San Félix: el encanto de la "Holanda Caldense" y su floreciente turismo rural
El corregimiento de San Félix, ubicado a 25 kilómetros del municipio de Salamina, es conocido por su destacada producción de queso y leche, así como por su ganado de raza normanda y la presencia de la emblemática palma de cera, un atractivo natural que atrae a turistas de la región. Hoy conoceremos más sobre este lugar que es llamado la "Holanda Caldense" debido a las características de sus paisajes.
El corregimiento tiene 165 años de fundación y su clima es frío. La arquitectura de sus casas es de bahareque y tabla parada, lo que ayuda a retener el calor en el clima frío del corregimiento. Los colores vivos en las casas, como el naranja, rojo, verde y azul, resaltan en sus calles.
Luis Enrique Londoño García, oriundo de San Félix, es el corregidor desde hace 8 años. Asegura que diariamente se producen de 25 mil a 30 mil litros de leche. Tres empresas tienen sus procesadoras en el corregimiento y una más envía la leche cruda a Manizales.
"Somos un pueblo pujante, con raíces boyacenses pero con un espíritu antioqueño. La carretera que conecta con Salamina siempre ha sido un gran desafío. Durante muchos años estuvo sin pavimentar y nos llevaba hasta 2 horas llegar, pero en realidad estamos a 40 minutos del municipio. Somos reconocidos en el país por la Exposición local de Ganado Normando que realizamos cada año", dijo Luis Enrique.
Además, en las fincas de la región se produce papa, aguacate y fresas. Uno de los productores de queso es Luis Fernando Salazar, de 42 años, quien ha estado rodeado de campo, ganado y producción lechera durante toda su vida.
"El 95% de los productos lácteos de San Félix proviene de la producción de ganado normando, lo que hace que nuestra leche sea rica en proteínas y sólidos grasos. El principal queso que producimos es la cuajada y nuestros mercados se encuentran en Caldas, Antioquia y Cundinamarca", explicó Luis Fernando.
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Destino turístico
En San Félix hay disponibles 120 camas para hospedaje. Hay hostales y casas de familia que están apostando por el turismo, lo cual forma parte de los esfuerzos de la región por atraer a viajeros que visiten el Valle de la Samaria, ubicado a 7 kilómetros del corregimiento a través de una vía destapada, donde destacan los bosques nativos de palma de cera.
Simón López, propietario del Ecohotel Valle de la Samaría, transformó su finca en un lugar para hospedarse en medio de la naturaleza. Ofrece planes de aviturismo, senderos ecológicos, cabalgatas y otras actividades rurales.
"Hace 20 años, el terreno donde hoy se encuentra el Ecohotel estuvo en manos de la guerrilla y los paramilitares. Una vez que recuperamos la propiedad, emprendimos este proyecto hace dos años. Es un plan diferente, ya que no hay señal de celular y es un encuentro con la vida en el campo", dijo Simón.
Gastronomía de alta montaña
La cocina en San Félix tiene influencias de la alta montaña y se basa en la leche, lo que se refleja en una gran variedad de dulces debido a la cremosidad de los productos lácteos, como el arequipe de papa, los cuajitos de leche, el dulce de brevas, el tomate de árbol y la papayuela. El cocinero tradicional Juan Ravet investigó sobre los principales platos de pescado y papas rellenas, que incluyen incluso mondongo.
En las quebradas de páramo que se encuentran en el Valle de la Samaria, nace la trucha arcoiris, de la cual se derivan diversos platos, como la trucha asada, frita, gratinada y con ingredientes más modernos, como los champiñones.
"También encontramos los pandebonos montañeros. La diferencia con los pandebonos convencionales es que estos se hornean con leña. Se coloca la preparación en una parrilla para arepas y en las brasas del fogón, lo que le otorga un sabor único. Los sanfeleños suelen acompañar el pandebono montañero con un dulce tradicional de guayaba, brevas, arequipe o moras caladas", explicó el cocinero.
Fotos: cortesía de Willman Alberto Vásquez Valencia
