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Las manos que prepararon la Casa de Nariño para el papa

Hablamos con los trabajadores de servicios generales de la Casa de Nariño, esos que están detrás de bambalinas en los grandes eventos que se transmiten por televisión.

Por: María Camila Sánchez.

Ellos son los encargados de esos detalles que poco se aprecian pero que en su conjunto forman cuadros deslumbrantes; son manos que silenciosamente se pasean por los pasillos de la Casa de Nariño revisando milímetro a milímetro sus entrañas.

Aunque pocos los distinguen, jamás salgan en los medios de comunicación y no luzcan altos tacones o elegantes corbatas, ellos hacen parte del palacio presidencial y su trabajo constituye una de las labores más difíciles que tiene esta casa.

Actualmente trabajan en mente con una sola instrucción: todo debe estar perfecto para la llegada del papa Francisco a la Casa de Nariño, lo que implicó mucho más trabajo para ellos: pulir los escudos, brillar los adornos de cada salón del Palacio, pintar paredes y rejas, lavar los pisos, aspirar las alfombras, y otro sin número de labores que sólo se han visto acumuladas y en su conjunto para tan magnánime visita.

Escuche aquí los relatos de los personajes detrás de esta histórica visita:

Hablamos de los trabajadores de servicios generales de la Casa de Nariño, esos que están detrás de bambalinas en los grandes eventos que se transmiten por televisión; son los que se encargan de hacer brillar los pisos y mantener reluciente el recinto, y los que ahora ansían ver, así sea desde lejos, al papa Francisco.

Desde junio trabajan sin descanso, tienen turnos de ocho horas que se han tenido que extender por la cantidad de labores acumuladas y encomendadas, todos los días alistan hasta el más mínimo detalle para que el jueves 7 de septiembre, el papa pise esas baldosas que ellos han limpiado y así, se puedan sentir orgullosos.

Para algunos esta visita es sólo la llegada de un jefe de Estado, para otros, es la oportunidad de tener al jerarca de su iglesia a pocos metros de distancia y soñar con la posibilidad de poder hacerle una sola petición: que los bendiga.

Esta es una breve historia del trabajo que ellos desempeñan y de las expectativas que aguardan para la visita, tal vez más importante que recibirán.

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