Pasar al contenido principal
CERRAR

Rescatando del olvido a las heroínas de la independencia

Nos acercamos a contar aquellas mujeres que participaron en los procesos de independencia en las diferentes etapas.
Richard Hernández

 

Cuando hablamos del protagonismo que tuvieron las mujeres en la gesta de la independencia, casi siempre salen a relucir los nombres de Policarpa Salavarrieta, Manuela Beltrán y Antonia Santos, desconociendo el papel que jugaron otras mujeres en este proceso emancipador.

Gracias a la historiografía moderna, nos podemos acercar y conocer un poco más acerca de aquellas mujeres que participaron en los procesos de independencia en las diferentes etapas.

Sobre estas heroínas se ha centrado el trabajo de Yury Andrea Arias, Licenciada en Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia y Magister en Historia de la misma universidad, en su artículo titulado “Una mirada historiográfica a las mujeres tunjanas en el periodo de la independencia”, el cual fue publicado en el número 28, de la revista Historia y Sociedad, de la Universidad Nacional de Colombia (Sede Medellín).

En la primera parte de este documento, según indica el artículo, la autora hace “un balance de las obras, artículos e investigaciones que se han realizado en torno a la historia de las mujeres durante el período de 1810-1819, analizando la forma como se han escrito estas historias y la importancia que estas han tenido”.

En este trabajo se puede encontrar una extensa lista de mujeres que aportaron a la causa libertador como Presentación Buenahora, casanareña, quien es considerada por el historiador Paulo Forero, como la primera mártir de la Provincia de Tunja y quien hace una reseña de las mujeres que contribuyeron de alguna manera al triunfo del ejercito patriota.


Te puede interesar: La Campaña del Sur: el largo camino de la Independencia

Esta mujer surtía de caballos y víveres a los patriotas y su casa sirvió de refugio para estas tropas. Los españoles la sorprendieron y la fusilaron el 28 de julio de 1816 por órdenes del general Bayer. También aparece el nombre de Juana Velasco de Gallo, quien le entregó a Simón Bolívar, en su paso por el municipio de Toca durante la campaña Libertadora, a sus dos hijos y a un grupo de trabajadores de su hacienda para que sirvieran de refuerzo al ejército patriota. Además envió una recua de caballos, entre los que estaba 'Muchacho', caballo que cabalgó Bolívar en la Batalla de Boyacá. Al paso de Bolívar por Tunja, Juana entregó al ejército patriota dos mil camisas.

Asimismo, la profesora María Himelda Ramírez, doctora en historia de América, de la Universidad de Barcelona (España) y quien tiene una maestría en Historia de la Universidad Nacional de Colombia, explicó: “debido a la conmemoración del centenario de la independencia de 1810, toda esa actividad que hubo en 1910 afloró el interés por las mujeres emblemáticas y por las mujeres del común”.

Estos son algunos episodios importantes y desconocidos sobre estas mujeres ocultas de la independencia según la profesora Ramírez:

Las mujeres del común en las diferentes etapas de la independencia

Hay un hecho que movilizó a las mujeres y fue el reclutamiento de sus seres cercanos y buena parte de las primeras etapas de la independencia se produjo a partir del reclutamiento forzado.
Ellas iban prácticamente en la retaguardia de la tropa como lo hemos conocido a través de la historia, la literatura y la filmografía, por ejemplo, la serie tan interesante 'Crónicas de una generación trágica', de Jorge Ali Triana. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de estas mujeres eran campesinas, el país era un país campesino y ellas en cierto modo no tenían casi nada que perder.

Ellas desplegaron muchas actividades, que tenían que ver por ejemplo con la alimentación y el cuidado. Algunas iban inclusive con sus hijos pequeños y esto también es una de las características, la familia también se movilizó. Las mujeres del común ofrecieron sus servicios a unas tropas que no estaban absolutamente profesionalizadas y precisamente hay un dato de un mandato de Francisco de Paula Santander, que, en la campaña de 1819, expide una orden de vanguardia que prohíbe a las mujeres seguir a los ejércitos.

Lo prohíbe y además amenaza con castigos y latigazos para las mujeres que infrinjan la orden. Al parecer esta ley se cumplió por un lapso muy breve, precisamente debido a la insuficiencia de los recursos de la tropa, pero se reconoció muy pronto que esos servicios que ellas prestaban eran necesarios. Además, tenemos ejemplos de muchas mujeres que sirvieron no solamente como sustento material de cuidado sino también hicieron de espías, de informantes, aprendía de memoria mensajes para llevarlos de un lugar a otro y algunas durante el 'régimen del terror' fueron encarceladas, desterradas y fusiladas.

Durante el proceso de los comuneros, el movimiento en los Llanos Orientales fue muy activo y las mujeres participaron inclusive en la orientación y dirección, ya de lo que eran las juntas del común.

“Las Juanas”

Eran aquellas mujeres también del común, campesinas que iban en la retaguardia ofreciendo sus servicios desde comida, hasta licor. El aguardiente es sumamente apreciado en estas gestas porque puede ser también una especie de antiséptico de uso medicinal.


Conoce aquí: Las mujeres del sur en los procesos de Independencia

Rescatadas del olvido

Poco a poco se han ido descubriendo sus nombres, gracias a registros orales y en parte a registros más o menos salvaguardados, como es el caso de Marinilla (Antioquia), de donde es oriunda Simona Duque, aquel icono femenino a la que se le atribuye la entrega de sus 5 hijos a la causa patriota. No solo fue Simona sino también las mujeres de Marinilla que se organizaron fundamentalmente para garantizar que sus hijos y sus esposos se fueran a combatir en condiciones de dignidad. Básicamente las mujeres hicieron una especie de campaña de costura para hacer los mejores uniformes y las mejores banderas y fueron alrededor de unas 100 mujeres que participaron.

Otra historia interesante es la de Micaela Mutis Consuegra, sobrina de José Celestino Mutis, quien fue una mujer que participó del movimiento de la independencia en el mando de los patriotas. Ella estaba casada con un hombre prominente de Girón (Santander) de apellido Valenzuela, que era realista. Hay algunos pocos casos de mujeres que tomaron distancia de la opción política de sus esposos por ser patriotas, esto por supuesto creó un conflicto realmente mayúsculo.

Se supo de ella porque la historiadora Aida Martínez descubrió el expediente por concubinato, que se le llevó a cabo a Micaela. En su opción política ella se vinculó con los grupos de activistas de los patriotas y entró en contacto con quien fue su pareja siendo casada. Esta infidelidad le costó mucho y se le siguió un juicio por adulterio, perdió la custodia de sus hijos, perdió los bienes y la encarcelaron. Es una de las pocas mujeres que la meten en una cárcel con mujeres del común. Ella asumió su situación, el esposo la perdonó y su amante le volteo la espalda.

Castigos para las mujeres que participaron en la independencia

Aparte de los encarcelamientos, ejecuciones y el destierro, hubo otra modalidad que tenía que ver con el hecho de confiscarles los bienes, además de eso concentrarlas para la confección de camisas para el ejército realista. Otro de los castigos que fue muy humillante para la elite de la mujer bogotana fue ponerlas a barrer las calles.

Mujeres que usaron uniformes

Manuelita Sáenz, si portaba uniforme porque era oficial. Sin embargo, ella hizo que las dos mujeres con las que compartió su vida, que eran mujeres esclavizadas también se uniformaran. Las otras mujeres del común que resolvieron uniformarse lo hicieron travistiéndose, es decir suplantando la identidad masculina. Por ejemplo, en el Pantano de Vargas, Simona Amaya fue descubierta cuando murió en la batalla, ese es un capitulo muy interesante y tiene algunas peculiaridades en la Nueva Granada, pero también es común en las distintas independencias de América Latina.

Mujeres acaudaladas que ayudaron a la independencia

Hay referencias en Santa Fe, Cartagena y Boyacá de mujeres de la elite criolla que participaron en la independencia respaldando a la tropa con reses, caballos y provisiones. También desplegaron formas de organización para ayudar a una tropa que estaba todavía en un proceso de disciplinamiento y además empobrecida. Precisamente del sostén material obedece al apoyo popular y a las mujeres de elite. Una mujer acaudalada, Casilda Zafra, de Santo Rosa de Viterbo (Boyacá) fue la que le regaló el caballo “Palomo” a Simón Bolívar.

Mujeres que defendían la monarquía

Es muy interesante otra línea de trabajo sobre historia de las mujeres que han desarrollado la profesora Marta Lux Martelo de la Universidad de los Andes y Ana Serrano, historiadora de la Universidad Nacional de Colombia. Ellas han enfocado su mirada en las mujeres realistas. Estas mujeres también estaban bastante ocultas, pero por supuesto que fueron protagonistas de una causa política, las defensoras de la Monarquía.

Se manifestaron de manera muy activa en el apoyo a los funcionarios reales, a la tropa, básicamente al ejército realista, cuando tenían todas las garantías y toda la infraestructura material necesaria. Ellas, por ejemplo, a veces ocultaron a los que estaban perseguidos o también hacían algunas donaciones. Este papel de las mujeres realistas es también interesante.

Para la celebración del Bicentenario de la Independencia de Colombia, se han programado una variedad de actividades culturales en torno a esta celebración. Una buena oportunidad también para despertar el interés por el estudio a fondo de nuestra historia patria y no quedarnos en algunos episodios, de pronto un poco mitificados, como el de nuestros héroes y heroínas.

La profesora Himelda Ramírez comenta que gracias a la historiografía moderna (que es bastante extensa), podemos conocer episodios ignorados de nuestra historia y de estas mujeres olvidadas de la independencia.