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Desarrollan modelo de UCI portátil que se adapta a diferentes zonas geográficas

Un proyecto que surge como una alternativa para fortalecer la capacidad hospitalaria del país en medio de la pandemia.

La preocupación por la instalación y capacidad de unidades de cuidados intensivos en el marco de la pandemia por Covid-19 en Colombia y el mundo, fue la base para que investigadores de la Universidad de Antioquia desarrollaran un modelo de UCI portátil, que se adapta a diferentes espacios para atender situaciones de emergencia, buscando garantizar condiciones óptimas para el personal de salud y los pacientes.

Se trata de un proyecto desarrollado entre las facultades de Ingeniería y Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias (Cifal) de la UdeA, en alianza con las empresas Construhigiénica e Industrial Conconcreto y el apoyo de Tecnova. Además de contar con participación de un grupo de egresados y estudiantes de la Universidad Nacional - Sede Medellín.

“El proyecto MHIA (Módulos Higiénicos Adaptables) es un aporte a la sociedad a través de un montaje rápido, seguro y que permite adaptarse a cualquier condición geográfica con muy buenos resultados. Estamos hablando de unos módulos que se pueden armar en ocho días”, explicó en entrevista con Radio Nacional, Juan Carlos Amaya Gómez, jefe del Centro de Innovación e Investigación de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias de la institución.

El académico resaltó que, sumado a los reducidos tiempos de instalación, este proyecto tiene varios atractivos, como sus condiciones higiénicas y de bioseguridad, tanto en el material que está construido, como la garantía para el personal médico; además de la facilidad para el montaje.

Foto: Juan Pablo Hernández Sánchez - UdeA.

El prototipo inicial de esta iniciativa, que fue instalado en la sede principal de la UdeA, tiene unas dimensiones de 6 metros de largo por 3 de ancho y una altura de 2,5 metros. Incorpora con una estructura metálica de soporte, paneles tipo sánduche y aislamiento de poliuretano. Así mismo, el piso es antibacterial y las puertas y ventanas tienen especificaciones para construcciones higiénicas, con uniones redondeadas y molduras para evitar la acumulación de residuos.

“Lo que nosotros establecemos es flujos seguros para el personal médico y adicionalmente, darle un tratamiento especial de aislamiento al paciente y obviamente a lo que disponga esta condición, residuos por un lado, en fin. Este montaje, nosotros lo hacemos tipo lego, o sea, de acuerdo con el espacio, podríamos armar varios de esos módulos sin ningún problema”, expuso Amaya.

El proyecto se viene realizando desde el mes de marzo, recogiendo experiencias de países como China, Japón e Italia. A partir de este panorama y el aprendizaje obtenido, se empezó a estructurar este trabajo colectivo entre profesionales, academia y sector empresarial.

“Lo que sabemos que va a ser un obstáculo grande es que las personas lo conozcan y sobre todo, que los empresarios y el Gobierno se enteren de esta iniciativa para poderla hacer realidad. Por fortuna, hemos recibido mucho apoyo de la industria y hemos logrado que los costos sean menores a los proyectados”, manifestó el profesor Amaya.

El jefe del Cifal de la UdeA hizo un llamado para lograr el apoyo de la sociedad en general con el fin de tener los recursos económicos que faciliten el desarrollo de esta iniciativa, que surge como una alternativa para fortalecer la capacidad hospitalaria del país en medio de la pandemia actual.

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