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Alternancia escolar, un nuevo desafío para la zona rural del Catatumbo

Aunque el nuevo reto en la zona urbana puede ser asumido, ¿están las escuelas del sector rural preparadas para tales fines?

Por: Anthony Pacheco.

A un año de haberse declarado la cuarentena en todo el territorio nacional, las instituciones educativas enfrentaron el reto de iniciar clases en modo virtual, esto implicó un largo proceso de adaptación. Sin embargo, ahora deben adecuarse a la nueva propuesta del Gobierno Nacional: clases bajo la modalidad de alternancia. Aunque el nuevo reto en la zona urbana puede ser asumido, ¿están las escuelas del sector rural preparadas para tales fines?

Para entrar en contexto es necesario aclarar que la sub región occidental de Norte de Santander está compuesta por los municipios de Ábrego, Cáchira, Convención, El Carmen, La Esperanza, Hacarí, La Playa de Belén, Ocaña, San Calixto y Teorama; solo en el sector rural hay cerca de 757 instituciones educativas que reciben aproximadamente 26.000 estudiantes, que deben enfrentar las dificultades de la virtualidad en zonas donde no existe conectividad de internet, ahora también deben establecer protocolos de bioseguridad para la alternancia.

“Son muchas las necesidades en el sector rural que no permiten hacer un proceso de alternancia con las condiciones mínimas. La gran mayoría de las escuelas no tienen agua potable, además no son propiedad del estado colombiano por lo que no han podido hacerse inversiones en estos establecimientos”, manifestó Oscar Pallares, presidente de la Asociación de Rectores y directores de la Zona Occidental en Norte de Santander.

Y agregó: “esto sumado a que las comunidades se han blindado impidiendo que personas ajenas a la comunidad ingresen para evitar contagios de Covid-19 y la falta de elementos de bioseguridad complica el panorama para que se dé la alternancia”.

El modelo de alternancia permite que los niños, niñas y jóvenes realicen actividades académicas en la presencialidad conjugadas con el trabajo desde casa y las clases virtuales. Según la ministra de Educación, María Victoria Angulo, se realizaron los respectivos simulacros en 23 departamentos y se giraron cerca de 400 mil millones de pesos para que se adopten los protocolos de bioseguridad, sin embargo, la realidad en esta región del departamento es otra.

“A la fecha, las instituciones educativas de Norte de Santander, en especial las de la región occidente, no hemos recibido ni un tapabocas ni ningún elemento de bioseguridad. La Secretaria de Educación Departamental nos ha dicho que más o menos en mes y medio tendremos algunos elementos de bioseguridad, por lo que las condiciones no están dadas para iniciar los procesos de alternancia”, acotó Pallares.

La reapertura de instituciones educativas en el departamento se ha hecho gradualmente, siendo las escuelas y colegios privados los primero en implementar la alternancia, lo que, según Pallares, “más que presionarlos a iniciar labores les servirá como guía para adaptarse a esta nueva modalidad”.

“Las instituciones privadas han aportado al tema de cumplir con todos los protocolos de bioseguridad, además ellos tienen el recurso desde el inicio del año; para nosotros es muy favorable porque nos llena de experiencia, podemos revisar en que han fallado y en que han acertado esas instituciones para poder retornar en este plan de alternancia de manera progresiva, gradual y segura”, añadió.

Para Diego Carrascal, presidente de la Junta de acción comunal en le Vereda el Guamal municipio de Convención, ya se está estudiando la posibilidad de iniciar las clases en modalidad de alternancia junto con los padres de familia y los docentes, sin embargo, la preocupación por un posible contagio es una de las situaciones que más preocupa.

“En Guamal como tal no ha habido contagios, obviamente si esta el miedo de que con los profesores que vengan se pueda presentar alguna cosa”, indicó Carrascal.

Por otra parte, confirma lo dicho por Oscar Pallares, la escuela de este sector no esta del todo acondicionada para recibir a los estudiantes en esta nueva modalidad académica ya que se encuentra en reparaciones. Asimismo, expresa que la comunidad esta dividida en cuanto a tomar una decisión porque no saben que pueda acarrear iniciar las clases como lo propone el Gobierno Nacional.

“Necesitaríamos que a la escuela la dotaran con todos los elementos de bioseguridad necesarios para reducir los riesgos de contagio, además el gobierno necesita implementar más equipos tecnológicos en las zonas rurales para que los niños y jóvenes pueden realizar sus tareas”, finalizó.

Deserción en tiempos de pandemia.

Según lo expuesto por el presidente de la Asociación de Rectores y directores de la Zona Occidental, la deserción escolar no ha sido alta, pero sí considerable. Cerca de un 5 % de estudiantes de la zona Occidental del departamento no ingresaron al sistema de educación. Aunque se podría considerar que esto se debe a la poca confianza con respecto a la educación virtual, la realidad es que la falta de conectividad y equipos tecnológicos para acceder a las clases en el sector rural se convirtió en la verdadera causa de la deserción.

“Nosotros hemos brindado todas las oportunidades y todos los medios permitidos, diciéndole a los niños que no importa cuando entreguen las evidencias del trabajo brindándoles herramientas para que puedan acceder al conocimiento”, finalizó Óscar Pallares.

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