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Garzón y Collazos: así fueron bautizados como los ‘Príncipes de la canción’

La historia tiene lugar en un concierto en el Teatro Colón de Bogotá.

Por: Alejandra Cuéllar

No habría mejor forma de recordar los 470 años de Ibagué, ciudad musical de Colombia, sino es con música, y de la mano de los maestros Garzón y Collazos, quienes a manera de poesía le cantaron a la mujer, a las montañas que abrazan la ciudad, y al son del ritmo tradicional de la región andina. Como se evidencia en la canción ‘Ibaguereña’, del compositor Eduardo López: “Ibaguereña por verte, crucé la pampa y la cima, enséñame tus bambucos, donde se sufre y se goza… como el sol en los cristales del nevado del Tolima”.

Cada año este dueto tiene un especial reconocimiento en el Festival Nacional de Música Colombiana que por estos días y hasta este sábado deleita al país con los pasillos, bambucos y demás géneros musicales del país. Este año, la edición 26 del Concurso Nacional de Duetos ‘Príncipes de la Canción’, como se conoce al dueto, se realizó el 14 de octubre, día en que fue fundada la capital tolimense.

Desde las 10 de la mañana Ibagué estuvo de celebración y contó con el único evento presencial del festival que fue “el paseo musical por Ibagué. Simultáneamente en las trece comunas se le hizo una serenata a la ciudad musical en homenaje a su fundación”, describió Doris Morera, presidenta de la fundación del Festival de Música Colombiana.

Sin embargo, el evento principal estuvo a cargo de la conmemoración del dueto Garzón y Collazos, con el concurso ‘Príncipes de la Canción’. Este certamen tiene una importancia relevante, siendo reconocido a nivel nacional como Patrimonio Cultural y Artístico de la Nación, por medio de la Ley de la República N° 851 del 19 de noviembre del 2003.

“Soy tolimense, soy tolimense, soy del Tolima, canto bambuco, canto bambuco, bailo guabina”, hace parte de las tonadas que el dueto interpretó en honra a este departamento que los vio resurgir. Si bien Darío Garzón era de Girardot y Ángel Collazos de Ibagué, ambos compartían un profundo afecto por el Tolima.

María Cristina Garzón, hija del maestro Garzón, documenta en un archivo biográfico el principio del proyecto que los haría merecedores de grandes reconocimientos. “En el año 1938 el dueto hizo su debut oficial en el Casino de Oficiales del Batallón de Ibagué. En esa presentación interpretaron el legendario pasillo Hurí” -recuerda-, siendo este momento el inicio de su trayectoria musical en el país, más tarde su primer viaje internacional fue a Cuba.

“Espumas que se van, bellas rosas viajeras, se alejan en danzantes y pequeños copos formando el paisaje…”. Con esta canción, ‘Espumas’, después de una presentación en Bogotá, el seudónimo que por años y hasta hoy los precede se hizo público. Así lo recuerda uno de los cuatro hijos de Darío Garzón, Carlos: “El dueto lanzaba el tema en el Teatro Colón, como invitados nacionales. La principal artista era una cubana, pero Garzón y Collazos se robaron los aplausos”. Y recuerda la versión de su padre: “El presentador de esa noche dijo: esos señores cantan como unos príncipes”.

Y como si hubiese sido un mandato del destino en la música colombiana, este seudónimo de ‘Los Príncipes de la Canción’ hizo eco entre los asistentes. Llegando así a estremecer las emociones más profundas y de colmar de satisfacción a los colombianos con estas tonadas andinas, como lo nombra la composición del maestro Rafael Godoy en la voz del dueto: “¡Ay! que orgulloso me siento de haber nacido en mi pueblo”.

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