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Imágenes satelitales revelan mejor calidad del aire en marzo y abril en Colombia

Greenpeace observa reducción en emisiones de dióxido de azufre y de nitrógeno, relacionados con enfermedades respiratorias, entre otras.

Una investigación de la ONG ambiental Greenpeace muestra que desde que inició la cuarentena por la Covid-19, el pasado 25 de marzo, ha mejorado notablemente la calidad del aire en Bogotá, Cali y Medellín. Por lo que hacen un llamado al Gobierno Nacional ha implementar políticas que lleven a utilizar medios de transporte más amigables como la bicicleta, que permita seguir reduciendo la contaminación en la atmósfera.

El nivel de contaminación ambiental ha bajado debido a que se ha disminuido la emisión del dióxido de azufre, un gas que es muy denso y contaminante para el aire, así lo explicó Tatiana Céspedes, coordinadora de campañas de Greenpeace Colombia.

“Pero lo principal es que su presencia genera dificultad para respirar, inflamación de las vías respiratorias, irritación de ojos, daños en la garganta, edema pulmonar, insuficiencia cardíaca y colapso circulatorio,situaciones especialmente graves en el contexto de expansión del coronavirus”, añadió.

Según un reciente estudio de la Universidad de Harvard, pequeñas variaciones al alza de material contaminante en el aire puede generar aumentos de un 15% en las muertes por Covid-19, ya que el aumento de la contaminación está directamente asociada con enfermedades respiratorias, como bronquitis y el asma.

Imágenes satelitales también evidencian una brusca caída de la presencia de dióxido de nitrógeno (NO2), relacionado directamente con emisiones de los automóviles y uno de los causantes de la lluvia ácida. Está asociado a “la dilatación de los tejidos en la garganta y las vías respiratorias superiores, reduciendo la oxigenación de los tejidos del cuerpo, produciendo acumulación de líquido en los pulmones y hasta la muerte”, dijo Céspedes.

Y concluyó: “Las imágenes satelitales nos permiten ver una disminución de los contaminantes a la atmósfera con respecto al año pasado cuando no había un aislamiento obligatorio. Esto lo que nos permite ver y evidenciar es que nuestras actividades de la cotidianidad, como ir al trabajo, movilizarnos de un lugar a otro, tener las fábricas e industrias trabajando a tope, generan grandes cantidades de emisiones a la atmósfera que son perjudiciales para nuestra salud y para la atmósfera”.

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