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Farid Ortiz ‘El Rey de los Pueblos’, presenta su nuevo trabajo: Más Vigente que Nunca

Un EP sabroso y parrandero para fin de año con tres canciones: una en que se viste de mariachi, otra para amanecer enmaicenado en la calle y un tema romántico que invita a bailar abrazado.
Jenny Cifuentes

Farid Ortiz es ‘El  Rey de los Pueblos’, porque nadie tiene ese viaje. Y porque como lo afirma,  es uno de los cantantes, -con su agrupación-,  que más recorre el territorio colombiano. “Soy el que va a lugares inhóspitos. A sitios recónditos, donde de pronto las condiciones son difíciles, y mis colegas no van.  Allá, yo voy. Llevo mi canto por todos lados”.  
En las tarimas es usual escucharlo decir: “La primera la canto yo, y las que siguen, ustedes deciden”. “Es que me gusta armar el set con el pueblo, aunque a veces repitan mucho lo que me piden. Tengo un catálogo muy grande, y salen canciones de todas mis épocas, las recuerdo. Me da emoción”, anota. ‘El Farucho’ siempre con ese  bailado para gritar ¡Juepajé!, esos trajes coloridos, sombreros y cachuchas - que sus miles de  seguidores le quieren quitar, quizá para llevarse un pedacito de él para la casa-, ha forjado a pulso una carrera de acero inoxidable. 

Por él, se conjuga el verbo “afarizarse” en el folclor vallenato. Los parranderos tienen claro cómo es un tema o un pase “afarizao”: en pocas palabras: al estilo  Farid. Ese sonido particular,  que el país ha gozado por cuarenta años.  “Todo nace de mi  tumbao. Es algo dado por dios. Mi música, en comparación con otros intérpretes, es como más folclórica y pegada a la percusión”

Al ‘Faro’ lo quieren tanto, que cinco municipios se disputan su origen: La Loma, donde nació. La Jagua, sitio de su bautizo. Chiriguaná y El Paso,  que lo vieron  criarse. Y Becerril, testigo de su crecimiento.  Por eso recalca que esas, son sus regiones del alma. “Soy y seguiré siendo campesino, criollo”.


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Cuenta que nació “en el hogar más humilde del mundo”, con muchas necesidades. En su infancia, fue vendedor de pescado, ayudándole a su madre en Becerril. Aunque no le gustaba.   En su pueblo, desde pequeño estuvo rodeado de música. Narra que  en su casa  había unos cinco acordeones. Sus hermanos mayores eran músicos, pero él  nunca tuvo la misma intención que ellos porque “cogían la música y se  iban  para las zonas de tolerancia, para los cabarets.   Yo pensaba: de qué les sirve ir a cantar allá,  y llegan es  borrachos  y sin plata".  Pero claro, él también amaba la música, y ya adolescente, fue utilero de un conjunto en Becerril. Sus ganas de cantar se hicieron fuertes, pero no lo  dejaban,- porque tenían  vocalista- y por una “travesura” en una serenata, lo botaron. 

Se marchó del pueblo y llegó a  Valledupar a estudiar, becado por el ICTEX. De día, hizo hasta cuarto de bachillerato (Noveno).  Luego, se inscribió de noche en el Colegio Loperena, y allí se encontró con Wilber Mendoza, el hijo del gran acordeonero  ‘Colacho’, quien hizo pareja musical con Diomedes Díaz. Y junto a Wilber, -dedicado al acordeón al igual que su padre-, formaron su conjunto.

Recuerda el cantante que en Valledupar pasó hambre, frío… Vivía con unos tíos que lo apoyaron, aunque su norma era que si llegaba después de las 8 p.m, ya no podía entrar.  Entonces, pasaba las duras y las maduras, durmiendo en una construcción sin techo debajo de un palo de mamón.  

Luego de un tiempo, le dieron trabajo de mensajero en TELECOM (Empresa Nacional de Telecomunicaciones). Y eso fue lo mejor.  Ya tenía sueldo fijo: o sea, comida y casa. Ya podía pensar en desarrollarse como cantante.

“Como Diomedes era mi ídolo y me sabía sus canciones,  con Wilber,  tocábamos caseticas, amenizábamos bazares, parrandas, fiestas municipales, y nos empezaron a conocer. Como yo era imitador de ‘El Cacique’, me pusieron hasta un apodo: ‘Diomedes el africano’, que menos mal no trascendió, porque ¿cómo va uno a comprarse con ese monstruo musical? 

Era como el año 84. En ese tiempo salieron al ruedo Los Diablitos, (Miguel Morales y Omar Geles), que se presentaban en el mismo tipo de eventos. Ellos tocaban música del Binomio de Oro y nosotros, de Diomedes. Éramos  competencia. Había gente que nos grababa esas presentaciones en casetes y los rotaban” 

Tales cintas, fueron lo único que quedó registrado de la unión Ortiz/Mendoza, porque la mamá de Wilber, le aconsejó a ‘Farucho’ que se buscara otro acordeonero, porque su hijo tenía que estudiar.  Farid quedó desubicado, pero un casete de esos, le llegó al poderoso acordeonero y descubridor de cantantes, Emilio Oviedo. 

Escapándose de Emilio Oviedo

Tras su decepción, Farid se quedó viviendo en una invasión junto a su madre. La anécdota es que Emilio Oviedo tuvo que ir tres veces a buscarlo. 

“Yo andaba escondido porque tenía orden de captura. Porque en esa época, hace como más de 40 años, el que “perjudicaba” a una muchacha que fuera señorita, se tenía que casar.  Si no, iba preso. Yo lo hice y me demandó la mamá de la pelada.  Yo no me quería casar.  Tenía unos 18 años. Esas casas de invasión son hechas con remiendos,  tienen puertas de zinc. Y puse la cama que daba a  la puerta,  y miraba a la calle por los huequitos.  ¡Y llega ese Toyota!  Pensé:  me cogieron. Llegaron por mí. Y salí corriendo. Me llevé la puerta de atrás con el pecho, y como 10 matas de plátano.

Y volví en la tarde asustado. Mi mamá me dijo: - Hijo, no era la ley. Es Emilio Oviedo, que quiere grabar contigo.
Yo me imaginé que era una burla, que me estaban mandando gallo.
 
Oviedo fue por segunda vez, y tampoco le salí. Es que yo no lo creía.  Cuando llegó la tercera vez, ya dije para mí: esto como que es verdad.  Salí, hablamos,  nos pusimos de  acuerdo. Empezamos a recoger canciones y grabamos. 
Yo me había ganado una beca para estudiar medicina, y me salió esa propuesta de grabar. Analizaba: si me voy, serán cinco o más años. No podía. Era mucho tiempo. Necesitaba ayudar a mi mamá, por eso también aproveché la grande  oportunidad que me dio Oviedo”.

Primera carátula de Farid, peinado: Marcos Díaz, Los Pechichones Style

Así se dio la primera grabación del cantante, al lado de Emilio Oviedo titulada La Mejor Época (1985). Que incluyó la composición de Diomedes “Mi sentir”. Cuenta Farid que en esos años, se usaba el afro alto y que se lo peinaban con trinche. Cuando llegaron a hacer la foto de la carátula, en un estudio en Barranquilla, vio se le había quedado su peine.

“No hallaba qué hacer con ese pelo alborotado”. Allí se encontraba el cantante Marcos Díaz, de Los Pechichones, quien trinche en mano,  lo peinó y le dio el look en su portada inaugural. El toque de Marcos se sintió, porque además, se pegó en el Urabá, el tema “Por Imaginación”, de su autoría. “Con ese primer disco me fue regular, pero  me  dieron  otro chance”. 

Muriendo de Amor por Omar Geles

“Y comencé a escoger temas. Me faltaba una última canción, y fui  donde Sergio Moya  (legendario compositor, autor de “La Celosa”) Cuando me canta el tema que  tenía para mí. No me gustó,  y me llevé otro. Ya casi para irnos a grabar, me dice  Oviedo: Compadre, no joda, oiga lo que usted despreció. 

Y escucho “Muriendo de Amor”. Yo no podía creer que no le hubiera puesto atención. Teníamos que  tenerla. Pues nos fuimos  a la casa de Moya y ya se la había dado a Los Diablitos. Me cayó como un balde de agua helada.  Pero Oviedo era muy estratégico, y le dijo a Sergio que queríamos grabarla, que nos firmara una autorización.  Y  la autenticó. Cuando llegamos a Medellín, y el gerente de Codiscos, Rafael Mejía, dijo que no podíamos porque la canción  iba para el LP de Los Diablitos, con la autorización, nos dio el permiso. 

Con esa fiebre, fue el primer tema que grabamos. Pasaba  que en ese estudio estábamos grabando Los Diablitos y nosotros por el mismo tiempo. Unos en la mañana y otros en la tarde.  

Y  en su turno, Omar (Geles), le dijo a Darío Valenzuela (‘El Brujo de la Consola’): Ponme la canción que grabó Farid, “Muriendo de Amor”.  Y se la puso. Entonces Omar dijo: "Déjenle esa canción a Farid. Nosotros no hacemos eso que él hizo ahí."

Y se lo agradecí toda la vida. Porque ese tema fue un éxito, se pegó y  me dio a conocer en todo Colombia. 
Con Omar fuimos amigos desde pelaos. A veces cuando estaba con Wilber y  no podía ir, me lo llevaba a él. Yo como de 16 y Omar de 13”.

Se Acabaron 

Aún habiendo grabado,  Farid siguió siendo mensajero de TELECOM. Se retiró  cuando salió “Se acabaron”, incluido en la placa Lo Mejor de mi Vida (1991), y en varios recopilados, como Vallenatos de Oro (1992). Un hit versionado por Silvestre Dangond en el álbum La Fama (2006).  Se fue de la empresa “sin que lo supieran”, porque los compañeros no lo querían dejar ir . Entonces pidió una licencia y no volvió.

Prisionero de amor

El artista, ha vivido duros episodios.  Estuvo privado de la libertad alrededor de tres años. “Me agarraron preso que porque afirmaban que yo tenía  algo que ver que con cultivos de amapola. Después de todo ese tiempo salí absuelto”. En la carátula del disco Prisionero de Amor (1995), grabado al lado del Rey Vallenato Raúl ‘El Chiche’ Martínez, ‘El Faro’ aparece esposado, haciendo alusión a aquel periodo entre rejas en Sincelejo, Barranquilla y Valledupar, y un tiempo con el beneficio de casa por cárcel.

Cuando fue recluido en la Cárcel judicial de Valledupar, como cerca del penal estaban los estudios de Omar Geles, le daban permiso para ir -con un guardia-, a grabar en las tardes. Así se gestó el álbum Para Nunca Olvidar (2000), junto al acordeonero  ‘El Negrito’ Osorio. El disco fue un batazo, con los éxitos: “El Vendaval”, “Pregúntele a su hija”,  “Te Bailaron el Indio”, “Cautivo en tus Redes”, y otros temas repegados hasta  hoy. El mismo día que salió el disco al público, lo liberaron, contó Farid.

Superfan de Diomedes 

“A Diomedes lo tengo allá arriba de todos. Fue un maestro musical. Empecé con su estilo. Hubo un tiempo en el que él me cargaba en su conjunto. Me iba a buscar TELECOM  y en sus presentaciones me dejaba cantar dos canciones y se iba. Dejarme ese público inmenso de él, era un regalo. Él fue de los que más me impulsaron. Me acuerdo que cuando fui a grabar me dio 50 pesos para los taxis”. 

Este es un verso de Farid para Diomedes en tarima, en los 90:

“Ay cantar mi mente puede
Lo digo de corazón
El día que muera Diomedes 
Se nos acaba el folclor” 
Cuando fue presentador de noticiero

En el videazo de una canción muy carnavalera que manda vivas al Junior, titulada “El Vendaval” aparece ‘El Farucho’ como presentador de noticiero.  El locutor con más tumbao de Colombia. 

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El cantante que llegó en burro a su lanzamiento 

Farid es de verdad el sentimiento del pueblo. Mantiene el sonido de la raíz, un trabajo al lado de los acordeoneros que lo han acompañado: Emilio Oviedo, Ciro Meza, Raúl “Chiche” Martínez, Dagoberto “El Negrito” Osorio, Jáder Durán, Anuar García, Víctor Rey Reyes Francisco Sánchez y Óscar Correa. Quiere seguir caminando la geografía y estar cerca de su gente. No le gusta viajar en avión, prefiere los buses. Por estos días, aprovecha sus recorridos y publica en sus redes una que otra parada cantando con su grupo, actividad bautizada:  ‘De parranda en las carreteras’.

Al 'Faro’ tampoco le atraen mucho para sus álbumes, los lanzamientos gigantes en el Parque de la Leyenda Vallenata, aunque dice que felicita a quienes lo hacen, porque no es fácil.  Prefiere shows más “cercanos al pueblo, pegados a nuestras tradiciones”. Una muestra, este video de cuando llegó a su concierto en burro (o mula, ustedes deciden, como dice el cantante).

Más Vigente que Nunca

 Su nuevo EP,  que incluye las canciones: “La Marimba está en la Calle”, “Ni por mil puñados de oro” (acompañado de video con su pinta de charro),  y “Vivo enamorao”,  fue producido por el bajista ‘Peyo’ Cotes y Javier Mugno.  Material que es pura candela, con los acordeones de Anuar García y Óscar Correa.

Dele play a lo nuevo de Farid Ortiz
 

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