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Buesaco, tierra de saberes ancestrales al norte de Nariño

Hicimos un recorrido por la historia y las tradiciones de este municipio que aguarda su identidad indígena.

Por: Diego Burgos. Radio Nacional Nariño

El municipio de Buesaco (Nariño) es conocido popularmente como el ‘doctor Buesaco’, debido a que muchos dicen que su clima es medicinal y considerado uno de los mejores del mundo.

Así lo asegura el líder Laureano Villota, quien indica que varias familias llegan a Buesaco cuando padecen enfermedades reumáticas para poder curarse, ya que climas secos, templados y sin humedad, tienen este tipo de ventajas. Además, cabe anotar que la tasa en promedio de vida oscila en los hombres a los 72 años y las mujeres a los 82 años.

Está ubicado a unos 36 kilómetros de Pasto hacia el norte de Nariño. En el trayecto a esta tierra de sol y café, se puede admirar la naturaleza que caracteriza a este departamento. Sus altas montañas que se combinan con los cañones que son el comienzo del Juanambú, río protagonista en la batalla independentista.

A tan solo 30 minutos de recorrido se llega al primer corregimiento, Villamoreno, conocido como la tierra del maíz: sus envueltos de choclo o mazorca, son característicos, la parada es obligatoria para tomar café y probar su queso artesanal.

No solamente cuando se habla de Villamoreno se hace referencia a su gastronomía, sino que, además, ahí se encuentran ubicados los petroglifos, que hacen parte de la herencia de este pueblo que nació de los indígenas ‘buisacos’, un grupo perteneciente a los Quillasingas, de ahí el nombre de Buesaco.

Con el aroma de un café hablamos con Arturo García, coordinador de la Casa de la Cultura de Buesaco, quien nos contó acerca de los petroglifos, grabados en rocas desde tiempos ancestrales. La historia cuenta que con estos elementos los indígenas iban reconociendo su territorio.

En la vereda El Vergel, a unos 10 minutos de la cabecera corregimental de Villamoreno, se puede admirar uno de los petroglifos, se trata de ‘la piedra de los zapatos’, denominada así ya que en su superficie se encuentran dos pisadas claramente marcadas, como lo explica Arturo García.

Este legado no solamente se encuentra en este corregimiento. Se pueden apreciar otros grabados ubicados en diferentes partes del municipio, como en la vereda Guayacanes en Santa María, la cual, tiene formas de espirales que hacen alusión a relojes solares o la famosa ‘piedra del mono’.

Así mismo, el petroglifo del ‘Cacique’, el cual es una manera de recordar donde los buisacos realizaban sus ofrendas y sacrificios en honor al sol.

Luego de conocer un poco de esa maravilla ancestral grabada en piedra y probar platos típicos como el chicharrón o el frito, se debe continuar el recorrido para llegar al centro de este viaje.

Foto: Janeth Jurado.

Las fincas cafeteras que se pueden observar a lo lejos y en las montañas como si colgaran de un hilo los cafetales que rodean estas tierras y considerados los mejores del mundo, evidenciado en las premiaciones a la taza de la excelencia.

Cuando se llega a Buesaco se puede observar un pequeño mercado donde la naranjas, los limones o las mandarinas, son productos que se comercializan en este municipio. Siguiendo el camino se puede admirar una combinación entre viviendas modernas y aquellas que aún mantiene un estilo tradicional con paredes de tapia y tejas de barro.

Gastronomía natural

La historia de este municipio hace referencia también a su gastronomía y la recuperación de lo ancestral, Giovanny Rodríguez, es un chef nacido en Pasto y radicado en Buesaco, precisamente por su clima. Hoy trabaja en recuperar las recetas y técnicas tradicionales en la cocina de esta región.

“Queremos que se vuelvan a preparar alimentos con condimentos naturales como es el caso del achiote, un pigmento natural de color rojo”, señaló Rodríguez

Uno de los platos tradicionales es el ‘tacado de plátano’, el cual se prepara justamente, tacando un plátano en una piedra llamada ‘mama o guagua’, la cuales eran utilizadas por los indígenas buisaco.

“Otro de los platos para rescatar y que era de muchos años atrás, son los envueltos o tamales, los cuales se hacían de mote, un tipo de maíz. Así mismo, el locro de zapallo y uno de los ingredientes que no podía faltar en Buesaco y que se ha ido perdiendo es el famoso ají de maní”, cuenta Giovanny Rodríguez.

Uno de los propósitos que tiene Giovanny Rodríguez es hacer que las personas dejen por un momento el consumo rutinario del pollo o la carne, y conozcan un poco la gastronomía de esta tierra.

Buesaco es un municipio que ofrece alternativas de diversión, alojamientos campestres y rurales, zonas de camping, paisaje, historia y aventura .Es una alternativa para conocer un poco de lo que es Nariño. “Un paraíso en la montaña con sabor a café y aventura”, como dice Giovanny.

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