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Indígenas Embera asentados en Bogotá regresaron a sus territorios

Las comunidades que estaban ubicadas en el parque La Florida de Bogotá, retornaron a sus territorios ancestrales en Risaralda y Chocó.
Foto: Unidad para las Víctimas
Hernando Moreno

Tras permanecer algo más de un año en Bogotá, en medio de difíciles condiciones climáticas, de salud y sociales, 750 indígenas Embera oriundos de los departamentos de Risaralda y Chocó retornaron a sus territorios ancestrales con el apoyo y acompañamiento de la Unidad para las Víctimas y la administración de la capital del país.

Las 215 familias que se encontraban en el parque La Florida fueron trasladadas en 20 buses hasta el punto de desembarque en el resguardo Gitó Dokabú, en Pueblo Rico, en donde a lomo de mula emprendieron su trayecto final, algunos en territorio risaraldense y otros hasta el municipio de Bagadó, en el Chocó.

“Fruto de la concertación con la comunidad Embera, regresaron a su territorio 215 familias pertenecientes a estos dos departamentos. Las personas tienen todas las garantías de seguridad, voluntariedad y dignidad para reunirse con familiares y amigos en sus resguardos. Esto se logra gracias al esfuerzo interinstitucional mediante el cual lograremos mejorar su calidad de vida”, puntualizó el director general de la Unidad de Víctimas, Ramón Rodríguez Andrade.

Para su retorno a las comunidades les fueron entregados ayudas humanitarias en mercados, auxilio de transporte y kits de herramientas y hábitat.

“Adelantamos la segunda fase de este retorno con total éxito, garantizando la entrega de sus enseres y ayudas en especie y en dinero”, según lo señalado por el director territorial de la Unidad en el Eje Cafetero.

Entidades como la Policía Nacional, la Cruz Roja, la Defensoría del Pueblo, el ICBF, las gobernaciones de Risaralda y Chocó, las alcaldías de Pueblo Rico y Bagadó, trabajaron conjuntamente en ese propósito.

“Desde la Personería de Pueblo Rico estamos aunando esfuerzos entre todas las entidades para que las comunidades lleguen de nuevo a su seno familiar y se les respeten sus derechos como comunidad de especial protección. El llamado es a que se mantengan en sus tierras y hagan respetar sus creencias y cosmovisión”, expresó Danilo Mejía, personero del municipio receptor.

Finalmente, Jonatán Forero, coordinador de retornos y reubicaciones de la Unidad informó que “hemos gestionado también la portabilidad en salud, las inclusiones en el sistema educativo de sus hijos y la oferta por parte del Departamento de Prosperidad Social, del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y de las gobernaciones de Risaralda y Chocó”.

 

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