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Tolima: la pervivencia de los juegos tradicionales indígenas

En Tolima estos juegos han perdurado en los usos y costumbres populares gracias a la tradición oral.

Por: Alejandra Cuéllar Cedano.

Históricamente el juego ha permitido a las personas desarrollar, no solo habilidades motrices, agilidad mental y destrezas físicas de toda índole, sino de convivencia con otros individuos y la comunidad en general. Así las cosas, rastrear de dónde vienen los juegos tradicionales que marcaron nuestras vidas es también develar la manera en que construimos nuestras identidades.

En el departamento del Tolima estos juegos han perdurado en los usos y costumbres populares gracias a la tradición oral, que ha permitido transmitir de generación en generación una lúdica propia, reivindicada a través de eventos como los Juegos Departamentales Indígenas que, en su primera edición, organizada en 2016. En ese año logró reunir a aproximadamente 126 representantes de las 200 comunidades indígenas del departamento.

Radio Nacional de Colombia habló con Jesús Loaiza, docente pijao y miembro de la Asociación de Cabildos Indígenas del Tolima (ACIT, para comprender mejor el origen de estos juegos, su importancia y la experiencia de los Juegos Departamentales.

Origen de los juegos tradicionales

Para ubicar de dónde vienen estos juegos es necesario remitirnos a la vida de nuestros antepasados. “Mi abuelo Agustín Sánchez, una persona indígena que nació en 1905, nos narraba historias sobre sus juegos tradicionales, este consistía en jugar con chuapas”, relata Loaiza.

Las chuapas, partes de las hojas gruesas que sueltan los árboles de palma usadas usualmente para tejer estructuras de chozas y casas, también eran usadas desde antaño por niñas y niños para jugar. “Ellos hacían como si fueran unos ligeros toboganes y se deslizaban sobre las faldas o falsas pendientes”. Otros juegos que se destacan en la tradición tolimense son las carreras de burros y caballos, “compañeros que más corran”, gallo tapao’, el “tun-tun”, el canotaje, las carreras de encostalados, el fuego de cuarta, el mini-tejo, y “el que más tome chicha”.

Vigencia de los juegos tradicionales del Tolima

Unos de los juegos más reconocidos y vigentes en la actualidad según el docente pijao es la cuculumá. Este consiste en “lanzar unas esferas sobre unos marcos de tabla que tienen unos orificios y sobre esos orificios unos números”.

A través de esta lúdica se entrenan el pulso y la precisión a distancia de una manera tan eficaz que es usado por docentes como Loaiza en su comunidad como manera de implementar la transversalidad didáctica, de manera que es de sumo interés para educadores de la región.

Otros juegos con una notable vigencia en la actualidad son los que se realizan con canicas y el de “la pega” o “la lleva”, reconocidos en diversas regiones del país. Estos, según Jesús Loaiza, son en tiempos presentes los juegos más representativos. Sin embargo, este docente perteneciente a la ACIT también reconoce la importancia de rescatar los que han perdido vigencia con el tiempo.

Los Juegos Departamentales Indígenas y la pervivencia del pueblo Pijao

Reconociendo la necesidad de mantener la vitalidad de estas tradiciones, la Gobernación del Tolima apoyó la realización de los primeros juegos indígenas del pueblo Pijao en el municipio de Ortega, y organizó en 2016 los primeros Juegos Departamentales Indígenas en el parque principal del municipio de Natagaima, al sur del departamento.

Según Jesús Loaiza se busca a través de la participación una representatividad de las diversas organizaciones de su pueblo en el departamento, entre las cuales se encuentran el Consejo Regional Indígena del Tolima (CRIT), la Federación Indígena de Comunidades Ancestrales del Tolima (FICAT), de la Asociación de Resguardos Indígenas del Tolima (ARIT) y de la Asociación de Cabildos del Tolima (ACIT), a la cual pertenece. “De esa manera salen los participantes de cada comunidad o resguardo”. En este evento, armonizado por la música popular en las comunidades, se entregan uniformes deportivos y trofeos a modo de premiación para los ganadores.

La duración de este certamen en el que participan comunidades pijao de Chaparral, Ríoblanco, Prado, Dolores, Ibagué y Espinal, entre otras, es de cinco días que incluyen tres jornadas diarias de rondas eliminatorias, sus respectivos descansos y la etapa final de los juegos.

Sin embargo, la realización de este evento de manera anual se encuentra suspendida, según Loaiza, por cuestiones relacionadas con la contratación departamental en 2019 y en razón a la pandemia del Covid-19 y el aislamiento social que conllevó en el presente año.

A pesar de esto el docente pijao Jesús Loaiza confía en que este certamen volverá el año que viene: “puede ser a principio de año o en los meses de julio o agosto. Buscamos los meses de verano para poder hacer estos juegos precisamente para que todo sea un éxito”, manifestó.

¿Por qué es importante mantener vivo los juegos tradicionales indígenas?

Para Loaiza la vigencia de este tipo de tradiciones está directamente ligada a la supervivencia del pueblo Pijao: “nosotros como pueblo hemos sido declarados una etnia en exterminio físico y cultural, entonces es una manera de no dejar perder este legado”.

En el marco de un mundo cada vez más interconectado a través de la virtualidad, y en el que las personas -especialmente la niñez- interactúa cada vez más a través de pantallas, conservar el valor de estos juegos se convierte en una forma de resistencia. “Como sabemos fuimos avasallados en nuestra lengua y por eso tenemos que ser muy fuertes en cuanto a lo que son los usos y costumbres. También en la parte de nuestra toponimia, que es lo que nos queda y nos hace fuertes”, asegura el docente.

Abandonar este tipo de prácticas no sólo afecta la salud de la niñez, sino que implica un riesgo latente para la pérdida de la historia propia y las raíces de las comunidades.

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