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Infra: una experiencia táctil de la música

Un concierto hecho por personas con discapacidad auditiva para todos los públicos.

Por: Diego Cuervo Escobar

¿Cómo pueden sentir la música las personas con discapacidad auditiva? El Exploratorio del Parque Explora de Medellín en trabajo conjunto con ‘INFRA’, un colectivo internacional que explora los sonidos graves como recursos para producir una experiencia táctil de la escucha, organizan un concierto publico hecho por personas con discapacidad auditiva para todos los públicos.

Durante ocho días, estas dos corporaciones trabajaron con un grupo de personas en talleres de experimentación sonora, que les permitió escuchar y sentir la música de forma diferente. Además, en conjunto construyeron una pieza teatral de acústica inmersiva que presentarán esta noche de forma gratuita a todo el público de la capital antioqueña a partir de las 7 p.m.

Ludwig van Beethoven, el famoso compositor del siglo XVIII, que se fue quedando completamente sordo a lo largo de su vida, descubrió la transmisión del sonido por vía ósea: encontró la manera de escuchar el sonido emitido por el piano, usando un método que consistía en sujetar una varilla contra el mismo y apretarla entre sus dientes, hasta percibir cómo las vibraciones producidas por este se propagaban a través de su mandíbula.

El proceso experimental que ha desarrollado el colectivo INFRA en diferentes partes del mundo ha demostrado que un sistema de amplificación reproduce frecuencias en constante vibración y movimiento, que sobre una superficie resonante, al posicionarse sobre los pies u otras partes del cuerpo, permite a los espectadores sentir frecuencias que por su condición, pasaban desapercibidas para sus oídos.

Según especifican los expertos, el ser humano tiene dos formas de percibir el sonido. La primera implica el conocido proceso en el que las vibraciones sonoras viajan a través del oído medio hasta el oído interno, lugar en donde se transmiten al cerebro. La segunda, depende de que las vibraciones del sonido se propaguen a través de los huesos, hasta llegar al cráneo. Este es un proceso conocido como conducción ósea y en los últimos años está siendo estudiado por la comunidad científica.

Según el último censo del Dane, en Colombia viven más de 560 mil personas con discapacidad auditiva, lo que representa el 1.1% de la población. Algunas de ellas con patologías congénitas y otros que han ido perdiendo su audición a través de los años.

Además de estos procesos de inclusión con personas con discapacidad auditiva, el Parque Explora de Medellín ha venido trabajando con otros proyectos que vinculan a toda la población, desde los más pequeños hasta los más grandes. ‘Club de Astronomía para Ciegos’, ‘Caja Táctil del Acuario’, ‘Hackear el Museo’ y ‘Lenguaje de Señas Colombiano’, son algunos de los trabajos que vienen desarrollando.

Foto: Cortesía Parque Explora

Alejandra Ortiz, profesional de inclusión y primera infancia en el Parque explora argumenta que el trabajo con las personas en situación de discapacidad es arduo, que aún quedan muchas cosas por hacer, pero que los propósitos van por el camino correcto.

“Como corporación (Parque Explora, Planetario, Exploratorio), siempre estamos atentos a las experiencias de las personas. los públicos que menos acceso tienen a nuestra información son las personas sordas usuarias de lengua de señas, debido a las dificultades en la comunicación. Fue así como encaminamos los esfuerzos en intentar eliminar o disminuir barreras de este tipo”, señaló.

Por otra parte, y con la experiencia que tienen en dichos procesos, le hizo un llamado a los medios de comunicación y la sociedad en general, que su papel para romper dichas barreras y visibilizar a la población con discapacidad debe ser más comprometida y laboriosa de la mano con las instituciones.

“Creo que es necesario mayor visibilización por parte de los medios y de las instituciones. En esa medida se van eliminando barreras actitudinales y se va cerrando la brecha de la exclusión. Creo que hace falta más apoyo y trabajo conjunto para lograr los cometidos”, concluyó.

Lenguaje de Señas

La situación de los sordos prelingüísticos fue adversa en el mundo hasta 1750: sin dominio del habla, o estando “mudos”, no podían disfrutar de una comunicación ni con sus padres ni con sus familiares; además, estaban marginados de la comunidad de quienes tenían su misma condición y estaban privados de la posibilidad de recibir educación. Por esto último estaban condenados a realizar trabajos serviles.

En Colombia el lenguaje de señas está filogenéticamente emparentado con la lengua de señas francesa y algunos signos semejantes con la española, la estadounidense y la salvadoreña.

Solo hasta 1924, cuatro escuelas para sordos fueron creadas en el país: dos en Bogotá y dos en Medellín. Pero hasta 1996 con la Ley 324 fue reconocida el lenguaje de señas como propio de la comunidad sorda del país. Luego, en 2006, el Instituto Nacional Para Sordos y el Instituto Caro y Cuervo publicaron el primer Diccionario Básico de la lengua de señas colombiano.

Foto: Cortesía Parque Explora

Juan Diego Zuluaga, interprete y gran conocerdor de la población con discapacidad auditiva del país señala que existen dos formas de abordar la integración de las personas sordas a la sociedad.

1. El que desde una perspectiva fisiologista plantea que hay que enfocar los esfuerzos a los métodos de oralización (lectura de labios y enseñanza del habla común a la población sorda), aun con el desgaste y los tiempos excesivos que implican.

2. Desde una mirada lingüística, promover la enseñanza y aprendizaje del lenguaje de señas.

Foto: Cortesía Parque Explora

Una experiencia táctil de la escucha

Además de la experimentación sonora, la propuesta del colectivo ‘INFRA’ incluye en su puesta en escena la danza y el teatro, con el fin de que la cultura llegue a todos los públicos universal y libremente. Artistas de diferentes partes del continente llegaron al país para compartir sus experiencias y conocimientos con las personas que hicieron parte de los talleres de experimentación sonora y, por supuesto, con el público que apreciará la pieza final de todo el trabajo.

Uno de ellos es el argentino Ricardo Schnidrig, músico, programador musical, programador de sintetizadores, maquinas y ritmos musicales electrónicos. Desde 2012 dicta cursos y talleres sobre construcción de instrumentos musicales electrónicos no convencionales en diferentes instituciones de Argentina y Bolivia.

En Radio Nacional de Colombia conversamos con él sobre sus investigaciones, las experiencias multisensoriales y sus trabajos con las personas en situación de discapacidad. Esto fue lo que nos contó:

¿Cómo nace la idea de investigar o experimentar las vibraciones que pueden percibir las personas con discapacidad auditiva?

La idea original partió mediante una convocatorio del festival ‘Sonandes’. La Bienal Boliviana de arte sonoro decidió integrar a la sociedad como eje temático y ha convocado al equipo que hoy estamos trabajando en INFRA.

Las personas que no tienen la capacidad de escuchar desarrollan otro tipo de sensibilidades. Durante sus investigaciones ¿qué se ha encontrado al respecto?

Se sabe que el resto de los sentidos se agudizan con la carencia de uno. Nuestra sorpresa al ahondar en la investigación fue mayor al entender cómo una discapacidad que afecta directamente a la comunicación puede evidenciar comportamientos, maneras de pensar y de actuar propios solo de la comunidad sorda. Nuestra investigación se enfocó mas no solo en descubrir otro tipo de sensibilidades si no también en descubrir canales de comunicación no verbal y medios de expresión íntimamente relacionados con procesos artísticos.

¿De qué se tratan las experiencias multisensoriales?

Se trata de expandir un poco más nuestros niveles de percepción. Estamos muy acostumbrados a recibir toda la información liviana y ya digerida, y con este tipo de propuestas intentamos poner al usuario en una situación un poco más comprometida. Estudiamos conceptos como escucha profunda (deep listening) pero traducidos a otros tipos de estímulos más allá del auditivo.

Foto: Cortesía colectivo INFRA

¿Pueden los sonidos graves generar sentimientos o emociones mediante las vibraciones?

El hecho de usar sonidos graves nace desde la premisa de que al ser su frecuencia de vibración más lenta que los sonidos agudos, nos permite jugar un poco más con su capacidad de ser sentidos en el aire y decodificados. Actualmente estamos estudiando la capacidad de ser asociados a sentimientos o emociones al igual que los acordes o frecuencias audibles y si bien creemos que es factible, es muy pronto todavía para sacar conclusiones evidentes.

¿Estas experimentaciones sonoras cómo contribuyen al desarrollo de ellos y en qué los beneficia para su vida cotidiana?

Comunicación y expresión. Al invitarlos a apropiarse del sonido como materia (algo que nunca se hubiese pensado) e invitarlos a participar de procesos creativos grupales y personales, sentimos que expandimos sus posibilidades de comunicarse y expresarse, un punto clave para su desarrollo como seres humanos.

¿Cuáles serán los ejes temáticos para construir el producto final del concierto y con qué se encontrarán los asistentes?

La idea es generar un tipo de experiencia que vaya más allá del lenguaje y las palabras. Las vibraciones y las frecuencias dominan nuestro entorno mucho más de lo que imaginamos y eso nos conecta a todos por igual. Buscamos romper esa barrera oyente/no-oyente y descubrir esa experiencia que es común para todos.

Por último, el artista resaltó que se deben dejar de abordar estos temas desde la ‘inclusión’, pues la misma palabra ya genera una exclusión previa y que, por el contrario, hay que centrar los esfuerzos en valorar su condición y aprender sobre su mundo.

“Mientras sigamos intentando ‘incluirlos’ en nuestro cotidiano oído-centrista vamos a seguir negando lo que son y tratar de ‘arreglarlos’ o ‘curarlos’”, finalizó.

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