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Semillas de música que transforman vidas en Tolima

Para Ibagué es un compromiso seguir pensando la música como desarrollo social y como un elemento que transforme vidas.

Por: Fausto García Calderón.

Para Ibagué es un compromiso seguir pensando la música como desarrollo social y como un elemento que transforme vidas. Es por eso, que la capital musical de Colombia cuenta con lugares que mantienen viva la música. Fue así como un día al maestro Alberto Castilla se le ocurrió la idea de crear una escuela de música en 1906, sueño que a la fecha es el Conservatorio del Tolima.

Desde esa fecha y pasados más de 100 años, la capital del Tolima sigue trabajando por la vida y la música, iniciativas que tienen nombre propio, Jhon Jairo Urueña, profesor de música de la Secretaría de Cultura.

En su trabajo por llevar la música a las comunas de Ibagué dicta clases a niños, jóvenes y adultos mayores con la intención de crear nuevas oportunidades. Jhon tiene a cargo la comuna 11, allí se reúne con muchachos del barrio El Bosque que están en un entorno que no resulta favorable para su convivencia.

“Ellos están expuestos a la droga y a la delincuencia, entonces el trabajo que venimos haciendo a través de la música ha sido fundamental porque están aprovechando el tiempo libre”, cuenta Urueña.

La música y la vida

Jhon trabaja con sus estudiantes seis horas a la semana, en el año y medio que lleva en este proyecto ha sido testigo de cómo la música ha despertado la pasión y el amor en cada uno de sus alumnos.

“Recuerdo mucho la historia de una de las estudiantes que empezó a hablar en su barrio de las clases que tomaba con nosotros, lo más gratificante de eso fue que cada vez se empezaron a acercarse otros jóvenes a la música”. En ese crecimiento y acercamiento de la juventud a la música, Jhon espera que se sigan beneficiando a través de la música cerca de 400 niños al año en las 13 comunas que existen en Ibagué.

Así como en las instituciones cada estudio tiene su clausura, estos cursos no son la excepción, al finalizar el proceso de cada taller los estudiantes en las comunas tienen la posibilidad de contar con un espacio y presentar lo aprendido a través de la música, allí los padres son testigos de esos avances en medio de algunas dificultades.

El objetivo es poder sembrar el gusto por la música en cada niño “con cada semilla musical que podamos sembrar estoy seguro de que estaremos haciendo algo bueno para transformar vidas, así no todos sean músicos es necesario que despierten una sensibilidad por la vida”, agrega Jhon.

Foto: Fausto García.

Sueños y sonidos del barrio

En esas zonas estigmatizadas de Ibagué también se trabaja por cambiar la cara y los imaginarios del sur de la ciudad y las historias de superación se reflejan allí en la capital musical. La agrupación La Eskina del Barrio se arriesga a soñar con un futuro diferente y con su arte defienden su origen y convicciones.

“La capital musical no solo es el conservatorio y el centro, también está compuesta por barrios populares y ciertas veredas que han construido esta ciudad. Ibagué también se ha hecho de esas calles poco visitadas pero que se están transformando gracias a la cultura de la música”, para Mauricio Rodríguez, director de la agrupación, la música es la mejor herramienta con la que cuentan.

En ese mismo lenguaje, el Conservatorio del Tolima también tiene presente que la música es un motor de desarrollo social, uno de sus proyectos es el Banco de Instrumentos. Consiste en que estudiantes puedan tener un instrumento musical durante su formación musical.

“Estos jóvenes tiene un sueño, quieren construir su vida al lado de la música, por eso les facilitamos instrumentos de la mejor calidad y perfección sonora”, para James Fernández, rector del Conservatorio es primordial que los estudiantes tengan esas garantías al momento de educarse, de formarse y en ese sentido contribuir a formalizar esos proyectos de vida.

Dentro de las oportunidades que brinda el Conservatorio del Tolima, otra es abrir sus puertas y poder llevar al aire libre los conciertos que se ven allí dentro. Por esto en el 2017 presentaron Música en los Parques, donde hicieron presencia en las 13 comunas de Ibagué que llevaron una parte del Conservatorio, sus sonidos y talento humano.

“Quisimos que toda una comunidad pudiera escuchar buenos conciertos de diferentes clases de música donde nos importaba tener espacios de paz y de reconciliación”. En esa buena respuesta de la gente lo que espera James Fernández, es poder traspasar los límites de Ibagué y llegar a distintas regiones de Colombia donde haya un parque que sea centro para reunir a toda una comunidad.

En las calles de Ibagué, en las comunas, en lugares poco vistos y en el mismo conservatorio se seguirán sembrando semillas musicales, no fue en vano la visión y el sueño de Alberto Castilla cuando dijo que soñaba con que Ibagué fuera una capital del arte, su legado ha dado frutos y el mejor de ellos es tener la instituciones musicales y a la comunidad trabajando con el ojo puesto en el mismo objetivo, ver en la música un elemento que transforme vidas.

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