Denuncian violencia en pasos fronterizos ilegales entre Colombia y Ecuador
Mandatarios de los municipios Ipiales y Cuaspud Carlosama (Nariño), ubicados en zona fronteriza con Ecuador, denunciaron que no aguantan más la ola de violencia e inseguridad generada en los pasos ilegales, protagonizados por grupos que disputan el negocio del contrabando y el tráfico de migrantes en ese sector.
Recientemente, el alcalde del municipio de Cuaspud Carlosama, Aldemar Paguay, aseguró que las bandas dedicadas a estas actividades ilegales han causado muertes y enfrentamientos que ponen en peligro a la población.
“A raíz del cierre de la frontera en el Puente Internacional de Rumichaca, en nuestro municipio, el sector conocido como El Partidero se ha convertido en un tránsito ilegal de personas, mercancías y vehículos, y aparentemente diferentes grupos quieren apoderarse de las diferentes rutas que atraviesan del lado colombiano hacia el Ecuador, y esto nos ha afectado bastante”, explicó.
La crisis que afrontan comunidades aledañas a estos pasos fronterizos ilegales entre Colombia y Ecuador, en los últimos días, ha dejado dos personas muertas, sumadas al cruce de disparos por la disputa del control territorial. Las autoridades investigan la veracidad de un panfleto donde se amenaza la vida de migrantes de nacionalidad venezolana.
“Nosotros hemos informado directamente al coronel de la Policía y el Ejército sobre un grupo de siete personas que se acercaron a la vereda San Francisco de Arellanos, que es uno de los tránsitos hacia Ecuador, en donde hicieron unos disparos y dejaron pintando una pared en la escuela rural y una casa, en el cual manifiestan que son de las Farc. En el momento también circula un panfleto que manifiesta que los ciudadanos venezolanos no pueden transitar después de las 9 de la noche”, sostuvo el mandatario.
Paguay pidió que de manera urgente la realización de un consejo de seguridad y señaló que se requiere cuanto antes la apertura oficial de la frontera en el Puente Internacional de Rumichaca, para evitar que el negocio del tráfico ilícito de personas y mercancías siga cobrando vidas, generando lucro a los grupos ilegales y sembrando temor en las comunidades.
