Pasar al contenido principal
CERRAR

Infraestructura paralizada: el costo de los megacontratos estancados del Grupo Sarmiento Angulo

Los megaproyectos Vía al Llano y Mulaló‑Loboguerrero, bajo concesión de Sarmiento Angulo, acumulan retrasos y sobrecostos sin avances, por licencias pendientes y negligencia en gestión de riesgos.
Los dos megaproyectos de infraestructura fallidos de Sarmiento Angulo en Colombia
Foto: Concesión Santa Marta Paraguachón S.A
Radio Nacional de Colombia

Una década después de firmarse los contratos, dos de las obras de infraestructura más ambiciosas del país —la vía Mulaló-Loboguerrero y el puente Chirajara— siguen marcadas por el fracaso, la tragedia y la falta de rendición de cuentas. Ambas, bajo la responsabilidad de concesionarios del poderoso empresario Luis Carlos Sarmiento Angulo.

Vía Mulaló-Loboguerrero: 2.2 billones sin un metro construido

Firmado en 2015 durante el gobierno de Juan Manuel Santos, el contrato para la vía 4G Mulaló-Loboguerrero prometía reducir hasta una hora el trayecto entre el centro del país y el puerto de Buenaventura. Sin embargo, pese a tener asignados más de 2.2 billones de pesos y una concesión a cargo del Grupo Covimar —vinculado a Sarmiento Angulo—, ni un solo metro de la carretera ha sido construido.

Las razones: la falta de licencia ambiental durante seis años, múltiples denuncias de las comunidades del corregimiento Las Pavas por la afectación a nacimientos de agua, y una disputa jurídica que hoy enfrenta al contratista con el Estado colombiano. El grupo empresarial exige casi un billón de pesos como compensación, argumentando pérdidas por un proyecto que nunca ejecutó.

“Hay maniobras para dilatar los procesos jurídicos y perjudicar al Estado”, denunció la ministra de Transporte, María Fernanda Mantilla, en el programa Señal Investigativa.

Las comunidades, silenciadas y afectadas

Campesinos del Valle del Cauca han luchado desde hace años por proteger sus fuentes hídricas. El trazado original de la vía afecta directamente el consumo de agua de las poblaciones, una situación que fue ignorada en el proceso de licenciamiento ambiental aprobado en 2021, durante el gobierno de Iván Duque.

El documento base para dicha licencia data de la administración de Álvaro Uribe y desconocía la existencia de nacimientos de agua en la zona. Hoy, el Gobierno evalúa su validez y la posibilidad de modificar el trazado.

Chirajara: tragedia sin justicia

La otra obra fallida es el puente Chirajara, en la vía al Llano. En enero de 2018, una falla estructural causó su colapso antes de ser inaugurado, dejando nueve obreros muertos. Pese a la magnitud de la tragedia, no hay responsables penales ni reparaciones integrales a las víctimas.

El puente fue reconstruido con un costo aún mayor y se entregó a finales de 2023, pero sigue sin entrar en funcionamiento por falta de trámites y condiciones técnicas.

¿Quién responde por los sobrecostos?

Ambas obras representan una herida abierta en la infraestructura colombiana: más de 2.8 billones de pesos comprometidos, comunidades afectadas, vidas perdidas y cero avances significativos. Mientras tanto, los procesos judiciales avanzan lentamente y el contratista —que ya perdió un primer laudo— insiste en reclamar compensaciones millonarias.

“Estas dos obras deberían ser emblemas de conectividad, pero hoy son símbolos de ineficiencia y posibles abusos contractuales”, concluyó Edinson Bolaños, director de la Revista Raya.

Artículos Player