En Tumaco, la música rompe barreras e impulsa la inclusión
En Tumaco, el Centro Musical Renacer Pacífico de la Fundación Batuta no solo forma músicos, sino que transforma vidas. A través de la música, niños y jóvenes con discapacidad han encontrado un espacio para expresarse, superar obstáculos y construir esperanza en medio de un territorio marcado por el conflicto y la pobreza.
“En Tumaco, Batuta no está solo formando músicos; está cultivando resiliencia. A través de cada nota compartida y cada ensayo superado se demuestra que la verdadera limitación no reside en el cuerpo o la mente, sino en las barreras que impone la exclusión”, expresó Lina Figueroa, profesional de gestión social del centro musical Renacer Pacífico.
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El proyecto cuenta con un acompañamiento psicosocial que busca atender las necesidades emocionales y de salud mental de los participantes y sus familias. Más de un centenar de niños y niñas con discapacidad hacen parte de este espacio, donde la música se convierte en vehículo de inclusión y desarrollo personal.
“Son más de cien niños en condiciones de discapacidad que hacen parte del Centro Musical Renacer Pacífico, donde pudieron presentar sus piezas musicales ante sus familiares y asistentes, demostrando que los impedimentos físicos, mentales o de cualquier tipo no son obstáculo para mostrar la capacidad del individuo”, destacó Vivian Ortega, líder formadora del centro.
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Con cada presentación, los participantes de Renacer Pacífico reafirman que la música no solo armoniza sonidos, sino también vidas que se rehúsan a ser definidas por sus limitaciones.
