Cuando tenía 10 años sufrió un accidente con pólvora que lo dejó ciego, su familia lo llevó a Bogotá donde aprendió en un colegio especial a tocar música y braille.
Lleva año y medio en ubicado en este espacio de la ciudad y tiene un repertorio extenso, entre lo que se destaca la música colombiana, su jornada laboral comienza a las 9:00 am y se extiende hasta las 5:00 pm.
Quiere con su música borrar la intolerancia, el egoísmo, la envidia, la violencia, alimentando, cómo él mismo lo dice, el espíritu de las personas.
Este contenido es el reflejo de las personas que encontramos en la calle, luchando por salir adelante.