El pintor colombiano Walbert Pérez en su exposición “In Memoriam”, hace un esfuerzo por mostrar que la memoria es la única solución posible en un país que lleva dos siglos de violencia ininterrumpida. La muestra está reunida por una serie de 25 óleos sobre lienzo, que estarán expuestos en Sala de Exposiciones Débora Arango, del Centro Cultural Gabriel García Márquez, sede del Fondo de Cultura Económica, Filial Colombia del 16 de octubre al 30 de noviembre del 2014.
También participa la artista rusa Milena Bozheva que durante seis años se dedicó a la lectura de la obra de Gabriel García Márquez, haciendo especial énfasis en El amor en los tiempos del cólera. A partir de diversos pasajes de la novela, concibió las 12 obras que ahora se presentan al público en la Librería FCE hasta el 8 de diciembre. Sus intereses se centran en el paisaje, los distintos rasgos de los personajes, la atmósfera y los diversos elementos propios de las culturas latinoamericanas que aparecen en la narración.
Christine Renaudat estará presente con "Intersticios Sonoros" que es una invitación a pensar el sonido de la violencia (e implícitamente el sinsentido de la guerra) a través de la creación, un llamado a comprender cómo se conforman los discursos de la memoria y cuál es el papel del sonido en su construcción.
Más de 80 artistas de 16 países diferentes mandaron sus composiciones, reinterpretando libremente el ruido de la violencia colombiana. Sus obras han formado parte de la exposición de Christine Renaudat, Memorial de Voces, a lo largo de su recorrido por Colombia en 2013 y por América Latina este año 2014.
Esta es una muestra de algunas de estas creaciones. Se compone de 28 piezas sonoras, acompañadas de dos estaciones de escucha con algunos de los archivos originales usados por los artistas, lo que permite valorar su trabajo creativo, y entender los sonidos de partida desde su valor documental.
El Centro Cultural Gabriel Garcia Marquez también será testigo de "Dueto" de los artistas ecuatorianos Adrián Balseca y Óscar Santillán. “Dueto” pone en diálogo las obras de dos artistas ecuatorianos: Fundiciones (Todo ladrón será quemado) de Adrián Balseca y Correspondencias, de Óscar Santillán. Las piezas toman fuerza en el contraste poético con el Centro Cultural Gabriel García Márquez y su patio que se conecta con una calle, colmada de vendedores ambulantes al cruzar la acera, en pleno centro de Bogotá. Ambas obras pueden ser dispositivos que sumen a la reflexión sobre el espacio público, la arquitectura y –en cierto grado– una caprichosa fantasmagoría del lugar.
Correspondencias, de Óscar Santillán estará abierta al público hasta el 23 de noviembre en la rampa de la Sala de Exposiciones Débora Arango.
El video Correspondencias, de Santillán, muestra a una soprano que transforma con precisión las grietas de una casona en sonido, a partir de un sistema creado por un programador. El aria resultante parece cantada en una lengua fantasmagórica, y no tanto una interpretación de los vestigios del paso del tiempo por la estructura arquitectónica. Exhibido en el Centro Cultural Gabriel García Márquez –la última creación en vida del arquitecto bogotano Rogelio Salmona–, el video propone una relectura del espacio, planteando la posibilidad de buscar en él sus propias grietas o fantasmas.
Por su parte Fundiciones de Adrián Balseca estará hasta el 8 de febrero de 2015 en el Patio José Eustasio Rivera.
En esta obra, Balseca roba la tapa de una alcantarilla de un barrio de Quito, la funde y con ese hierro crea una campana en la que inscribe la admonición “Todo ladrón será quemado”, tomada de carteles colgados por los habitantes de ese barrio. A su vez, el repique de la campana como alarma –en un ejercicio ajeno a su tiempo– desentona con las que, desde los campanarios, aún marcan la hora de la misa en los alrededores.
La Entrada es libre a todas las exposiciones, de lunes a sábado de 9 a.m. a 7 p.m. y domingos y festivos de 10:30 a.m. a 5 p.m.