Festival del Café: Paz y Reconciliación en Conejo, La Guajira
Conejo es un corregimiento del municipio de Fonseca, La Guajira, donde cerca de 200 firmantes de paz adelantan su proceso de reincorporación. Allí, en medio de los esfuerzos por la construcción de paz, se realiza el Festival del Café, un sentido homenaje a los campesinos de la Serranía del Perijá, quienes con sus manos labran la tierra y siembran esperanza en cada grano de este producto insignia de Colombia.
Este festival celebra no solo la riqueza de esta tierra, sino también el compromiso de las comunidades con la paz y la reconciliación; ese es justamente el lema escogido para esta versión que busca promover el trabajo comunitario para alcanzar la sana convivencia.
Marcos Martínez Mendoza es firmante de paz y presidente de la junta directiva del Festival. Asegura que, desde que se firmó el Acuerdo de Paz con el Estado, esta ha sido una apuesta conjunta entre la población en proceso de reincorporación y la comunidad.
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“Nuestro objetivo con este Festival es seguir con la tradición que tiene el corregimiento de Conejo, pero también apostarle a la paz y a la reconciliación en la medida que desde hace ocho años los firmantes del acuerdo estamos en el territorio trabajando precisamente en la consecución de la paz”, expresó Martínez.
32 años de tradición y cultura alrededor del café
El primer Festival del Café se celebró oficialmente en Conejo en el año 1988. Según investigaciones realizadas por la gestora Cultural Luisa Margarita Cuadrado, la festividad nació con la iniciativa de un joven oriundo de este corregimiento llamado Ángel Arciniegas Lubo, quien le comentó la idea a su primo Luis Pérez, conocido en el pueblo popularmente como ‘Pengue’.
“Le dijo que deberían hacer un Festival en Conejo como lo hacían en los demás pueblos, a quien le pareció muy buena la idea y ambos se propusieron convocar una reunión con un grupo de amigos de la época, con quienes compartían y andaban. Se reunieron en la casa del fallecido Álvaro Durán. De esa reunión surgió y se organizó un comité folclórico, donde eligieron como presidente a Ángel Arciniegas y secretaria a Nereida Durán”, contó la investigadora.
Relata que las primeras actividades que hicieron para recoger fondos fueron unas fiestas conocidas como “Coca Cola bailables”, que es una especie de rumba o casetas.
“En la primera Coca Cola bailable obtuvieron de ganancia 1.020 pesos y en la segunda 2.040 pesos. Estas ‘Coca colas bailables’ eran realizadas en el aula múltiple de la escuela de arriba, (escuela nueva Zunilda Acosta de Solano) lo que hoy conocemos como biblioteca pública. También realizaron otras actividades, como ventas de pasteles; con un valor de $300 pesos”, señaló.
Fue así como año tras año, entre granos de café y música vallenata, se consolidó este festival que celebra la rica tradición cafetera de la Serranía del Perijá y, desde la firma del Acuerdo, también los esfuerzos de los firmantes y la comunidad por construir la paz y la reconciliación.
Conejo: tierra que exporta café con sabor a paz
El corregimiento de Conejo se sitúa a los pies de la majestuosa Serranía del Perijá, donde el calor incesante de La Guajira pierde intensidad y el sol disminuye su incandescencia. Está ubicado a 14 kilómetros del casco urbano, tiene cerca de dos mil habitantes y en otrora sufrió los embates del conflicto armado.
Cuentan sus habitantes que, luego de la firma del Acuerdo de Paz, muchas familias han logrado retornar a sus tierras y con ello, volvió la bonanza cafetera a este territorio. Actualmente, el municipio de Fonseca cuenta con alrededor de 160 caficultores que cultivan un delicioso café en la zona alta, veredas como Las Bendiciones, Las Marimondas y Las Colonias.
El café producido en estas tierras guajiras es de una intensidad media alta y según cuentan los caficultores locales, gracias a los vientos alisios y las propiedades del bosque tropical, tiene unas notas vinosas que hace que su sabor sea único y con calidad de exportación.
Variada programación del Festival del Café 2024
Este año, el festival rendirá tributo a los caficultores, campesinos y a la comunidad en general con una variada programación deportiva, académica, musical y cultural que se desarrollará entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre.
Esta incluye partidos deportivos “por la paz y la reconciliación”, conversatorios académicos alrededor del café y la música vallenata, concursos tradicionales como “el mejor vehículo cafetero decorado”, danzas folclóricas, los acostumbrados concursos musicales, conciertos populares, entre otras actividades.
