Pasar al contenido principal
CERRAR

Juzgado Quinto de Ibagué Condena al Ejército por “falso positivo”

Los hechos que hoy salen a la luz pública sucedieron en diciembre de 2007 en la vía que conduce de Rovira a Ibagué, cuando dos militares adscritos a la Regional inteligencia Militar del Ejército (RIME), invitaron a Marco Fidel Ángel a unas copas en plenas fiestas navideñas.Pasaron varias horas y Marco no aparece, el desespero empieza a tomarse por completo el cuerpo y mente de Gilma su esposa, quien lo vino a encontrar días después en el cementerio San Bonifacio de Ibagué como NN. Para Gilma era claro que a su esposo lo había asesinado el Ejército.

Los hechos que hoy salen a la luz pública sucedieron en diciembre de 2007 en la vía que conduce de Rovira a Ibagué, cuando dos militares adscritos a la Regional inteligencia Militar del Ejército (RIME), invitaron a Marco Fidel Ángel a unas copas en plenas fiestas navideñas.

Pasaron varias horas y Marco no aparece, el desespero empieza a tomarse por completo el cuerpo y mente de Gilma su esposa, quien lo vino a encontrar días después en el cementerio San Bonifacio de Ibagué como NN. Para Gilma era claro que a su esposo lo había asesinado el Ejército.

La demanda solo hasta el 2017 se hizo efectiva y reconocida un año después en el momento que fue notificado el Ministerio de Defensa y el Ejército Nacional sobre las intenciones de la misma para la reparación de Gilma e Hija por hechos cometidos por la institución.

En su momento los autores materiales del hecho negaron su participación, aduciendo que actuaron conforme a la ley atacando a los milicianos de las Farc-Ep. No obstante, el curso de la investigación demostró que Gilma y su hija tenían razón y a Marco lo habían matado los uniformados del Ejército, e incluso se había fraguado un plan para dar muerte al hombre.

“Cerca al lugar conocido como la Virgen de Martínez, para el vehículo, sus tripulantes se bajan y es cuando dan muerte al señor Marco Fidel Ángel, al haber sido abatido en un supuesto enfrentamiento con miembros del Ejército Nacional”, dice la providencia.

“Mario (uniformado de inteligencia militar del Ejército) me había dicho cómo habían organizado todo para matarlo y el plan era: primero que todo sacarlo, irnos hacia Ibagué y que cuando Mario me dijera que parara para orinar en la Virgen de Martínez, yo paraba. Me dijo que nos bajáramos y que no me fuera a ir para atrás del carro si no que me saliera para delante, que ahí estaban las otras personas, que ahí lo mataban, que ahí era la vuelta”. Este es el testimonio clave en el caso del ciudadano Marco Fidel Ángel, quien fue asesinado por miembros del Ejército el 22 de diciembre de 2007.

Los testimonios y pruebas recopiladas por la Fiscalía sirvieron para que el Juzgado Quinto Administrativo Oral del Circuito de Ibagué concluyera responsabilidad económica sobre el Ejército. Además, el despacho determinó conceder tratamiento médico y psicológico a Gilma y su hija.

El juzgado también ordenó al Ministerio de Defensa, y la cúpula militar realizar un reconocimiento público por parte del, donde se acepte la responsabilidad por la ejecución de Marco, y que dicha información deben hacerla pública a través de redes de internet y un medio de comunicación

“Se condenará en costas a la parte demandada, Nación, Ministerio de Defensa y Ejército Nacional, y se fijarán como agencias en derecho a su cargo y a favor de la demandante la cifra de 3.000.000 de pesos, los cuales deben ser incluidos en las costas del proceso”, reposa en la providencia.

ETIQUETAS