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¿Por qué nos gusta tener mascotas?

Para algunas personas, su mascota es su única compañía; otras las adquieren para complacer a los niños o por su amor a los animales.

Para algunas personas, su mascota es su única compañía; otras las adquieren para complacer a los niños o por su amor a los animales. Lo cierto es que las mascotas se vuelven parte de la familia y la mayoría de quienes las tienen, las aman tanto como a un ser humano. Pero ¿Qué es lo que nos gusta de ellas? ¿Cómo escoger la mascota adecuada? ¿Dónde conseguirla? ¿Cuáles son los cuidados y las consideraciones que se deben tener con ellas? ¿Qué beneficios traen para las personas y los animales?.

“Al que quiere a un perro lo quiero yo”, dijo alguna vez Fernando Vallejo, un hombre que, muchos creerían, quiere a pocos. Pero cuando de mascotas se trata, parece que aflora la amabilidad de la gente. Así lo confirma también Ángela Montoya, la dueña de Dalí y Amarilla, dos felinos literalmente “marca gato”, pues ambos llegaron a su casa provenientes de la calle, sin propietario ni raza conocidos.

“Tener gatos es tener amor, afecto y compañía incondicionales. Es lo más lindo que me ha pasado en la vida, absolutamente”, expresa Ángela. Como ella, entre el 30 y el 50% de los colombianos tienen mascota, aunque en su mayoría son perros. El segundo lugar de popularidad lo ocupan los gatos y les siguen pájaros y peces, según la última encuesta sobre mascotas realizada en América Latina por la firma GFK.

A la hora de adquirir una mascota es necesario tener en cuenta algunas recomendaciones. El doctor Daniel Roldán, veterinario de la Sociedad Protectora de Animales, aconseja evaluar el estilo de vida de las personas para encontrar un animal que se adapte a ellas, también propone adoptar en lugar de comprar la mascota y tener todos los cuidados que ésta requiere, como cumplir su ciclo de vacunación, hacerle los controles pertinentes y ser consciente de que un animal en casa es una responsabilidad para toda la vida.

Además, se debe tener en cuenta que la compañía de un animal casero también implica costos, como explica Nelson Rendón, quien vive con su pareja y con Tábata, una dálmata de seis años. Según Rendón, el concentrado puede costar alrededor de $140.000. Se debe tener presente el costo de las vacunas y la desparasitación; el cuidado externo si se requiere, que puede costar entre $12.000 y $20.000 diarios; las consultas médicas, que pueden tener un valor alrededor de $100.000 y otros gastos no previstos.

Por su parte, Margarita Bernal, dueña de Paté, un Boston Terrier de cuatro años, asegura que el promedio mensual de gastos de su mascota es de $400.000, teniendo en cuenta el colegio, la alimentación, los controles médicos y de higiene y algunos gustos como galletas y juguetes.

En el caso de los gatos puede ser un poco más económico, como cuenta Ángela Montoya. Ella invierte en el cuidado de Dalí y Amarilla, alrededor de $150.000 mensuales, distribuidos en el concentrado, la arena y algunas galletas.

Pero estos gastos valen la pena. Al menos así lo confirma lo que Paté ha significado en la vida de Margarita: “Me ha hecho mejor persona porque estoy más pendiente de los demás. Es muy especial, es una compañía increíble. Conversamos y tiene una energía mágica que no puedo explicar. Solo quienes tenemos mascota podemos entender lo que significa estar rodeado de ese peludito hermoso que te acompaña todo el tiempo y que lo único que quiere es un amor incondicional”.

Las investigaciones demuestran efectos positivos en la vida de las personas. Jairo Aristizábal, coordinador del Programa de Intervenciones Asistidas con Animales de la Fundación las Golondrinas, asegura que “Tener una mascota puede ayudar a mitigar algunas enfermedades en los primeros años de vida y a generar resistencias para que estos niños, cuando sean grandes, no sufran de determinadas enfermedades, como el asma o patologías alérgicas"

Para el caso de los adultos, los motivos están ligados a la relación vincular que se establece con los animales, que disminuye las tensiones diarias y permite establecer una relación honesta y sincera”. Además, el efecto es recíproco. “A nivel hormonal, ellos (las mascotas) también se ven beneficiados. En presencia del amo, los niveles de estrés se reducen y se producen una serie de hormonas que a nivel cerebral trabajan sobre la gratificación”, asegura Aristizabal.

Debido a estos beneficios mutuos, las mascotas también son usadas en algunos tratamientos y programas pedagógicos, como fisioterapia y otros procedimientos de salud o en educación asistida, para reforzar habilidades como la motricidad fina y el lenguaje durante los primeros años de vida.

Para cualquiera de los propósitos anteriores, es necesario escoger la mascota adecuada según la persona y el lugar. Es muy importante no tener animales salvajes en casa. En Colombia, se decomisan en promedio 160 animales diarios. La mayoría son rescatados en Sucre, Valle, Córdoba, Santander y Bolívar, provenientes o cazados en Amazonas, Antioquia, Casanare y Putumayo. La fauna silvestre usada como mascota incluye iguanas y boas; loros y guacamayas, populares por su plumaje y sus habilidades sociales; turpiales y sinsontes, preferidos por su canto; micos; osos perezosos; jaguares y tigrillos.

Mahatma Ghandi decía que un país, una civilización, puede ser juzgado por la forma en que trata a sus animales, pero si de citas se trata, finalizo con ésta de Edgar Allan Poe:

En el amor desinteresado de un animal, en el sacrificio de sí mismo, hay algo que llega directamente al corazón del que con frecuencia ha tenido ocasión de comprobar la amistad mezquina y la frágil fidelidad del Hombre natural.

Por Juliana Cañaveral

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