‘Enjaulados’: un canto que busca salvar a los flamencos en La Guajira

Los flamencos rosados, o Phoenicopterus Ruber, son aves grandes, de cuello y patas largas, con un particular color rosado en su cuerpo, que durante muchos años han impulsado el turismo del departamento de La Guajira, siendo un atractivo turístico para los visitantes del santuario de Fauna y flora, ubicado en el corregimiento de Camarones de Riohacha. Sin embargo, en los últimos años se ha evidenciado una disminución de esta especie. 

Buscan sus alimentos en manada; convirtiendo gran parte de la laguna Navio quebrado en un pintoresco color que llama la atención desde los cielos y que inspira a artistas. 

Precisamente eso fue lo que atrajo a Carmen Lucina Rodríguez, una fonsequera artista plástica y visual, quien, a través de su más reciente escultura: ‘Enjaulamiento’, con la que se ha presentado en más de 3 premios nacionales en el sector cultural, hace un llamado a cuidar esta especie de aves esbeltas. (Actualmente se encuentra en el Banco de La República en Bogotá.) 

En esta obra las personas ingresan a una jaula y luego de estar encerradas escuchan el sonido del canto de muchas aves que se han visto afectadas por la caza y el contrabando de fauna.

No obstante, esta no es la única amenaza que enfrentan los flamencos rosados, pues el departamento de La Guajira, al ser rico en fauna y flora, ha llamado la atención de proyectos que buscan explotar energía eólica a través de grandes hélices que son una gran amenaza para las aves migratorias, particularmente para esta especie, que pueden estrellarse con las hélices, al estar ubicadas en su ruta en diferentes épocas del año.

Por esta razón, distintos grupos de protección de la fauna y flora están haciendo un llamado a los entes ambientales a nivel nacional, para que protejan a estas especies en riesgo de extinción mientras se maneja equilibradamente el desarrollo energético en La Guajira.