La nueva línea de crédito sustituye a otra similar que en 2011 Colombia y el FMI acordaron por valor de 6.220 millones de dólares, que ha caducado este año.
La LCF, una especie de seguro al que pueden recurrir los países suscriptores en momentos de emergencia, proveerá a Colombia con una protección contra riesgos externos, a petición de Bogotá.
El subdirector gerente del FMI, David Lipton, dijo en un comunicado que "Colombia tiene políticas muy sólidas, un compromiso con el mantenimiento de los objetivos de inflación, un tipo de cambio flexible, una efectiva regulación y supervisión del sector financiero y una política fiscal guiada por un mandato equilibrado del gobierno central".
Lipton confió en que el gobierno de Bogotá mantenga sus políticas macroeconómicas, entre ellas la recién aprobada reforma fiscal para "aumentar el crecimiento, reducir la desigualdad y fortalecer la resistencia de la economía".
Pese a que el FMI espera que Colombia crezca por encima del 4 por ciento en 2013, con una inflación entre el 2 y 4 %, el Fondo recuerda que persisten "riesgos a la baja", por lo que consideró que la línea de crédito precautoria "ayudará a Colombia a manejar de manera efectiva los shocks potenciales y mantener un desempeño económico sólido".
La LCF es un instrumento creado el 24 de marzo de 2009 que se encuentra a disposición de países miembros del FMI con fundamentos económicos, políticas y un historial de aplicación de políticas sólidas.