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Riosucio y Samaná, zonas clave para reparación colectiva en Caldas

Por: Mateo Jaramillo. Según el Registro Único de Víctimas (RUV) en el departamento de Caldas hay 124.732 víctimas del conflicto armado, de ellas solo han sido indemnizadas un 12 %. Sin embargo, el caso más importante es el de El Congal, una vereda de

Por: Mateo Jaramillo.

Según el Registro Único de Víctimas (RUV) en el departamento de Caldas hay 124.732 víctimas del conflicto armado, de ellas solo han sido indemnizadas un 12 %. Sin embargo, el caso más importante es el de El Congal, una vereda de

Samaná en el oriente de Caldas, el más afectado del departamento por la disputa entre el Frente 47 de las Farc y el paramilitar Ómar Isaza de las Autodefensas del Magdalena Medio.

En total, 21 mil de sus 25 mil habitantes son reconocidos como víctimas, es decir, el 25 % de la población víctima en el departamento, con ellos ya se inició la reparación colectiva y se les entregó 2 mil millones de pesos para iniciar con la reconstrucción de su centro poblado y el retorno de las víctimas.

El Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas ha destinado al menos $199.000 millones para la reparación de víctimas en los últimos cuatro años. "Nosotros tenemos la Oficina de Derechos Humanos que es la encargada de apoyar los procesos con las víctimas en el departamento. Por ejemplo, Bienestar Familiar invirtió al menos $27.000 millones, el Sena puso $3.400 millones y la Unidad de Víctimas aportó $128.000 millones", sostiene el secretario de Gobierno de Caldas, Carlos Piedrahíta.

Asimismo, Piedrahíta afirma que la Agencia de Desarrollo Rural aportó al menos $6.000 millones, además de proyectos avalados por el Departamento de Prosperidad Social para esa región del país por $27.000 millones.

En Samaná y en Pensilvania es donde la Unidad de Víctimas (Eje Cafetero) tiene focalizados sus proyectos de reparaciones individuales, colectivas, indemnizaciones y reparación de tejido social. La directora regional de esta entidad, Laura Moreno, explica que “en el Resguardo Escopetera y Pirza (Riosucio) buscamos que reconstruyan sus prácticas ancestrales como los saberes y la medicina, que de alguna manera se han visto afectados por el conflicto armado colombiano".

En Pensilvania hay reparaciones colectivas que avanzan en los corregimientos de San Daniel y Arboleda en Pensilvania, además de Samaná, quienes son señalados por las autoridades como sujetos de reparación colectivos no étnicos.

A nivel individual la Unidad de Víctimas (Eje Cafetero) reportó la entrega de 1.480 cartas de indemnizaciones, equivalentes a $12.600 millones. Para el año 2020 el Resguardo Cañamomo - Lomaprieta fue el escogido por la Unidad de Víctimas para focalizar los procesos de reparaciones colectivas.

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