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El colombiano debe apropiar en su ADN el entendimiento de los océanos: Andrés Franco

El próximo 6 de junio llega a radionacional.co el especial Mares y fronteras: cruceros científicos por nuestros ecosistemas.

Por: Richard Hernández.

En nuestro escudo nacional podemos ver en la parte inferior el istmo de Panamá (el cual perdimos en 1903) cubierto de aguas marinas, sobre las cuales se encuentran dos barcos, uno en cada océano que nos recuerda que Colombia es el único país suramericano en tener dos océanos, el Pacífico y el Atlántico.

Sin embargo, muchos colombianos no hemos valorado ese privilegio de estar bañado por dos mares

Todo lo contrario, los hemos convertido en un gran basurero a donde van a parar gran cantidad de los desechos que produce la sociedad de consumo con sus millones de productos envasados en plástico, icopor, cartón, vidrio y aluminio.

Para conocer sobre la situación de nuestros mares, dialogamos con el biólogo marino, egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Andrés Franco Herrera, doctor en oceanografía de la Universidad de Concepción en Chile, director del Departamento de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y de la sede en Santa Marta.

Franco representó en 2016 a la universidad Tadeo en la Tercera Expedición de Colombia a la Antártida.

También fue designado este año miembro de la Misión Internacional de Sabios para el Impulso de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, que convocó el Gobierno nacional.

Foto cortesía: Andrés Franco.

¿Cuál es la situación actual de los océanos?

Los océanos en Colombia corresponden al 50 por ciento del territorio nacional, si sumamos nuestras aguas jurisdiccionales en el Pacífico y en el Caribe colombiano.

Son sistemas de una alta biodiversidad la cual nos falta conocer a profundidad específicamente las riquezas que tenemos por encima de los 100 metros. En lo cual el país todavía no profundiza fuertemente.

Aún falta un vasto conocimiento de la riqueza de flora, fauna, geomorfología y las dinámicas físicas, químicas y biológicas que se pueden estar presentando en nuestros océanos y que son fundamentales para poder tomar delineamientos de manejo, conservación y uso responsable de estos recursos.

Los océanos también están sometidos a varias presiones, unas de carácter natural y otras de carácter antrópico. Los procesos de erosión de la zona costera son bastantes relevantes, ya se han identificado 82 puntos de erosión entre el Pacífico y el Caribe y la zona insular de San Andrés y Providencia. Principalmente esta problemática está enfocada en el Caribe.

Obviamente los aportes de contaminantes provenientes de las cuencas de ríos como el Magdalena, el Sinú, el Atrato y de pequeños ríos que impactan fuertemente la zona costera.

Además, los océanos y mares se están viendo afectados en algunas zonas por el desarrollo desordenado de los proyectos de vivienda e infraestructura hotelera.

También vale la pena mencionar la problemática que están viviendo nuestros ecosistemas producto del cambio climático.

Aquí también en Colombia el incremento de la temperatura, acidificación de los océanos y elevaciones del nivel del mar es algo muy importante porque nosotros tenemos una población costera cercana al millón cuatrocientos mil habitantes, que todas estas dinámicas los pueden afectar.

Asimismo, hay que mencionar que tenemos alteraciones en nuestros ecosistemas marinos asociados, en nuestros arrecifes de coral, sistemas de manglares y pastos marinos.

Si bien el país ha progresado mucho en las definiciones de aguas marinas protegidas, incluso muy cercano a las metas fijadas para los objetivos de desarrollo sostenible por el país para el 2030; hay otras zonas que desafortunadamente se han visto impactadas, vale la pena destacar la problemática de las pesquerías en nuestros océanos.

Las pesquerías que nunca han sido monitoreadas con la continuidad que requerimos para toma de decisiones sólidas, pero que obviamente se ve un descenso en la captura de pesca.

No han sido suficientes los esfuerzos de educación ambiental para las comunidades para que estos recursos sean pescados por encima de su talla media de madurez.

Otro problema es que estamos sometidos a problemática de especies invasoras, caso específico el pez León, que tiene unas implicaciones en desequilibrio de la dinámica natural de los ecosistemas en despresamiento de especies y depredación. A la pérdida de biodiversidad hay que prestarle mucha atención.

¿Qué diferencia hay entre nuestro océano Pacífico y el Atlántico en cuanto productividad y otras dinámicas?

Son muchas las diferencias, el mar Caribe es un mar que es semicerrado por el arco de las Antillas y todo lo que tiene que ver en la parte norte con Haití y Cuba, entre otros. Además, es un mar menos productivo que el Pacífico.

El océano Pacífico colombiano hace parte de lo que se conoce como Pacífico Oriental y esta es una zona que le impactan aguas muy productivas que vienen de la Corriente de Humboldt que hace que tenga unas zonas pesqueras más fuertes como las que tiene el norte de Chile, Perú, Ecuador y el sur de Colombia.

El Caribe tiene eventos de afloramiento de aguas profundas que se llama surgencias muy asociadas a la dinámica de surgencias de Venezuela la cual se llama la surgencia de Cariaco que favorece esa productividad, pero está muy focalizada al Caribe Norte.

La biodiversidad es mucho mayor en el Caribe en ecosistemas submarinos al menos de lo que conocemos.

En el Pacífico está muy focalizada a sectores como Malpelo o Gorgona y eso se debe a que el Pacífico también tiene fuertes aportes de ríos, que, si bien el Caribe también los tiene, ya que su morfología y dinámica hace que los fondos no sean tan favorables para el desarrollo de este tipo de sistemas.

Pero el Pacífico también tiene las zonas de mayor cantidad de bosques de manglar, que si bien en el Caribe existen pues su extensión en hectáreas es mucho menor y eso también les hace un factor diferenciador.

Lo otro es que la zona costera del Caribe presenta un desarrollo costero portuario, industrial y comercial muy superior al del océano Pacífico que está focalizado solamente en ciertos puntos, como Buenaventura y Tumaco por mencionar algunos.

Obviamente hay unas diferencias desde el punto de vista de su dinámica natural, las mareas en el Caribe son de centímetros, en cambio en el Pacífico son de metros. Eso también genera unas dinámicas distintas incluso culturales en la manera como se navega, como se pesca, en el océano Pacífico a como sucede en el Caribe.

En esto el país es muy privilegiado porque tiene dos océanos con características muy distintas, pero en conjunto ofrecen una gran diversidad, pero sobre todo prestan una cantidad de bienes y servicios que son muy importantes para las comunidades costeras desde tiempos ancestrales.

Foto: Esteban Herrera. Especial océanos Radio Nacional de Colombia

¿Cuáles son las condiciones de las especies de peces que forman parte de la riqueza ictiológica de Colombia?

Cuando uno revisa las cifras del Instituto Humboldt o por ejemplo las cifras del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar), del Sistema de Monitoreo Ambiental del país, solamente en peces marinos podemos tener cerca de 2.000 especies bastante de ellas de interés comercial, otras no tanto, pero si con un alto valor de importancia ecológica por las funciones que presta en el ecosistema.

Esa es una cifra alta comparada con el reporte que hay de peces dulceacuícolas que están en las 1.500 especies, pero déjeme decirle que no conocemos toda la riqueza. El país digamos conoce bien la riqueza íctica y de otras comunidades de invertebrados de las aguas someras o aguas superficiales.

Pero en el océano profundo hay una alta riqueza de especies, entre ellas peces que hasta ahora estamos empezando a inventariar o a indagar en gran medida gracias al apoyo de la Armada Nacional y de la empresa privada, por toda esta dinámica que se ha generado a través de las exploraciones offshore de gas o hidrocarburos en plataformas submarinas.

El país por ejemplo en el 2007 reportaba algo así de 30.000 especies en total.

En el 2015 ya íbamos en 50.000 especies, eso se debió que a medida que podemos explorar nuevos territorios en donde antes estaban sometidos al conflicto armado, cada vez encontramos nuevas especies o especies que no estaban registradas para el país y eso hace que nuestro inventario natural de flora o fauna general vaya aumentando.

Lo mismo sucede en los océanos a medida que la tecnología, la capacidad financiera y la infraestructura nos permite explorar a mayor profundidad, tenga usted la certeza que también va ir aumentando no solamente la riqueza del conocimiento de la fauna íctica sino de invertebrados y mamíferos

¿Pero también habrá otras especies en peligro de extinción?

Hay bastantes especies que presentan diferentes niveles de peligro. Vale la pena recordar que esa información esta consignada en los libros de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que son los famosos Libros rojos de las especies amenazadas en Colombia.

Cuando eso lo llevamos al mar efectivamente tenemos varias especies especialmente peces y mamíferos marinos que por sobreexplotación, por mal manejo del recurso están en el algún tipo de estas categorías.

También están los reptiles como las tortugas por el mal manejo y la cultura ancestral de comer huevos de tortuga. Lo mismo sucede con ese grupo de peces a los que llamamos cartilaginosos, hay tiburones y rayas que también están en algún tipo de peligro debido al manejo pesca y sobrepesca.

Asimismo, puede suceder con esas especies que comúnmente consumimos, pargo rojo, pargo pluma y pez loro, éste último es una especie tremendamente importante para la construcción de los arrecifes porque sus productos de desechos, sus fecas realmente tienen mucho carbonato de calcio que ayuda a la reconstrucción, como la base nuevamente de corales bebes.

¿Cuál es el aporte que hace la academia para la conservación de nuestros océanos?

El país afronta dos problemas estratégicos para enfrentar la conservación y el uso sustentable de los recursos marinos. El primero de ellos es el recurso humano y ahí la academia ejerce una labor importante. Hay universidades públicas y privadas como la Tadeo que lleva 60 años trabajando en ciencias marinas.

También destaco la labor de Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla” y el esfuerzo de universidades como la del Valle, Antioquia, Magdalena, Universidad del Norte, Universidad Nacional de Colombia y Universidad de los Andes, que trabajamos formando biólogos con énfasis en el campo marino para estudiar y trabajar estas problemáticas.

Todos nosotros nos hemos unidos y tenemos una cosa que se llama el Doctorado en Ciencias del Mar, el cual tiene el apoyo de Comisión Colombiana del Océano (COO) y del Invemar.

Este doctorado busca tener profesionales, investigadores de punta que afronta cuatro líneas que son estratégicas para el país: medio ambiente, valoración y aprovechamiento de recursos, oceanografía y el componente ambiental.

El doctorado que nació en el 2010, al día de hoy tiene cerca de 47 estudiantes y ya se han graduado alrededor de 12 personas.

Ese es el primer aporte de la academia, formación del recurso humano. Pero ahí nos falta porque hay otras áreas que son importantes para el océano y que no se están desarrollando en el país, ingenieros de costas, por ejemplo, esa es un área que debemos fortalecer más.

Lo segundo que aporta la academia sin lugar a dudas es la investigación per se, no solamente en sus programas de pregrado, sino también en maestría y de doctorado. Buena parte del conocimiento se ha logrado a través de ese ejercicio de las universidades.

El tercer aporte que hace la academia y que es muy importante es la transferencia de ese conocimiento a la sociedad, a las comunidades pesqueras, y a las comunidades indígenas en un lenguaje sencillo alcanzable pero riguroso.

Ustedes junto a otras entidades iniciaron hace poco un diagnóstico sobre las características del microplástico ¿cómo va ese análisis?

Nosotros iniciamos un estudio en donde queremos evaluar ¿cuánto microplástico hay en nuestras zonas costeras del Caribe colombiano?

Empezamos con un piloto en la zona costera del departamento del Magdalena porque ese es un laboratorio natural muy importante, la cual tiene un afloramiento de aguas profundas del río Magdalena y tiene también el efecto y la presencia de la Ciénaga Grande de Santa Marta, que es la zona costera o sistema lagunar más grande de Suramérica.

La problemática de microplástico es un peligro mundial de escala global con cifras muy preocupantes en el mar Mediterráneo, en el mar Adriático, en el océano Pacífico y el Atlántico Norte.

A nosotros constantemente nos están llevando especies enfermas o que han fallecido. Uno les encuentra plástico en su cuerpo, en su sistema digestivo.

Los muestreos empiezan ahora en el segundo semestre de este año. En estos momentos estamos en todo el diseño de redes porque son unas redes especiales para poder recoger este plástico.

Estamos realizando este trabajo entre la Universidad Jorge Tadeo Lozano, el Acuario mundo marino, de la Fundación Museo del Mar y la Universidad de Viena (Austria), cuya maestría en oceanografía ha liderado muchos estos procesos en el mar Mediterráneo y en el mar Adriático.

Ellos han sido fundamentales para apoyarnos en todo lo que tiene que ver con el diseño metodológico y técnico.

Sin embargo, el Invemar tiene desde hace algunos años una línea de investigación en plástico y ellos hacen monitoreo. Tampoco es que no tengamos una línea base de cero, hay ya una información parcial, pero si tenemos que seguir aunando esfuerzos porque esa información la requerimos.

¿Un mensaje para valorar y proteger nuestro entorno en especial los océanos?

Estamos en una alerta ambiental con los océanos delicada llegando a límites de emisiones de dióxido de carbono (CO2) y a un llamado de atención de la Organización de las Naciones Unidas, a que si no cambiamos nuestros hábitos de vida cotidiana podemos tener efectos irreversibles en el 2030.

Vivimos en una época que muchos llaman la era del Antropoceno, que se traduce en que los recursos naturales debemos buscar un equilibrio entre uso y protección.

Mi mensaje, sin duda alguna es necesario que tengamos las herramientas, el conocimiento y estrategias sólidas para saber usar y proteger todos los recursos naturales que tienen nuestras zonas costeras y nuestros océanos.

El colombiano debe apropiar en su ADN el entendimiento de los océanos: Andrés Franco. Mi mensaje es que los colombianos como sociedad debemos conocer más de nuestros océanos, eduquémonos en el mar.

El próximo 6 de junio llega a radionacional.co el especial Mares y fronteras: cruceros científicos por nuestros ecosistemas.

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