Rumba en Bogotá: concejales cuestionan decreto que limita horarios y comerciantes alertan por crisis en el sector nocturno
El Concejo de Bogotá discutió este miércoles los efectos del Decreto 293 de 2025, que redujo los horarios de funcionamiento para buena parte del comercio nocturno en la capital. Según el concejal Julián Triana, la medida “no solo golpea la economía, sino que además no está dando resultados en materia de seguridad”.
El concejal Julián Triana, citante del debate, señaló que la medida contradice la promesa de campaña del hoy alcalde Carlos Fernando Galán de impulsar una Bogotá 24 horas. “Este decreto se expidió a espaldas de los gremios, del Concejo y del propio Plan Distrital de Desarrollo. Fue aprobado sin un solo estudio serio que lo justifique, sin diálogo real y violando el principio de participación que exige la ley”, afirmó.
De acuerdo con cifras presentadas en el cabildo, la medida no ha reducido los delitos asociados a la vida nocturna. Por el contrario, entre junio y julio de 2025, el hurto a personas pasó de 10.683 a 11.406 casos, los homicidios aumentaron de 96 a 99 y las lesiones personales de 1.666 a 1.808. “Los delitos no ocurren en la madrugada, sino en horas de la noche. Restringir la rumba legal no mejora la seguridad, la empeora”.
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Los gremios del sector nocturno también han alertado desde hace varias semanas que más de 2.800 establecimientos, especialmente billares, cafés y restaurantes, quedaron obligados a cerrar a medianoche, lo que pone en riesgo cerca de 9.000 empleos. Representantes del sector aseguran que la norma fue expedida sin concertación, desconociendo procesos de autorregulación como las Redes de Cuidado, y que termina favoreciendo a unos pocos operadores mientras lleva al cierre a pequeños negocios.
Consultado luego del debate por Radio Nacional de Colombia, el secretario de Gobierno, Gustavo Quintero, defendió la medida señalando que busca garantizar equilibrio entre descanso y rumba. Sin embargo, admitió que el decreto contempla revisiones cada tres meses y que podría haber ajustes en algunas zonas o actividades, incluso un diálogo con el gremio de billaristas de la capital.
Tanto concejales como comerciantes insistieron en que se requieren cambios de fondo. Piden suspender los cierres en algunas localidades mientras se construye una política de entretenimiento nocturno que tenga en cuenta la realidad del sector y su aporte económico a la ciudad.