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CERRAR

Mujeres detrás de cámaras en el cine colombiano

Estas tres mujeres han logrado incursionar en el séptimo arte con grandes proyectos en la gran pantalla.

Por: Juana Restrepo

Hemos visto famosas actrices colombianas en la televisión y el séptimo arte. Sin embargo, no conocemos muchas de las mujeres que están detrás de estos proyectos con nuevas y refrescantes miradas.

En el programa 'El Atardecer' de Radio Nacional de Colombia, pudimos escuchar a tres representantes de este talento femenino, quienes que están activamente involucradas en las películas que llegan a las salas de cine.

Libia Estella Gómez nació en el Socorro, Santander, lugar al que le atribuye su fuerte talante y capacidad de seguir adelante, sin importar los obstáculos. Realizadora de cine y televisión, con Magister en Teoría e Historia del Arte y la Arquitectura. Libia recorrió un “largo y enriquecedor” camino para ser directora y aunque cree que la mujer ha llegado tarde a muchos ámbitos de la vida pública, asegura que “el panorama hacia delante es bastante alentador”.

El primer largometraje que dirigió fue ‘La historia del baúl rosado’, una película enmarcada en los años 40 en Bogotá (2005). Después, vendría 'Ella', estrenada en el 2015, además de los largometrajes documentales 'Arista Son' (estrenado en septiembre de 2011) y 'El traje nuevo del Emperador' (2014).

Al hablar sobre si hay cierta resistencia a las películas hechas por mujeres, contesta sinceramente que sí. “Hay una suerte de verdad de la que no se habla. Cuando hice ‘La historia del baúl rosado’, que era una película de época Latinoamericana y dirigida por una mujer, los inversionistas se asustaban. Cuando hice la historia, Camila Loboguerrero era la única mujer directora. En un principio hubo un poco de discriminación, pero después eso pasó y nunca nadie dudo que era la líder del proceso. También, pareciera que hay un poco de flojera por parte del público para ver una película si es dirigida por una mujer, pero soy optimista y creo que esto se superará”.

Gómez es docente y por eso asegura de primera mano que en el resultado no hay diferencia entre películas hechas entre hombres y mujeres, pues el “lenguaje del cine es universal”.

Amanda Sarmiento fue la productora ejecutiva y general de la reciente película del director Rubén Mendoza: ‘La señorita María, la falda de la montaña’, aclamada en el reciente Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias. Su papel como productora va desde recaudar fondos para la películas, hasta ser 'el soporte emocional', lo que considera el reto más importante porque tiene que ser lo suficientemente fuerte.

“Empecé siendo realizadora y luego me metí al mundo de la producción y cuando me busco Rubén fue una gran oportunidad. Me he conectado con la motivación principal por la que estudié cine y tal vez sí me gustaría incursionar en la dirección y abrirme en otros escenarios”, comentó.

La historia de la Señorita María surgió porque Rubén conocía al personaje principal de antaño, ya que Boavita (donde se grabó), es el pueblo de su familia materna. “A Rubén siempre le llamó la atención y todos nos acercamos con esa curiosidad, que es sana. Luego, uno empieza a descubrir una gran cantidad de cosas de la señorita: que nació en el cuerpo de un hombre en medio de un pueblo absolutamente católico y conservador en el norte de Boyacá y nuestra pregunta inicial era cómo ella había logrado sobrevivir en ese espacio. Lo que descubrimos es que no todo se puede leer desde el prejuicio. Ni a ella, ni a los habitantes del pueblo, la tonalidad de grises que se llegan a desarrollar son insondables y aleccionadores. El público será partícipe de esto”.

María Gamboa Jaramillo es bogotana, directora de cine y guionista. Estudió producción y dirección de cine en New York University (Tisch School of the Arts) e Historia y Teoría del Cine en Paris I, la Sorbonne. Su película más reciente fue ‘Mateo’, la historia de un joven de 16 años, que cobra cuotas extorsivas para su tío y que, después, comienza a interesarse por el teatro. La película obtuvo varios reconocimientos como el de Mejor Director del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias, entre otros premios nacionales e internacionales. La idea nació para entender cómo las comunidades que viven la violencia en distintas partes de Colombia han encontrado paz con actos de resistencia del día a día.

Gamboa es bastante positiva frente al papel de la mujer en el cine. “Cada vez somos más mujeres haciendo películas y entre más seamos, más visiones vamos a tener. Lo que necesitamos es muchas más mujeres haciendo cine y eso es lo que está pasando”. Aunque en muchos momentos esta directora de cine sintió miedo, afirma que aprendió mientras hacia las cosas y con valentía venció esas inseguridades. “He aprendido que es importante soltar las ideas: cuando llegas al rodaje tienes que dejar ir el guión para que venga una historia de diferentes maneras y nos pueda sorprender”.

Como mensaje final apunta que si una mujer quiere dirigir, debe hacerlo, a pesar de que pueda sentir el mismo miedo por el que ella ya pasó. “Podemos sentir que no somos capaces, pero sí lo somos y es importante tener visiones distintas y de personajes femeninos. Se necesitan estas miradas”, puntualizó.

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