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Carlos Sánchez, ‘La roca’ de la Selección Colombia

Por: Lizeth García Bejarano. Muy cerca del río Atrato en Quibdó (Chocó), Carlos Alberto Sánchez Moreno encontró su vocación por el fútbol. Desde muy niño se rodeó de la naturaleza chocoana, una selva de espesa vegetación que le proporcionaba el alimento y la fuerza necesaria para poder correr tras el balón.

Foto: Colprensa.

Por: Lizeth García Bejarano.

Muy cerca del río Atrato en Quibdó (Chocó), Carlos Alberto Sánchez Moreno encontró su vocación por el fútbol. Desde muy niño se rodeó de la naturaleza chocoana, una selva de espesa vegetación que le proporcionaba el alimento y la fuerza necesaria para poder correr tras el balón.

De padre ebanista y madre ama de casa, Carlos nació el 6 de febrero de 1986 en Quibdó Chocó. Con tan solo 8 años, Sánchez era un niño de contextura gruesa, dientes blancos y rápidos pies, que empezaba a robarse la atención de los profesores de las escuelas de fútbol de la época. Y lo hacía cada vez que jugaba y entrenaba en la única cancha que tenía su pueblo: Chipi-Chipi.

Foto: Cortesía

Los sueños vencieron las dificultades

Allí sin arcos, ni red y corriendo sobre un terreno rocoso y húmedo, practicaba y corría tras el balón. La mayoría de las veces entrenaba y jugaba sin los zapatos adecuados, sin guayos. Lamentablemente, su familia no contaba con los recursos para comprarle las herramientas necesarias para trabajar en su sueño. El sueño de ser futbolista.

Sin embargo, eso no fue impedimento. A puro pie descalzo, pateaba, daba pases y hacía goles. Nada podía detenerlo. Incluso, hay quienes piensan que ese terreno rocoso, lleno de barro le enseñó a tener pies duros y resistentes.

Otras de las dificultades que enfrentó Carlos Sánchez fue la distancia. Cada vez que quería ir a entrenar o jugar, caminaba un trayecto de más de dos horas desde su casa hasta Chipi-Chipi.

Foto: Cortesía

Corría el año 1998, con tan sólo 13 años era el baluarte, el refuerzo de un equipo de universitarios que el profesor Plinio Hurtado, había conformado para representar a Quibdó en el Torneo Amistades del San Juan. Un torneo intermunicipal en Chocó. Allí inició su sueño de ser parte de un equipo.

Posteriormente en el año 1990, sus entrenadores notaron su fortaleza física y el ímpetu de su juego. Sánchez ya empezaba a moldear ese cuerpo de piedra, músculo definido, una sonrisa amplia y blanquísima que deja ver con facilidad, y un peinado afro que lo identifica en el campo de juego.

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En estas escuelas su primer entrenador fue Nelson Palacios, conocido en todo Quidbó como el profe Nelso. Fue él quien se dio cuenta que ese niño al que entrenaba, tenía todas las condiciones y características para ser jugador profesional.

Pulir a una roca

Entrenar con el profe Nelso, requería disciplina y paciencia. Todos los días desde las 6:00 a.m. el estadio la Normal, era testigo de los esfuerzos de Sánchez. Sin gimnasio y el estadio en barro, hacían que Carlos se esforzara aún más.

Corría el tiempo y Carlos necesitaba dar un salto. Con 13 años en el año 1999 ingresa a la Ponyfútbol. La oportunidad perfecta para que Sánchez se luciera y estuviera en el radar de los cazatalentos. Sin embargo, no fueron buenas noticias para él y su equipo pues resultaron eliminados.

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El inicio de una leyenda

Luego de haber superado cualquier situación o circunstancia, Sánchez estaba listo. Tenía la fuerza, el físico y la actitud. El esfuerzo de sus largos entrenamientos debía dar fruto. Con apenas 14 años fue mpulsado por su primer representante, Luis Felipe Posso.

Posso, estaba convencido del talento de Sánchez. Por lo que decidió enviarlo a Medellín, a la escuela de Alexis García. De este centro deportivo han salido jugadores como David Ospina y Santiago Arias. Con su propio dinero pagó el viaje y la manutención de Carlos.

Sánchez tuvo que dejar a su familia para vivir en una casa cercana al estadio Atanasio Girardot ubicada en el barrio la Floresta, junto a otros muchachos con los que compartía escuela, bajo la tutela de Helena Gutiérrez, quien hacía las veces de madre adoptiva.

Foto: Cortesía

Estar en Medellín implicaba estar en el radar de los equipos de la región, Envigado, Nacional o Medellín.

El sueño se acerca

Luis Fernando Posso, al ver que Sánchez no debutó en la liga colombiana, decidió tomar cartas en el asunto. Nuevamente con su propio dinero, envió a Carlos a Uruguay.

En 2003, a los 17 años, Sánchez fue a probar suerte a Uruguay. Ingresó al Danubio, donde jugó dos temporadas en el torneo juvenil. En su paso por el Danubio logró llamar la atención del equipo River Plate de Uruguay, donde con 19 años, logró cumplir su sueño de ser jugador profesional. Finalmente ‘La Roca’ empiezo su travesía.

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El gran salto de ‘La roca’

Sánchez, dio el gran salto al futbol europeo en el año 2005 llegando al Valenciennes. Un equipo de la liga francesa en el que permaneció por cinco temporadas, siendo titular desde la primera.

En 2007, unos veedores franceses lo detectaron y se empezó a negociar el salto a Europa. Su carrera estaba encarrilada. Por esos mismos días le hicieron el llamado máximo.

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En 2013 fue fichado por el club español Elche en el cual jugó hasta 2014. En su primera temporada se convirtió en un pilar clave del conjunto deportivo, logrando grandes actuaciones como mediocentro de contención.

En agosto de 2014 fichó durante cuatro temporadas por el Aston Villa de la Premier League, tras semanas de negociaciones, por una suma a los 4,7 millones de libras.

El 9 de agosto de 2016 es oficializó su cesión por dos temporadas en el Aston Villa al Fiorentina de Italia. El 31 de enero fue confirmado como nuevo refuerzo del Real Club Deportivo Espanyol de la Primera División de España, cedido por seis meses sin opción de compra.

Su debut se produjo el 4 de febrero en el empate a un gol frente al FC Barcelona jugando los últimos cinco minutos.

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‘La roca’ en la Selección Colombia

Definitivamente el talento y la perseverancia de Carlos Sánchez lo han llevado a convertirse en ‘La roca de la selección’. En el año 2007, el actual director técnico de la selección Colombia, Jorge Luis Pinto, buscaba jóvenes para perfilar la nueva generación de jugadores para la tricolor, con el fin de llegar al Mundial Sudáfrica 2010.

Por recomendaciones del profesor y director técnico Julio Comesaña llegó a los oídos de Pinto el nombre de Carlos Sánchez. Comesaña había trabajado con Sánchez en su paso por el equipo Danubio.

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Pinto le hizo pruebas y se convenció. El primer partido que disputó con la tricolor fue un amistoso contra Panamá, el 9 de mayo de 2007. Desde entonces, Sánchez no ha soltado la camiseta de la Selección Colombia, con la que ha disputado 84 partidos.

¿Por qué la roca?, Sánchez fue el jugador de mayor trascendencia en el partido Colombia Vs. Argentina en la Copa América 2011, pues se encargó de marcar a Lionel Messi, desde entonces es apodado ‘La roca’.

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Esta es la historia de Carlos Sánchez, un joven chocoano a quien las ganas, la esperanza y disciplina le han premiado sus esfuerzos. Además, es la inspiración de cientos de niños en Quibdó (Chocó) que corren detrás de un balón en las polvorientas canchas de su pueblo, para algún día ser como ‘La roca Sánchez’.

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