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Medicina Legal entrega cuerpos de víctimas de Bojayá a sus familias

Hasta el momento, 72 cuerpos han sido identificados.

Delegados de las víctimas de la masacre de Bojayá (mayo de 2002) se reunieron con el Instituto de Medicina Legal, luego del proceso de identificación de cuerpos que hicieron los forenses a las víctimas mortales de este hecho.

Claudia García, directora de Medicina Legal, indicó que desde el comienzo se planteó un acompañamiento en el que el resultado final era que las víctimas tuvieran respuestas sobre las causas de muerte de sus parientes.

“Escucharán del Estado parte de lo que le hemos callado durante estos 17 años. El equipo forense estuvo confrmado por antropólogos, técnicos de rayos equis, y expertos en balística. Esa primera fase la terminamos en septiembre de 2017”, sostuvo García.

Luego vino un grupo de genetistas cuyos estudios estuvieron tendientes a identificar los cuerpos que se entregarán. Esa labor fue de alta complejidad debido a que las estructuras óseas con el paso de los años se fueron desvaneciendo, más aún por cuenta de las exhumaciones a las que se vieron sometidas.

“Hubo una nueva técnica de secuenciación genética que se aplicó en aquellos cuerpos en los que no había extraído muestras genéticas. El compromiso es continuar procesando algunas de estas nuevas muestras”, explicó.

Desde Medicina Legal se hace la precisión que no se puede hablar de cuerpos exhumados sino a casos que fueron entregados por parte de la Fiscalía. La complejidad del caso está en que se descubrió que en algunos de los entierros había despojos de más de una persona. Por ejemplo, en la llamada fosa 75 se hallaron estructuras que hacen parte de varios cuerpos.

Bajo esa explicación, la directora del Instituto reseña que fueron radicados 82 casos más otros dos que recibieron en septiembre pasado, cuyo estudio ya se inició. “De los 82 casos que recibimos, hemos logrado la individualización a través de las técnicas ya descritas de 72 cuerpos. En análisis siguen ocho casos”, detalló.

Ramón Rodríguez, director de la Unidad de Víctimas, resaltó que este entierro será histórico porque se respetarán las creencias de la comunidad afro y que para ello tuvieron en cuenta lo que les contaron los sabedores, considerados los que conocen las tradiciones, creencias y cosmovisión de esa cultura.

La despedida en el territorio

Los actos se iniciarán desde el 11 de noviembre, día en el que llegarán los cuerpos, según explicó Yúber Palacio Córdoba, abogado de las víctimas, al detallar que en los ritos habrá alabaos, rezos y velaciones de amanecida, entre otros rituales propios de las creencias de esta comunidad del Pacífico colombiano.

Entre el 12 y 16 de ese mes habrá una serie de sesiones reservadas en las que se darán las explicaciones técnico-científicas, en la que los familiares serán informados de los procedimientos que adelantó Medicina Legal para la identificación.

“El día 17 habrá un acto público en el que elevaremos cuatro proclamas: garantía de no repetición, interconexión eléctrica, reactivación económica y reubicación de Pogue, población ubicada en la selva chocoana”, describió Palacio.

José de la Cruz Valencia, del Comité por los Derechos de las Víctimas de Bojayá, explica que esas costumbres han sido legados por sus ancestros de generación en generación y que con esos cánticos se ayuda a sanar un poco los pecados que tuvieron en vida las personas que mueren.

“Hay una diferencia en la muerte de un adulto, por el nivel del pecado que tiene y el de un niño, a quien no se le reza, sino que solamente se le canta los gualíes y los chigualos que son cantos de alegría, porque es un ángel que va directo al cielo”, describe.

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