea de que hiciéramos una escuela”, señala Gregorio.

Lo que empezó con apenas 10 niños interesados, hoy se ha convertido en un club de casi 70 deportistas de los 6 a los 18 años de edad, que encontraron un lugar no solo para practicar microfútbol, sino para aprender valores.

Foto: Cortesía Ricardo Pulido.

Pero hubo un alumno que cambió la vida no solo de Gregorio, sino de todos los del club, hasta tal punto que inspiró el nombre del equipo.

Ricardo Pulido, un deportista especial

Motivado por lo que hacían en este equipo, un joven llamado Ricardo Pulido se acercó a las canchas a pedir que lo dejaran entrenar. Su condición de discapacidad no fue problema para que Gregorio lo aceptara, por la sencilla razón que la idea no es ganar torneos y campeonatos sino ganarle partidos a la violencia.

“En lo personal me cambió la vida, porque uno reniega mucho y no se da cuenta que puede hacer infinidad de cosas. Una persona como él hacía cosas que no hacían los demás y eso fue un revuelco total en mi vida”.

Esa inspiración llevó a Gregorio a ponerle a su escuela ‘Club Deportivo Ricardo Pulido’ como una manera de rendir homenaje a esa persona que llegó para darle a este equipo más grandeza de la que tenía.

Foto: Cortesía Ricardo Pulido.

Ricardo no es un gran goleador, no tiene la mejor técnica, no hace túneles ni taquitos, pero con la alegría que lleva cada vez que va a la cancha a motivar a sus amigos, es suficiente para todos. Eso ha permitido que jóvenes que no tenían un rumbo claro, vean en Ricardo un espejo para salir adelante.

“Es una gran persona, llena de valores, quiere mucho al club y sabe que es de él. En los entrenamientos les exige a los niños y Richie es lo mejor que le ha podido pasar a esta gran familia”, dice Gregorio Vargas.

El club no tiene las vitrinas llenas de títulos, pero tiene personas llenas de amor, con un rumbo claro y con una filosofía de vida que muchos envidiarían. El método para pertenecer a este equipo incluye firmar un compromiso para no bajar el rendimiento académico y tener un destacado comportamiento en la casa. Eso los convierte en una familia llena de campeones.

Foto: Cortesía Ricardo Pulido.

Todo se hace con esfuerzo, desde conseguir los uniformes, hasta premiar a los mejores jugadores cada mes. Los líderes no decaen y por el contrario luchan por sacar adelante este club y que más niños y jóvenes se vinculen para seguir ganándole el partido a la violencia.

El ‘Club Deportivo Ricardo Pulido’ es uno de los equipos que estará en competencia de microfútbol desde el municipio de Soacha (Cundinamarca) el próximo domingo 22 de abril de 4 a 6 de la tarde en Señal Deportes. Esta será la primera versión 2018 de una nueva temporada del proyecto ‘Mi Tierra Deportiva’.

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