Pasar al contenido principal
CERRAR

Guerra de los Mil Días: siete puntos clave para entender este hecho

Guerra de los mil días en siete puntos, te explicamos las consecuencias a nivel: social, económico, político.
Javier Hernández

El 17 de octubre de 1899, hace más de 120 años, se dio el conflicto bélico declarado más devastador de la historia de Colombia. Una guerra que, dicho sea de paso, no duró exactamente mil días, sino en realidad 1130 aproximadamente (terminó el 21 de noviembre de 1902). Pero ciertamente, por cuestiones de dramatismo histórico, es más sonoro tenerle ese nombre de ‘Mil Días’.

Sus consecuencias fueron completamente devastadoras para el país en todo nivel: social, económico, político. Fue el doloroso intermedio entre el sanguinario siglo XIX, con casi 10 guerras civiles de tipo nacional, y el siglo XX, con una hegemonía conservadora que se prolongaría hasta 1930 y que sería una relativa época de paz para la Nación. Aquí algunos puntos fundamentales por lo menos para despertar ese interés en conocer más ampliamente ese hecho.

¿Dónde estalló?

Estalló en el departamento de Santander y aunque el llamamiento a las armas era a nivel nacional, el conflicto se centró en su etapa inicial en esta región, tradicionalmente fortín del liberalismo radical en el siglo XIX. Después se regaría como pólvora por el resto del país.

¿Quiénes fueron los actores?

Como ha sido tradición en la historia colombiana, el protagonismo de este conflicto bélico se lo llevan los dos partidos políticos tradicionales: liberal y conservador. Quienes a su vez, como también ha sido tradicional, se encontraban divididos en facciones, algunas más radicales que otras. Liberales en las ramas tradicional (moderados) y belicista (radicales); conservadores en históricos (azules moderados y hasta con ciertos tintes liberales) y nacionalistas (azules retardatarios al extremo).

Sus divisiones en gran parte se basaron en la forma de percibir el embate centralizador y tiránico de la Regeneración, que hasta hacía poco tiempo comandaba Rafael Núñez y su vicepresidente Miguel Antonio Caro.

Así mismo, también se basaban en la forma de asumir las riendas de un Estado pobre, con un fuerte problema de concentración de la tierra y de la riqueza y cuya economía se basaba en el modelo de exportaciones agrícolas (el café ya era el producto insigne). Además con una incipiente industria y una clase trabajadora en condiciones cada vez más precarias.


Te puede interesar: La muerte de Benkos Biohó, 400 años de resistencia afrodescendiente


¿Por qué estalló la Guerra de los Mil días?

La facción belicista del partido liberal se declaró en rebelión contra el gobierno conservador a la cabeza de Manuel Antonio Sanclemente y su vicepresidente José Manuel Marroquín. Sus razones venían de antes, y se enmarcaban en la guerra civil de 1895 y en el fraude electoral de las elecciones de 1897, que dejaron a los liberales fuera de cualquier participación política.

Era claro que se vivía un momento en que el gobierno de la Regeneración buscaba el cierre de espacios de participación al partido contrario y en todos los ámbitos de la sociedad (a esto también contribuía la iglesia católica, ama y señora de la espiritualidad nacional).

La política no oficial, pero si aplicada, era el exterminio o el exilio del liberalismo y sus representantes. Ante estas razones, este sector del liberalismo veía muy probable ganar una contienda que permitiera, entre otras cosas, la aplicación de las necesarias reformas económicas y sociales que necesitaba el país.

A estos hechos se sumaba una economía en crisis, gracias a la baja de los precios del café a nivel mundial, que se tradujo en cargas impositivas al interior del país y que contribuyeron al descontento que dio como resultado el estallido de la guerra.

¿Cómo se desarrolló?

Se pensaba lograr una victoria rápida. Los contendientes estaban formados por tropas irregulares del liberalismo, contra un ejército organizado, aunque con poca experiencia, que representaba al gobierno conservador. Sin embargo, los liberales entraron en pérdida con derrotas importantes como la de la Batalla de Bucaramanga o la pérdida de una arteria fluvial de vital importancia para el país como lo es el río Magdalena durante la Batalla de Los Obispos.

Sin embargo, ganaron en la llamada Batalla de Peralonso, en lo que actualmente es el departamento de Norte de Santander. Por un error táctico no persiguieron a los conservadores, en lo que habría sido la derrota definitiva de las tropas del gobierno.

El Horror: Palonegro

El desastre de la guerra se dio durante la Batalla de Palonegro –cerca a donde hoy queda el aeropuerto de Bucaramanga-, donde ambos ejércitos se enfrentaron entre el 11 y el 26 de mayo de 1900. Quince días de guerra ininterrumpida, sin tregua, ni cese al fuego, que dejó las escenas bélicas más dantescas de la contienda y la derrota liberal en ese campo de batalla. 4 mil 300 bajas entre muertos y heridos de ambos bandos.

A partir de ahí, el curso de la guerra cambió irremediablemente. Las acciones se extendieron a buena parte del país a partir de una guerra de guerrillas liberales y conservadoras, con incursiones cortas pero importantes y que se prolongaron por dos años más, en un desangre permanente del país y la agudización de la crisis económica.


Te puede interesar: ¿De qué se trató la Patria Boba y por qué fue tan importante?


La paz

Dos momentos tuvo la firma de la paz de este conflicto. El primero, la firma del armisticio en la hacienda bananera de Neerlandia -entre Ciénaga y Aracataca (Magdalena)- y posteriormente su ratificación en el interior del buque militar de los Estados Unidos, Wisconsin, el cual se encontraba resguardando los intereses de este país en el Estado de Panamá.

Ahora, no solo fue este buque sino también la militarización de todo el ferrocarril de Panamá, lo que se constituyó en uno de los apoyos fundamentales al movimiento independentista panameño para separarse de Colombia en 1903.

Las consecuencias de la Guerra de los Mil Días

Más de tres años de conflicto bélico dejó una economía completamente devastada. Una moneda desvalorizada. La infraestructura del país en cenizas. Algunos autores hablan de entre 80 y 100 mil muertos en una población que no llegaba a los 4 millones de habitantes. Otros autores son menos fatalistas y hablan de máximo 11mil. No se ha establecido una cifra real. Odios profundos entre sus habitantes, que si bien durante 30 años no se expresaron en forma de una guerra civil, como las del siglo XIX, si estallaría a partir de los años 30 con el fin de la hegemonía conservadora. Y para rematar la pérdida del Estado de Panamá en 1903 con la colaboración de los Estados Unidos, aquel que había sido el garante de la paz en el buque Wisconsin.

Infortunadamente, a medida que transcurren los años, el interés por un conflicto que se dio hace tanto tiempo va desapareciendo ante el embate de los dramáticos hechos que siempre salpican el acontecer nacional.

Sin embargo, esta conmemoración es una oportunidad imperdible para recordar aquel hecho que fue ampliamente documentado por cronistas de su época. También ha sido muy estudiado por los académicos, posiblemente en su afán de descubrir algunas de las razones del conflicto nacional.