Pasar al contenido principal
CERRAR

¿Cuáles son las versiones en torno al cierre de la Vía al Llano?

Mientras los señalamientos van y vienen, hoy podrían cumplirse cinco días en los que la vía Bogotá - Villavicencio ha estado cerrada.

Por: Sebastián Osorio Idárraga

Por meses, la vía Bogotá - Villavicencio ha sido motivo de debate, pues siempre que hay temporadas de lluvias o fuertes precipitaciones, hay puntos críticos como el Kilómetro 64+200, que no permiten la movilidad continua en esta vía.

Las jornadas de la última semana no son alentadoras, pues los cierres parciales, definitivos o preventivos, han generado impactos negativos en la economía. Sectores productivos del Meta han asegurado que las pérdidas ascienden a 50 mil millones de pesos diarios.

Entre tantas labores que se han desarrollado, se ha generado un nuevo debate que compromete de forma directa un tramo de la vía y al sector empresarial, específicamente el kilómetro 58 y es que el debilitamiento de la ladera se ha producido por una industria avícola que hay en la cima de la montaña, donde está el túnel #13 de la vía.

¿Cuáles son las afectaciones denunciadas?

En el kilómetro 58 de la Vía Bogotá - Villavicencio, está Mesa Grande, una meseta que está en la cima de la montaña y que hace parte del municipio de Guayabetal. Este es uno de los puntos más críticos de la vía, en especial a la salida del túnel que atraviesa la montaña, pues el desprendimiento de rocas y tierra dificulta las labores de remoción de escombros.

Pero hay algo mucho más importante y es que el Gobierno reveló que están estudiando la injerencia que tiene una empresa avícola y las aguas residuales que esta deja, en los deslizamientos de la ladera.

“En el kilómetro 58 nos pusieron unos galpones de pollos. Ha habido una queja recurrente sobre el manejo que se le dio a las aguas, eso fue después de que las obras estuvieran concluidas y pues ya un daño seguramente fue hecho. Estamos haciendo las averiguaciones técnicas”, dijo el viceministro de infraestructura, Manuel Gutiérrez.

El funcionario, que ha estado a cargo de los trabajos de prevención y recuperación de la vía al Llano desde que comenzó el Gobierno de Iván Duque, precisó que estas instalaciones industriales han generado un factor erosivo en la montaña y que esto generó la necesidad de que el concesionario hiciera obras extra, como canales de manejo de aguas en el sector.

Coviandes salió al paso

La Concesionaria Vial de los Andes emitió en las últimas horas declaraciones sobre la vía que conecta el centro del país con el oriente, enfocadas en asegurar que lo que hoy sucede en diferentes puntos de los 82 kilómetros de esta vía, son responsabilidad del Estado e incumplimientos en las últimas dos décadas.

El gerente de Coviandes, Alberto Mariño, explicó que, a través de contrato de obra pública, el INVÍAS se encargó del fortalecimiento y mejora de la vía en algunos tramos, obras que fueron insuficientes y de baja calidad, pues la concesión no comprometía obras de estabilización del talud entre Puente Real y Villavicencio.

"Coviandes inició la ejecución de su contrato afrontando enormes incumplimientos del INVÍAS. Incumplimientos que nunca evitaron que Coviandes fuera más allá de sus obligaciones, financiando todos los incumplimientos del INVÍAS y colaborándole para que pudiera cumplir con los compromisos de entrega de los tramos que estaban a su cargo y que eran adelantados a través de obra pública”, explicó Mariño.

Pero sus declaraciones fueron más allá, pues según Mariño, estudios de especialistas de la concesión establecieron que los galpones de pollo han tenido incidencia en la montaña del kilómetro 58 de la vía al llano.

En su exposición, Mariño acudió a fotos de diferentes décadas de la meseta (Mesa Grande) y en ella mostró que con la instalación de los galpones comenzaron a aparecer debilitamientos de la montaña. “Es una fotografía de agosto de 2016, cuando la nueva carretera ya estaba construida y miren cómo ya aparecen los galpones en la parte superior y se ve cómo los galpones comienzan a afectar con flujos (de agua) las laderas de la meseta”, resaltó el gerente de Coviandes.

Además, para despejar dudas, Alberto Mariño señaló que en la construcción del túnel que atraviesa la montaña y que está en el Kilómetro 58, no se utilizó dinamita, por lo cual las obras de su empresa en la montaña no tendrían por qué haber causado un daño en los taludes y que ahora se ven reflejados en caída diaria de material en la zona.

Los empresarios desmienten los señalamientos

Pollo Olímpico es la empresa establecida en la meseta del municipio de Guayabetal y desde hace 10 años que comenzó, ha instalado 16 galpones de 150 metros de largo por 14 metros de ancho y que en su totalidad albergan más de 400 mil aves, dependiendo la época del año.

El gerente de la avícola, Nicolás Vásquez, aseguró que lo que han dicho Gobierno y Coviandes es falso, pues la operación de los galpones no genera vertimientos considerables para afectar la montaña y que fue justo después de las obras del túnel 13, que se presentan los deslizamientos.

“Si fuera porque las aguas corren y nosotros las botáramos hacia ese lado y hubiera derrumbes en esa ladera, pues no tendrían problemas en la mitad del túnel que está en la mitad de la montaña. Las canales que nosotros tenemos para llevar las aguas lluvias de esos galpones están enfocadas al lado opuesto de la montaña, que no corresponde a los derrumbes del kilómetro 58”, resaltó Vásquez.

Para defender su posición, el empresario dio a conocer estudios que realizaron la Gobernación de Cundinamarca y la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquia, entre los años 2016 y 2017, que demuestran que la inestabilidad de la zona empezó con la construcción del túnel, como se muestra a continuación en un fragmento de un documento que consta de 8 páginas:

Otro apartado del estudio señala que "debido al espesor de estos depósitos en la ladera, es evidente que no se trata de un fenómeno de inestabilidad por invierno por manejo de aguas desde la avícola en la parte alta; sino, de un fenómeno naciente, probablemente, en las vibraciones producidas por las explosiones al interior de la montaña durante la excavación del túnel".

El gerente de Pollos Olímpico, dijo que no descartan recursos judiciales ante Coviandes, pues les están “achacando” una responsabilidad que no les corresponde.

ETIQUETAS