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Juegos y rondas tradicionales de San Andrés: legado del pueblo raizal

¿Qué son el jox boat y el cotton boat?, desde Radio Nacional de Colombia San Andrés nos cuentan.

Por: Sally Flores. @RadNalSai

El mar ha sido fundamental para la subsistencia de los habitantes del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina; los pescadores isleños lo han recorrido para llevar alimento a sus familias durante cientos de años, es el escenario en el que se formaron experimentados navegantes de las islas, fuente de inspiración para plasmar historias reales y ficticias del territorio insular, pero también, para crear juegos y momentos de esparcimiento que fueron esenciales para la vida en comunidad de los raizales.

Muchos de los juegos asociados al mar se relacionan directamente con la navegación; el jox boat es una pequeña embarcación elaborada con la cubierta o parte externa del coco que lleva alzada una vela elaborada por lo general con hoja del árbol de almendra. Los niños lo utilizaban para realizar carreras dentro del agua, impulsándolo con un palo en los lugares de menor profundidad.

Hablamos con Leanta Corpus sobre sus recuerdos en torno a estos juegos tradicionales:

El cotton boat, denominado así porque es un barco elaborado con el tronco del árbol de algodón solo existe en Providencia, de acuerdo con la antropóloga Ana Isabel Márquez.

“Algunos de los mayores lo enseñan a los más chicos, no es muy común en estos días, antes se utilizaba no solo como juguete sino como una manera de enseñar a navegar”.

También hay tradiciones que son vistas como juegos pero son practicados por los adultos, es el caso del cat boat y las carreras de caballo, esta última asociada al mar. En Providencia esta práctica aún se conserva.

Al igual que el mar, los patios de las casas también fueron un importante escenario para los raizales. En este espacio se reunían las personas mayores con los más jóvenes, para contar historias y realizar juegos como las rondas; “estos momentos permitían la comunicación entre las distintas generaciones y fortalecían la autoridad de las personas adultas” resalta Márquez.

“Venían personas de otras partes de la isla a participar en estos juegos, los patios eran amplios y como no había tanto transporte, a veces las rondas terminaban en la calle. Era muy emotivo, se hacía en noches de luna llena, no había luz eléctrica”.

Hoy, transcurridas más de cuarenta décadas desde entonces, Leanta afirma que la principal problemática que afronta San Andrés es la sobrepoblación, pero también mantiene en su memoria y en su esencia el significado de haber nacido y crecido en el territorio insular.

“Ser raizal es poner en práctica las expresiones que hacen parte de la cultura nativa, es conocer las tradiciones y aplicarlas; las danzas, los cantos, la manera de ser”

Muchas de las tradiciones y rondas como las que destaca Ana Isabel y evoca Leanta se han buscado recuperar, ya que éstas han perdido importancia para la comunidad de las islas con el paso del tiempo; personas y entidades e instituciones como El Ministerio de Cultura y la Organización de Raizales por Fuera del Archipiélago (ORFA); entre otros, han apoyado he impulsado proyectos para su fortalecimiento y divulgación.

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