San Andrés apuesta por la agricultura orgánica para mejorar la calidad alimentaria
Un grupo de agricultores de la isla decidió apostar por los cultivos orgánicos, libres de pesticidas y químicos, con el fin de llevar alimentos de la tierra directamente a la mesa, sin necesidad de depender del costoso transporte en barco o avión.
Uno de estos agricultores es Farouk Talal Khaddaj, un libanés radicado en San Andrés desde hace más de 40 años. Su sueño de cultivar de forma orgánica se ha hecho realidad. "Desde niño, observaba a los campesinos en Líbano arando y sembrando con bueyes, y siempre quise hacer lo mismo. Ha sido mi pasión y mi hobby, y he realizado cursos para hacerlo posible", afirma el empresario.
Durante más de 10 años, Farouk se dedicó al comercio de frutas y verduras, pero tras una crisis en el transporte aéreo, se dio cuenta de que San Andrés necesitaba ser autosuficiente en cuanto al abastecimiento de verduras. Así, después de varios años de prueba, comenzó a cultivar tomate cherry, berenjena, melón, pepino, pimentón, yuca, papaya, cúrcuma, plátano, banano, tomate y otros productos, los cuales vende a la comunidad.
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Jonathan Silva también forma parte de este grupo de isleños que apuesta por lo orgánico. Actualmente cultiva maracuyá, flor de Jamaica, ají (basket pepper), yuca, tomate y sandías.
En San Andrés y Providencia, cada vez son más los agricultores que se suman a la tendencia de la agricultura orgánica. Sus productos de temporada se venden en mercados locales, ferias o, como es tradición, en las puertas de sus hogares. Esta práctica no se ha perdido y cada vez cuenta con más adeptos.
Aquellos que han apostado por el cultivo en San Andrés encuentran respaldo en el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), donde se imparten constantemente cursos y talleres sobre las buenas prácticas de siembra, manipulación de productos e incluso cómo producir compost orgánico para mejorar la calidad de sus productos, beneficiando así al campo isleño.
