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Retos del acceso al agua potable y saneamiento básico: 7 departamentos en situación crítica

El 25 % de los colombianos tienen un acceso inadecuado a estos servicios.
Acceso al agua potable: 7 departamentos de Colombia situación crítica
Foto: Radio Nacional de Colombia
Radio Nacional de Colombia

El Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio aseguró que, en Colombia, 12 millones de personas tienen acceso inadecuado al servicio de agua potable, esto representa 25% de la población del país. 
Además, 3,2 millones de personas no tienen acceso a agua potable, especialmente en el 90 % de territorios en zonas rurales del país. 

Respecto al saneamiento básico, la entidad indicó que cerca de 1,5 millones de personas realizan sus necesidades fisiológicas al aire libre, donde solo se tratan 52% de las aguas residuales. 

Mira aquí nuestro especial Bañarse con totuma: una realidad de miles de colombianos

Según un estudio de la Ingeniería Ambiental de la Universidad ECCI, en los últimos 23 años, son 7 departamentos que tienen municipios con problemas críticos de abastecimiento de agua y saneamiento, como lo son: Antioquia, La Guajira, Santander, Magdalena, Sucre, Boyacá, y Chocó. “Esta dificultad es más predominante y dramática en el sector rural”, indica el estudio. 

Riohacha, capital con menor cobertura de servicio de agua y alcantarillado

Riohacha es el reflejo de las grandes dificultades que hay en el departamento de La Guajira en materia de abastecimiento de agua potable y saneamiento básico, siendo una de las capitales del país con el mayor déficit en cobertura de servicios: el acueducto se encuentra en un 88 por ciento, y el alcantarillado en un 60 por ciento.

Manuel Olivella, gerente de la empresa Aqualia, encargada de operar los servicios de acueducto y alcantarillado de la ciudad, explica que esto se debe a la falta de un sistema de tratamiento de aguas residuales, e inversiones para llevar la cobertura de acueducto a un cien por ciento.

Acceso al agua potable: 7 departamentos de Colombia situación crítica

“Nosotros acabamos de suscribir un contrato por 30 años, el cual contempla unas inversiones de alrededor de 100 mil millones de pesos, y durante los primeros dos años estaremos ejecutando al menos el 40 por ciento de esa inversión, apalancados con recursos de la Nación para poder mejorar los servicios” indicó.

Los habitantes sin suficientes sin servicios dignos 

Mientras esto sucede, los habitantes de la capital guajira tienen que turnarse los días en que recibirán el servicio de agua, unos madrugan y otros trasnochan para poder abastecerse.

El señor Walter Hernández, habitante del barrio La Majayura, asegura que el servicio llega con baja presión y en algunas viviendas nunca ha llegado una gota de agua:

“En este sector el agua llega el domingo desde las 11 o 12 de la noche y se va el lunes en mañana, a la gente le toca esperar turnos, y para poder abastecernos tenemos que instalar turbinas, lo que hace que además se nos incremente el costo del servicio de energía. Otro problema es que hay días en que el agua llega turbia, con malos olores, y eso está afectando la salud de la comunidad”.

La fuente principal de abastecimiento de agua de Riohacha es el río Tapias, de allí la empresa Aqualia capta 650 litros por segundo del preciado líquido, sin embargo, a la ciudad solo están llegando 300 litros por segundo, ya que particulares manipulan ilegalmente las redes y usan el agua tratada principalmente para labores agropecuarias.

“En la medida que recuperemos las pérdidas que tenemos en la línea de conducción, podremos ampliar los turnos de servicio para dar más tiempo y más agua a cada uno de los sectores” indicó Olivella, gerente de Aqualia.

“Necesitamos que haya solución para nosotros tener una vida digna, porque el agua es vida, el agua es salud, sin agua no podemos hacer nada y hay muchas personas que estamos padeciendo por no tener el servicio del agua. Les pedimos que nos colaboren y que este problema que tenemos en la actualidad se pueda solucionar de la mejor manera” expresó Pedro Perea, veedor de servicios públicos del barrio Las Marías de Riohacha.

Chocó y su deuda histórica 

El 22 de agosto de 1966 los chocoanos iniciaron el denominado “paro de Agua y Luz”, en el que exigían al gobierno de la época establecer redes de abastecimiento de servicios públicos como el saneamiento básico. 18 días después el paro fue conjurado por acuerdos con el gobierno nacional que no se materializaron a plenitud.

El 26 de mayo, pero de 1987, los chocoanos volvían a las calles para exigir las mismas necesidades básicas insatisfechas, agua potable, alcantarillado, servicios de telecomunicaciones y vías, entre otras muchas necesidades, pese al acuerdo alcanzado por la intermediación de Carlos Ossa Escobar, consejero presidencial para la paz en el gobierno de Virgilio Barco. 

Los chocoanos no lograron ver a plenitud la materialización de las reclamaciones y 30 años después, regresaron a las calles por las mismas necesidades como lo relató el historiador y curador arquitectónico Douglas Coujar.

Del acuerdo del año 2017, quedó la culminación de la actualización de las redes de alcantarillado y acueducto en Quibdó por parte del programa “Todos Somos Pazcífico”, sin embargo, 8 años después, las calles de Quibdó siguen rotas y las redes aún no se entregan, pese a que los trabajos continúan.

El pasado mes de febrero, la ministra de vivienda, ciudad y territorio, Catalina Velasco, visitó los municipios de Río Quito e Istmina, donde constató que, la ejecución de proyectos de acueductos esperados por los pobladores desde el año 2011, presentan una inversión estimada solo para estos dos municipios de más de 32 mil millones de pesos en obras inconclusas.

Según reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas -DANE, en el Chocó, el 74,0% de los hogares presenta deficiencias en la prestación del servicio alcantarillado, solo Quibdó, su capital, reporta un 91,1% en este mismo indicador.

Bogotá es la ciudad con mejores estadísticas pero con mayor contaminación 


El Concejo de Bogotá explicó que la ciudad tiene la mejor calidad de agua potable en toda Latinoamérica, con cifras que respalda El Observatorio Ambiental, a corte del último mes de octubre, en el medidor de agua apta para consumo humano, donde la capital se encuentra sin riesgo en sus 4 cuencas principales con una calificación  0,29  del 100 % de peligro. 

Por otra parte, la Secretaria de Medio Ambiente de Bogotá explicó que a pesar de estos buenos avances, el río Bogotá vive con una alta contaminación, pues cada mes se arrojan más de 270 toneladas de desechos de toda clase:

“Este año, por primera vez, encontramos que ninguna de nuestras cuencas tiene un nivel pobre de agua. Hemos hecho más de 1.800 controles a distintos puntos y hemos encontrado más de 400 vertimientos, particularmente del sector productivo”, explicó Carolina Urrutia, Secretaría de Medio Ambiente de Bogotá.
 
Además, agregó que debemos ver cómo podemos reducir el impacto de esta problemática. “La forma en la que utilizamos el agua en nuestras casas, si vertimos aceite, si echamos seda dental u otros productos a nuestro sistema de drenaje de agua, estamos contaminando todos los ríos, incluyendo el río Bogotá”, sentenció.

Río Bogotá y su dependencia con municipios de Cundinamarca 

Agua potable: dificultades de acceso en las regiones de Colombia

“Hay 41 plantas, solamente las de los municipios más pequeños son las que medio trabajan. Todos los municipios tienen problemas estructurales de alcantarillado de aguas mixtas. Bogotá, hasta que no solucionen ese problema estructural de separar las aguas lluvias y las aguas residuales, no van a poder controlar cuando llueve las aguas”, así lo denunció Carlos Vargas, presidente de la Red de Municipal de veedurías, quien además explicó que las empresas locales de algunos municipios cobran 3 veces a los habitantes el agua que le compran a Bogotá. 

Según la Secretaría de Salud la calidad del agua ha experimentado mejoras notables debido a regulaciones en algunos municipios dictadas por una sentencia del río Bogotá. A partir de esta sentencia, se han implementado diversas medidas en estas áreas, pero sin resultados efectivos.

En Chía, Cundinamarca, piden emergencia sanitaria

“La situación de Chía es muy dramática, y cada vez está empeorando más, en muchos aspectos en la calidad de vida, en el aire que respiran y el alto costo de servicio público que cobran hasta 3 veces más de lo que les venden el agua en Bogotá, además la calidad del agua es deplorable hemos hecho denuncias sobre altos contenidos de manganeso, por eso pedimos que se declare una emergencia sanitaria”, denunció Nicolás Casas, sindicalista y líder ambiental. 

Acceso al agua potable: 7 departamentos de Colombia situación crítica

Además explicó que más 1500 licitaciones de construcciones en los últimos 8 años han empeorado esta situación, que han ocasionado que la población cree estrategias que tienen que usar los habitantes para mejorar su saneamiento en el territorio:

“La gente termina adaptándose … han puesto filtros en las casas, a veces nos toca ponerle trapos a la llave para que el agua se filtre un poco y no afecte a nuestros niños”.

Anapoima sin suficientes acueductos y alcantarillados 

En las veredas rurales de Anapoima persiste la falta de sistemas de acueducto y alcantarillado. Esto ha obligado a los residentes de estas zonas a depender de la recolección de aguas lluvias para sus necesidades domésticas y consumo, que a su vez ha traído consecuencia en el municipio.

"En los últimos meses hemos presentado problemas de salud gastrointestinales con mi mamá, pues por ser ella una persona vulnerable a muchas cosas, sus intestinos creo que han tenido bastante influencia el hecho de que no se tome el adecuado cuidado con el agua que ella consume”, explicó, Rosa Martínez, habitante de la zona.

Esta situación ha tenido un impacto negativo en la salud de la comunidad, ya que se han reportado 194 casos de enfermedades gastrointestinales a lo largo del año, según las autoridades locales.

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