Cacao nariñense: cultivo que transforma vidas
Por: Janneth Jurado Guerrero. Radio Nacional Pasto. @RadNalPasto
Las poblaciones asentadas en la cordillera: Leiva, El Rosario, Cumbitara y Policarpa en Nariño, transformaron sus vidas y la historia del departamento con el cultivo del cacao.
El emprendimiento inició hace aproximadamente diez años con la agremiación, ‘Alimentos para la paz’, un esfuerzo que implicó despertar conciencias entre los campesinos productores de cultivos ilícitos, sobre el cambio que representaría sembrar cacao en la zona.
“Empezamos en el 2007 a sembrar cacao y fuimos de finca en finca a convercerlos del cambio”: Francisco Ñañez. Presidente Alimentos para la Paz.
Los resultados no se dieron inmediatamente, esperar durante 3 años a que el árbol tenga las características óptimas de producción, la paciencia por parte de los cultivadores se vería recompensada con el reconocimiento internacional, además de la satisfacción de poder heredar a las futuras generaciones los secretos de una actividad agrícola legal y rentable.
“Cada día con más amor, incentivándo a más campesinos a seguir cultivando paz en nuestros territorios”: Jesús Delgado. Asocacao Policarpa. Nariño.
La disposición de los cacaoteros se ve reflejada en una mentalidad emprendedora para que este producto se convierta en un emblema del sur de Colombia y traspase las fronteras. Así lo expresa Héctor Román Chávez, uno de los gestores de la iniciativa.
“Hemos encontrado en el cultivo de cacao, la esperanza que se nos pierde después de la erradicación de los cultivos ilícitos, además del cambio que se viene presentando, es pasar de una cultura ilícita a una cultura lícita”: Héctor Román Chávez. Asocaciación Cumbitara.
Conocer la semilla, el árbol, el proceso de crecimiento, cosecha, fermentación y secado del cacao, nos acerca a la labor diaria del cultivador, de esas miles de personas que así como en Nariño, en todo el territorio colombiano dedican su esfuerzo físico y sus conocimientos a producir lo que más adelante se convierte en el manjar al que se le atribuyen propiedades curativas, regeneradoras y estimulantes como lo es el chocolare.
“Para que el cacao llegue a ser chocolate necesita un proceso especial desde la cosecha”: Héctor Román Chávez. Asocacao Cumbitara.
Para que disfrutemos de este delicioso producto queda un proceso final, que se realiza en una planta procesadora, que en el caso de Alimentos Para la Paz, necesitó de la gestión hecha a nivel regional, nacional e incluso en otros países, para obtener los recursos que les permitieran adquirir la maquinaria que necesitaban para este fin.
El chocolate tiene una magia transformadora, tanto para quienes con sus manos labran la tierra, como para los que lo transforman y finalmente, para los consumidores del producto. Ha sido desde siempre la musa inspiradora de poetas, músicos y gente del común que se deleita con su sabor, olor y textura.
A cualquier hora del día y en cualquiera de sus presentaciones, un chocolate es sinónimo de amor cuando se convierte en regalo. Sólido o líquido, sus propiedades tienen la facultad de mejorar el estado de ánimo, uniendo como la Cordillera de los Andes, a Nariño con toda América y gracias a los convenios comerciales, ahora con el mundo entero.
