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Elkin Sepúlveda, el firmante de paz que lucha por las personas con discapacidad

Una mina antipersonal le causó discapacidad múltiple, pero no le apagó su sueño de ser profesional y luchar para que las personas con discapacidad tengan una vida digna.
Quién es Elkin Sepúlveda, firmante de paz y líder derechos de los discapacitados
Karen Pedroza

Elkin Sepúlveda es un firmante de paz asentado en La Guajira. Hace 15 años fue víctima de una mina antipersonal que lo dejó sin su brazo y su ojo derecho. Ni su edad, ni haber estado en la guerra, ni su discapacidad múltiple le truncaron su sueño de salir adelante. Ahora, en su proceso de reincorporación ayuda a otras víctimas, lidera procesos de enfoque diferencial y adelanta estudios superiores.

Para contar su historia debemos remontarnos al año 1995 cuando Elkin, siendo un joven de 16 año, entró a la guerrilla de las Farc-EP, motivado por lo que para él significaba la lucha social y siguiendo los pasos de su madre y su abuelo, quienes, según cuenta, eran de ideas revolucionarias. 

“Fue de esas causas que en nuestra juventud nos embarcamos para cambiar la situación del país. Vengo de una familia revolucionaria y por temas de persecución, terminé ingresando a las filas muy joven”, relató Elkin. 

Transcurría el mes de septiembre del año 2008 cuando Elkin, por directrices de sus altos mandos, se encontraba revisando un lote de minas que habían retirado de un territorio; en medio de su labor, una de estas explotó. 

“No sabemos cómo pasó, pero en la revisión detonó una de las minas y varias explotaron. Cuando me desperté ya estaba en la mesa de cirugía interna, siendo atendido por los médicos y enfermeros de las Farc en esa época”, explicó. 

Quién es Elkin Sepúlveda, firmante de paz y líder derechos de los discapacitados

Relata que ha sido uno de los momentos más difíciles que ha vivido, pues le tocó comenzar de cero y acostumbrarse a un Elkin que ya no contaba con partes fundamentales de su cuerpo.

“Al principio siente uno que la vida se le acaba, que todo termina, que ya no se puede hacer nada, pero todo se vuelve un desafío. El primer desafío fue aprender a escribir con la mano izquierda, luego toca aprender a hacer todo lo que hacías antes, pero ahora con una sola mano que no está funcional 100%”, contó. 

Transformación en medio del proceso de paz

Ocho años después, con la firma del Acuerdo de Paz y tras haber entregado su fusil, su propósito de vida se transformó. Al llegar a La Guajira a cumplir con su proceso de capacitación y reincorporación, Elkin se trazó una meta: incluir en esa causa colectiva el enfoque diferencial.

“Nosotros, los lisiados de guerra, la población con discapacidad, los adultos mayores y los enfermos de alto costo no habíamos quedado en un capítulo del Acuerdo de Paz que impactara nuestra reincorporación de forma diferencial. Estamos convencidos de que no es igual la reincorporación para quienes tenemos estas condiciones”, aseguró. 

Luego de emprender esa lucha, se logró que, a través del Consejo Nacional de Reincorporación, se adelantara una mesa técnica para participar en la construcción del Sistema Nacional de Reincorporación, por medio de Comité Nacional de Excombatientes Lisiados de Guerra, Adulto Mayor y con Enfermedad de Alto Costo (Conelaec). 

En el municipio de Fonseca, La Guajira, hay actualmente 44 firmantes de paz certificados con discapacidad que hacen parte de dicho comité. 

Ahora, Elkin desde otros escenarios trabaja por el cumplimiento de los derechos de la población en condición de discapacidad, no solo de los firmantes de paz, sino de las comunidades aledañas al antiguo Espacio de Capacitación y Reincorporación ubicado en la vereda de Pondores, en el municipio de Fonseca, donde aún reside. 

Quién es Elkin Sepúlveda, firmante de paz y líder derechos de los discapacitados

“Queremos que se organicen, que creen su propia forma asociativa para que se auto representen. Para las personas con discapacidad todo debe hacerse con nosotros. Es muy duro ver cómo se explota a nuestra población en los territorios para obtener beneficios, algunas personas que no ven más allá de la manera de cómo obtener recursos a través del dolor ajeno”, indicó. 

Nunca es tarde para cumplir los sueños 

Elkin siempre soñó con ser profesional, cuenta que desde muy joven le apasionaba la tecnología, por eso, y motivado por salir adelante con su familia, cuando se reintegró a la vida civil no dudó en iniciar estudios superiores, a pesar de que tenía 38 años y discapacidad múltiple. 

“Ha sido un reto superarme porque quiero crecer como persona, como profesional, darle a mi familia lo que se merece: una vida no llena de lujos, pero que no falte el pan en nuestra mesa”, expresó. 

Actualmente, cursa noveno semestre de Ingeniería de Sistemas y lidera un minimercado en el espacio de capacitación y reincorporación, donde se provee de alimentos no solo la población firmante de paz, sino comunidades aledañas. 

A Elkin, la discapacidad, lejos de limitarlo, lo ha desafiado y por eso hoy continúa esforzándose para cumplir sus sueños.

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