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Consejos para una buena salud mental en niños y niñas durante cuarentena

El Ministerio de Salud ofrece una serie de recomendaciones para hacer frente a esta situación y evitar trastornos mentales.

Luego de dos meses de medidas para contener el coronavirus como cierre de las escuelas y jardines infantiles, restricciones de salidas al aire libre y de actividades grupales, los niños, niñas y adolescentes pueden presentar problemas relacionados con su salud mental. El Ministerio de Salud ofrece una serie de recomendaciones para hacer frente a esta situación y evitar trastornos mentales.

Algunos de los padecimientos que puede expresar esta población durante el aislamiento preventivo obligatorio son malestar emocional, estrés, retraimiento, enojo, agitación, volverse más dependientes y requerir atención extra, necesitar apoyo para expresar y manejar sus emociones y trastornos mentales como ataques de pánico y síntomas psicosomáticos.

También “pueden presentar aburrimiento y desgano que se puede convertir en indiferencia, preocupación constante por saber cuándo se acabará el aislamiento preventivo, temor ante el contacto con personas y elementos que están fuera de casa, en los parques por ejemplo, lo que puede implicar restricciones en su autonomía”, explicó Nubia Bautista, subdirectora (e) de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud.

En cuanto a los niños y niñas más pequeños, pueden presentar dificultades para identificar la noción del peligro o riesgo y que para ellos puede ser más difícil entender la situación y sentir frustración ante la cuarentena.

“La evidencia muestra que para los niños y niñas, la violencia y la vulnerabilidad se incrementa durante el tiempo de cierre de escuelas por la emergencia sanitaria, más aún si a eso se le suman el hacinamiento en casa, la convivencia junto con sus agresores y otras situaciones que pueden poner en peligro su integridad”, agregó Bautista.

En los adolescentes, por su parte, se puede presentar síntomas como incertidumbre frente al futuro, pérdida de sentido de la vida y desesperanza, percepción de pérdida de los espacios sociales donde transcurren acontecimientos importantes y sencillos de su vida, como conversar con sus amigos sin presencia de adultos y pérdida de sus rutinas.

El Ministerio de Salud da unas recomendaciones para enfrentar estas situaciones y manejar la salud mental durante cuarentena en esta población:

Para niños y niñas:

  • Redistribuir responsabilidades y tiempos para el cuidado de niñas y niños en el hogar.

  • Es recomendable que la persona que labore fuera de cas, establezca comunicación permanente con los niños y niñas mientras está afuera.

  • Esté atento(a) y observe si se presentan nuevas reacciones o cambios. Si identifica modificaciones inusuales converse sobre lo que puede estar pasando.

  • Evitar involucrarlos en conversaciones de adultos sobre la situación.

  • Recordar permanente que esta situación es transitoria, durará solamente hasta que el riesgo haya bajado y las autoridades de salud recomienden dejar de seguir las medidas establecidas.

  • Establecer rutinas de actividades cortas, variadas e interactivas.

  • En un lenguaje sencillo explicar las razones de estas nuevas prácticas y el para qué se toman.

  • El dibujo y la pintura son estrategias de comunicación que vale la pena estimular.

  • Es importante que los adultos acompañen a los niños durante la exposición a medios de comunicación.

  • Tenga en cuenta el Apoyo Institucional. Si los niños y las niñas requieren un apoyo especial por vulneración de sus derechos pueden acudir a la Comisaría de Familia o la Línea 141 del ICBF.

Para adolescentes:

  • Motivar a realizar actividades virtuales culturales disponibles en diferentes medios de comunicación.

  • Control los tiempos de conexión en las redes sociales para no impactar sus hábitos de sueño, lo que a su vez puede con el tiempo impactar su estado emocional.

  • Conversar con ellos sobre las emociones que produce la situación o, si prefiere, motivarlo a escribirlas.

  • Reestructurar planes y rutinas cotidianas e incorporar algunas actividades que venía realizando la persona que debe salir a laborar o que se puede realizar de acuerdo con su edad.

  • Explorar actividades diferentes a las tareas escolares y aprender sobre ellas o sencillamente disfrutarlas.

  • Establecer y acordar rutinas y espacios con las demás personas integrantes de la familia.

  • Es importante determinar los tiempos para el autocuidado, para estudiar, descansar, comunicarse con los amigos(as), dialogar en familia y apoyar la realización de actividades en casa.

  • Los padres y cuidadores deben recordar respetar su intimidad y generar una relación de confianza en la que el diálogo sea protagonista.

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