Dentro del proceso de la educación propia del pueblo Wayúu se abarca la oralidad y la observación. A los niños y adolescente les inculcan la responsabilidad con el ejercicio del pastoreo.
Los padres y tíos maternos los llevan a los lugares donde los chivos y ovejas se alimentan, a medida de que los niños Wayúu van creciendo y adquiriendo las dinámicas, les entregan la Responsabilidad de pastorear y velar por la riqueza. Tener chivos u ovejas es símbolo de riqueza para el pueblo Wayúu.
En medio de esta labor tan importante, los niños descubren la forma de entretenerse creando juguetes propios con materiales que les ofrece el territorio, tales como piedras, trozos de cardón, trompos hechos con el fruto de una planta llamada calabazo, arcos y flechas que les enseñaron los mayores para cazar, pedazos de hilo, entre otros.
Los juegos tradicionales en los niños les va permitiendo descubrir habilidades y destreza. Para el pueblo, los juegos autóctonos o tradicionales son muy importantes porque marcan el vínculo del ser Wayúu y su entorno, mejorando y fortaleciendo los lasos de hermandad,solidaridad y reciprocidad.