Ante la restricción de celebrar con fiestas concurridas la llegada del 2021, o de visitar a personas que no sean parte del núcleo familiar cercano, la Alcaldía de Barranquilla hizo un llamado a la mesura, recordando que el riesgo de contraer el coronavirus es latente si se descuidan las normas de bioseguridad.
Aunque reconoció que la ciudadanía se ha comportado mejor, en lo corrido del mes de diciembre, el alcalde Jaime Pumarejo dijo que del autocuidado depende que la ciudad avance en su plan de reapertura, tras el crudo confinamiento vivido entre abril y agosto.
Además, aseguró que si el buen comportamiento se mantiene "podremos decir que llegamos a la etapa de vacunación sin tener que volver a cerrar, tal como se lo dijimos a los barranquilleros que seríamos capaces de hacer".
En ese sentido, se flexibilizaron un poco las restricciones teniendo como referencia lo decretado durante el 24 y el 25 de diciembre. Para esos días la Alcaldía impuso toque de queda y ley seca desde desde las 11:00 p.m. hasta las 6:00 a.m. Para fin de año, ambas medidas empezarán a regir desde la 1:00 a.m. del 1 de enero hasta las 6:00 a.m. del mismo día.
Para diseñar el esquema anterior se tuvieron en cuenta cifras como la de disponibilidad de camas UCI en el Distrito, la cual, según Pumarejo, es del 45%.
En cuanto al aumento en el número de contagios y muertes que ha traído el Covid durante el último mes de 2020, afirmó que eran consecuencias esperables debido a que "es el comportamiento normal del virus, así se tenía analizado y previsto. Aún así, los casos activos siguen bajo control. La letalidad en noviembre y diciembre es 4 o 5 veces menor que en junio y julio".