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Yucas Catatumbo, un emprendimiento con sabor a paz en Norte de Santander

El proyecto recientemente hizo su presentación ante el mercado internacional y busca lograr la industrialización del campo por medio de los cultivos de yuca.
Yucas Catatumbo: emprendimiento para el mercado internacional
Foto: Anderson Salinas
Anderson Salinas

Miguel Ángel Bacca es robusto, de piel morena y de su imaginación en el 2022 nace el emprendimiento campesino: ‘Yucas Catatumbo’, una iniciativa que surge con la posibilidad de ofrecer alternativas a las siete familias que componen el proyecto y que busca la industrialización del campo en esta subregión nortesantandereana.

“Está es una oportunidad para nosotros porque nacemos después de una pandemia para buscar mejores posibilidades para la región que ha sido afectada por el conflicto armado. Nosotros somos generadores de paz, buscamos que el campesino recupere la vocación agropecuaria”, comenta Miguel Ángel su representante legal. 

Quienes integran el proyecto comienzan su jornada diaria sobre las 5:00 a.m., antes de iniciar con la idea sus vidas se desenvolvían entre la zozobra de no ser descubiertos, hoy con todo el esfuerzo persiguen su principal sueño: poder ser vistos como la despensa agrícola de la región y para esto ofrecen una serie de derivados de la yuca. 

Yucas Catatumbo

“Hoy queremos mostrar al mundo todo lo que hacemos, ofrecemos snacks, palitos de yuca, hawks brown, croquetas, yuca en astilla, todo con un plus: en Yucas Catatumbo todos trabajamos bajo la bandera de la paz, de la reconciliación, porque todos aquí tenemos la oportunidad de ser mejor que en el pasado”. 

De acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural para 2020 en Norte de Santander, las familias campesinas cosecharon un aproximado de 120 mil hectáreas de yuca. Para Miguel Ángel, el cultivo del tubérculo se convirtió en el camino de la transformación del campo. 


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Para la región, que por tradición abundan los cultivos de café, caña panelera o piña, la yuca se presenta entre los campesinos en el municipio de El Tarra como una clave para generar el desarrollo económico y social en la región. 

“Queremos convertirnos en un aliado con los industriales y comercializadores, hoy transformamos la materia prima y queremos jugar un papel importante entre el consumidor y nosotros los productores, es un producto sano, cero glútenes, que no hace daño a quienes lo consumen”.

El Tarra, Norte de Santander, es la tierra entre ríos. Así mismo, es el segundo municipio con mayor producción de hoja de coca en la región después de Tibú. De acuerdo con el más reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) el Catatumbo es la segunda región del país con la mayor extensión sembrada en coca, con 42.576 hectáreas.

Para Yucas Catatumbo está realidad se transformó en una ruta donde los campesinos pueden apostarle a la legalidad desde la sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito. Y es que la paz, para ellos, es poder iniciar y adelantar este tipo de proyectos que son la bandera de la convivencia y la reconciliación.  

“Recientemente presentamos al mercado internacional el proyecto, nos imaginamos que, así como en algún momento tuvimos la oportunidad de exportar coca a los EE.UU. hoy queremos ser una referencia para que nuestros productos que nacen de la transformación de la yuca lleguen a otros países y que reconozcan al Catatumbo desde otra mirada que la del conflicto”, agrega Miguel Ángel.  

El Tarra, es el corazón del Catatumbo y epicentro del emprendimiento donde los campesinos y las víctimas del conflicto armado quieren sembrar paz y cosechar esperanza en medio de los cultivos de yuca.

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