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Agua de lastre y su impacto en el ecosistema marino

Conoce el impacto ambiental de las aguas de lastre en el mundo.
Agua de lastre: qué es y su impacto al ecosistema marino
Foto: Pixabay
Ana María Noriega

Las aguas de lastre son usadas en la navegación marítima para dar estabilidad a los buques y lograr seguridad y una transportación eficaz. Además, constituyen una amenaza para los ecosistemas marinos en los que son vertidas al arribar los buques a otro puerto, generalmente distante de las aguas de origen, para realizar labores de carga.

Según la Organización Marítima Internacional (OMI) “esta práctica reduce el esfuerzo en el casco, facilita la estabilidad transversal, mejora la propulsión y la maniobrabilidad, y compensa los cambios de peso como consecuencia de los distintos niveles de carga y el consumo de combustible y agua”.

El agua de lastre puede plantear problemas ecológicos, económicos y de salud graves debido a la multitud de especies marinas que contiene: bacterias, microbios, pequeños invertebrados, huevos, quistes y larvas de distintas especies. 

La OMI asegura que estas especies transferidas “pueden sobrevivir y establecer una población reproductiva en el medio de acogida, convirtiéndose en especies invasoras que se imponen a las especies nativas y proliferen hasta alcanzar proporciones de plaga”.

Fue en 1903 cuando los científicos descubrieron por primera vez los síntomas de la introducción de especies foráneas tras la aparición masiva de las algas fitopláncticas asiáticas Odontella (Biddulphia sinensis) en el mar del Norte. Pero solo hasta 1970 los científicos empezaron a estudiar esta problemática. 

Esta problemática ha aumentado con los años debido a la expansión del comercio y el volumen del tráfico de embarcaciones marinas en las últimas décadas. Los efectos en numerosas zonas del mundo han sido devastadores. “Los datos cuantitativos señalan que el número de invasiones biológicas sigue aumentando de manera alarmante con un número de nuevas zonas invadidas cada vez mayor”, dice la OMI.

Consecuencias del agua de lastre

Según el gobierno mexicano, las consecuencias del vaciado anual de más de 100.000 toneladas de agua de lastre por los barcos del mundo son múltiples:

  • Propician la introducción de especies invasoras como el pez gobio redondo (Neogobius melanostomus) procedente de los mares Caspio y Negro, las mareas rojas o algas como el sargazo, desequilibren los ecosistemas y se produzcan pérdidas a la biodiversidad cercanas al 40 por ciento.
  • La economía de los sitios receptores se resquebraja cuando organismos microscópicos se reproducen exponencial y velozmente, se convierten en marea roja, afectan las actividades turísticas y amagan la salud humana.

Convenio sobre la gestión del agua de lastre

El Convenio sobre la gestión del agua de lastre o Convenio BWM (nombre completo Convenio internacional para el control y la gestión del agua de lastre y los sedimentos de los buques, 2004) es un tratado adoptado por la Organización Marítima Internacional para ayudar a detener la propagación de los organismos acuáticos y agentes patógenos potencialmente perjudiciales en el agua de lastre.


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Es así como desde el 8 de septiembre de 2017 los buques deben gestionar su propia agua de lastre para suprimir o neutralizar los organismos acuáticos o patógenos antes de que el agua de lastre sea descargada en un nuevo lugar.

¿A qué buques se aplica el Convenio?

El Convenio se aplica a los buques registrados en Estados Contratantes del Convenio BWM, que toman y utilizan agua de lastre durante viajes internacionales, explica la OMI.

“Nuestro país hace parte del conjunto e estados que en América Latina esta trabajando fuertemente por lograr una implantación efectiva de este convenio internacional”, asegura Paula Carolina Pérez Monroy, coordinadora del Grupo De Asuntos Internacionales Marítimos de la DImar

¿Qué deben hacer los buques para evitar el agua de lastre?

Con la entrada en vigor del convenio, los buques en tráfico internacional deben gestionar su propia agua de lastre y los sedimentos conforme a una determinada norma, de conformidad con un plan de gestión del agua de lastre específico a cada buque.

Por eso de acuerdo a la OMI, los buques deben llevar a bordo: 

  • Plan de gestión del agua de lastre: este es un documento específico para cada buque y ofrece una descripción detallada de las medidas que han de adoptarse para implantar las prescripciones sobre gestión del agua de lastre y las respectivas prácticas complementarias indicadas en el presente Convenio.
  • Libro registro del agua de lastre: sirve para registrar cuando se toma el agua de lastre a bordo; cuando es distribuida o tratada con fines de gestión del agua de lastre y cuando es descargada en el mar. 
  • Certificado internacional de gestión del agua de lastre (para buques de arqueo bruto igual o superior a 400): se expide en nombre de la Administración (Estado de abanderamiento) y certifica que el buque lleva a cabo la gestión del agua de lastre de conformidad con lo dispuesto en el Convenio BWM. También especifica qué norma cumple el buque, así como la fecha de expiración del Certificado.
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