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Los insecticidas modifican el sueño en insectos polinizadores: estudio

Los neonicotinoides son una familia de insecticidas utilizados en productos para la protección de cultivos y afectarían a estas especies.

Por: Nazlhy Viviana López

Dos estudios realizados por científicos de la Universidad de Bristol en Reino Unido, demostraron que los insecticidas afectan la cantidad de sueño que toman los abejorros y las moscas de la fruta, lo que puede ayudar a entender por qué estos insectos polinizadores están desapareciendo.

Según explica el doctor Kiah Tasman, profesor asociado en la Facultad de Fisiología, Farmacología y Neurociencia y autor principal de los estudios, los neonicotinoides empleados tuvieron un gran efecto en la cantidad de sueño que tomaban tanto las moscas como las abejas.

Los neonicotinoides son una familia de insecticidas utilizados en productos para la protección de cultivos, a pesar de los efectos subletales documentados sobre los insectos, siguen siendo de los más empleados a nivel mundial, representando casi el 25% del mercado mundial de insecticidas.

En el estudio evidenciaron que, si un insecto estaba expuesto a una cantidad similar a la que podría experimentar normalmente en una granja, disminuían sus horas de sueño y sus ritmos de comportamiento diarios, comparados con un ciclo normal de 24 horas de día y de noche.

“Sabemos que un sueño de calidad es importante para los insectos, al igual que para los humanos, para su salud y para la formación de recuerdos duraderos", comenta el doctor James Hodge.

Según argumenta el estudio, se estima que alrededor del 35% de la producción agrícola depende de la polinización, sin embargo, las poblaciones de insectos polinizadores disminuyen drásticamente, por causa del uso intensivo de insecticidas, suponiendo una grave amenaza para la seguridad alimentaria.

Los académicos de las facultades de Fisiología, Farmacología y Neurociencia y Ciencias Biológicas, constataron en el estudio ‘Los neonicotinoides alteran la memoria, el comportamiento circadiano y el sueño’, publicado en la revista científica Scientific Reports, el impacto de los pesticidas en el cerebro de los insectos.

El estudio permitió determinar que las concentraciones agrícolas normales de neonicotinoides afectan el sistema central de los insectos, la capacidad de recordar y su ciclo habitual, observando cambios en el reloj cerebral que controla el ciclo diario de las moscas.

Según declara el doctor James Hodge, profesor asociado de neurociencia en la Facultad de Fisiología, Farmacología y Neurociencia y autor principal del estudio, ser capaz de identificar la hora es importante para reconocer cuándo estar despierto o buscar alimento, pero estos insecticidas alteran y dificultan el comportamiento del sueño.

"Las abejas y las moscas tienen estructuras similares en sus cerebros, y esto sugiere que una de las razones por las que estas drogas son tan malas para las abejas es que les impiden dormir correctamente y luego poder aprender dónde está la comida en su entorno”, describe Sean Rands, profesor titular de la Facultad de Ciencias Biológicas y coautor.

Los resultados finales del estudio mostraron que los neonicotinoides reducen la longevidad, el ritmo circadiano, la movilidad, la viabilidad de la descendencia, reducción de la memoria y la capacidad de trepar en el género de moscas pequeñas Drosophila, frecuentemente llamados ‘moscas de la fruta’, entre otros efectos.

Si quiere conocer más sobre los estudios ingrese a:

‘Los neonicotinoides alteran la memoria, el comportamiento circadiano y el sueño' por Kiah Tasman, Sergio Hidalgo, Bangfu Zhu, Sean A. Rands y James JL Hodge, en Scientific Reports.

‘El insecticida neonicotinoide imidacloprid altera los ritmos circadianos y el sueño del abejorro’ por Kiah Tasman, Sean A. Rands y James JL Hodge, en iScience

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