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Fronteras agrícolas: denuncian impacto ambiental en páramos de Cumbal (Nariño)

Se busca enseñar a las comunidades qué tienen que hacer en estos casos y ante qué entidades deben acudir.
Fotos: Bomberos Cumbal, Nariño
Diego Burgos

El departamento de Nariño cuenta con el 6% de las reservas de páramos del país; La Cocha-Patascoy, Doña Juana y el complejo Volcánico Chiles-Cumbal, en este último se estima que en el último año se han destruido unas mil hectáreas a causa de incendios forestales, los cuales según las comunidades indígenas que habitan en esta zona, han sido causados por la mano del hombre y la expansión de las fronteras agrícolas.

Adriana del Rosario Canacon, es una líder de esta comunidad y manifestó que son los pueblos indígenas de Mayasquer, Chiles y Panan, quienes han tenido que afrontar la destrucción de las reservas de páramo. En el último mes se reportaron tres incendios que han arrasado con varias hectáreas de importancia ambiental.

“Esto no solamente ha afectado a las comunidades en Nariño, además, los incendios en ocasiones han traspasado la frontera con Ecuador, destruyendo los páramos que ahí se encuentran”; indicó Adriana.

Según la líder, se ha podido identificar que la expansión agrícola es la principal causa de la deforestación, a esto se suma el “mal manejo de la tierra” que le están dando algunas las comunidades y el cambio climático.

“Hemos podido identificar ciertos responsables de los incendios que se han ocasionado, sin embargo, la justicia no ha sido eficaz en poder sancionar a estas personas, que también son de las mismas comunidades indígenas que destruyen el territorio con la expansión agrícola”; manifestó Adriana del Rosario Canacon.

Según la líder indígena, esto es un reflejo de la difícil situación social y económica por la que atraviesan estas comunidades, que ante la falta de tierras han decidido expandirse para cosechar y ubicar el ganado en las reservas naturales.

Canacon señala que el impacto no solamente está en la destrucción de lo ambiental, sino que esto también afecta la cultura de los pueblos indígenas, que desde su cosmovisión consideran como madre a la tierra, por lo tanto, sienten su propia destrucción.

“A parte de la fauna y flora que se han destruido, también hemos sentido que se pierde la esencia del territorio, porque creemos que ahí viven los espíritus que nos protegen, y esto acaba también con nuestra propia cultura”, señaló Adriana.

Autoridades

Según la Secretaría de Medio Ambiente de Nariño, la presencia de las comunidades indígenas en el territorio ha hecho que se acceda con procesos agrícolas a las zonas de páramos, situación que ha sido más visible en los últimos años.

El secretario de Medio Ambiente, Pablo Aguirre manifestó que según el censo que tiene esta cartera, cerca de 700 hectáreas de páramos en el complejo volcánico Chiles-Cumbal se han perdido y otras 100 en el corregimiento de El Encano en Pasto.

“Los miembros de las mismas comunidades utilizan estos territorios para la siembra de papa y ganadería, se ha identificado que este territorio tiene una alta densidad poblacional y una escasa tierra para sembrar; se cree que tan solo tienen media hectárea para la siembra por familia siendo esta la zona más afectada por la invasión agrícola en los páramos”, señaló Aguirre.

Según Pablo Aguirre, son las comunidades indígenas las llamadas a realizar el primer control y las que deberían prohibir este tipo de actividades, sin embargo, es una problemática que los mismos pueblos han señalado que se les ha salido de control, y una de las causas es la presencia de grupos armados ilegales, pues influye en que no puedan realizar vigilancia en su territorio.

“Por tratarse de territorios indígenas, la Fuerza Pública ni el Ejército puede ingresar sin tener autorización o acuerdos de cooperación con los cabildos para combatir la expansión agrícola”, expresó el secretario de Medio Ambiente.

Según la comunidad, no solamente han sido las fronteras agrícolas lo que ha causado la afectación de estas reservas, también una plaga que se ha identificado a causa del cambio climático.

Por su parte el comandante del cuerpo de Bomberos de Cumbal, Jamez Gómez, manifestó que el tema de inseguridad ha sido “el talón de Aquiles” para poder atender de manera oportuna los incendios que se han presentado en los alrededores del complejo volcánico.

“En lo que va de este año se han atendido unos cinco incendios, sin embargo, no hay que hablar de cantidad, si no de la afectación que esto ha traído. Estimamos que este año son unas 560 hectáreas afectadas entre páramos, humedales y bosques”; señaló el comandante de Bomberos de Cumbal.

Posibles soluciones

Unas de las primeras acciones que se han establecido para subsanar esta problemática, ha sido la creación del Comité de Inspección y Vigilancia de los Recursos Naturales en Nariño, donde estarán las diferentes entidades del Estado, ambientales y militares, para evaluar los delitos que se estén cometiendo contra estos ecosistemas, entre ellos los incendios en páramos.

Así mismo, se les enseñará a las comunidades lo que tienen que hacer en estos casos y ante qué entidades deben acudir.

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