La supervivencia en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina es cada vez más compleja debido al encarecimiento de los alimentos básicos. El alza en el precio del dólar en relación con el peso colombiano, afectan la economía del archipiélago. En los últimos días, se prendieron las alarmas por el paso de la divisa americana que alcanzó niveles superiores a los $4.000 pesos colombianos.
Según Jennifer Yepes, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio de San Andrés, los elevados precios en los productos básicos derivados del alza del dólar, se verán reflejados durante las próximas dos o tres semanas, hasta cuando ingresen nuevamente barcos cargueros a los puertos de la isla. Esto teniendo en cuenta que las fluctuaciones de la moneda continúen con un comportamiento estándar o tendiente a la disminución.
“Ya no aguantamos más; los precios son absurdos, no es justo que una naranja cueste $3.000 pesos, un kilo de carne a $36.000 pesos, el ñame que costaba 3.000 ahora está en $4.800”. Señaló una habitante de San Andrés. Por su parte, Pacual Salcedo, líder y promotor comunitario indicó que “cada que sube el dólar suben los precios de todo, pero cuando el dólar baja, no bajan los precios”.
Por otro lado, distribuidores, comerciantes y tenderos de la isla manifiestan que los altos costos han propiciado menor venta y salida de los productos. “Cuando se presentan estas situaciones se me empiezan a quedar los enseres. Mis ingresos y ventas semanales disminuyen casi a la mitad. Aseguró Mirta Jay, tendera del sector de San Luis”.
Por su parte Ling Jay, habitante de Providencia, la situación en esta isla es más grave aún e indicó que le generó sorpresa darse cuenta de que en cuestión de días una libra de frijoles pasó a costar hasta 14.000 pesos colombianos. “Si en San Andrés están mal, acá estamos peor”, señaló.
Recordemos que, a mediados de semana, la representante a la Cámara Elizabeth Jay-Pang solicitó acciones inmediatas del Gobierno Nacional como la desdolarización de las tarifas de los servicios portuarios y el control de precios a los establecimientos comerciales, para así lograr la disminución del precio de enseres que presentan alzas hasta en un 30%.